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[FELIX]

—No estoy tratando de exagerar, lix. Y quizá esto se deba en parte a mis propios celos de que haya habido alguien más. —Me suelta y me toma de la mano mientras caminamos por la manzana hacia la esquina para llamar a un taxi—. Me vuelve loco que te haya tocado y sé... sé que puse en marcha todo esto con mis decisiones, sólo que...

Le aprieto la mano sin saber exactamente qué decir mientras levanta la mano hacia la calle.

—Tienes que decirme si te vuelve a molestar, ¿de acuerdo? Sé que quieres dejarlo pasar, pero si te sigue molestando, estamos escalando esto.

Asiento con la cabeza, sabiendo que tiene razón. Me hace subir a un taxi y le doy al conductor la dirección del apartamento de Hyunjin. Tardamos unos veinte minutos en llegar, y agradezco el silencio virtual en el que viajamos mientras me preparo mentalmente para entrar en el apartamento de Hyunjin. Sé dónde está, pero nunca había entrado y, sinceramente, tengo miedo de lo que pueda encontrar.

¿La ropa de Haneul colgada en el armario? ¿Sus bragas en su cama?

O tal vez Haneul no había significado tanto para él como yo pensaba, y tenía un montón de mujeres entrando y saliendo de su apartamento. Me muerdo el labio inferior cuando nos detenemos frente al edificio de Hyunjin. Me ayuda a salir y lo miró fijamente, con un nudo en el estómago que no esperaba.

—Oye, ¿estás bien?

Dejo escapar un suspiro y asiento una vez con la cabeza.

—Será raro estar en tu casa. Una que no va a tener ninguna señal de... mí.

Se cruza de brazos y sigue mi mirada hacia la puerta, donde un portero nos mira con recelo. No lo reconozco, y admito que he pasado por allí una o dos veces... a la semana... al principio de nuestra separación.

—¿Quieres esperar en el vestíbulo y yo subo corriendo?

—No. —Sacudo la cabeza. Soy curioso y tal vez también un gloton del castigo, pero una parte de mí quiere saber qué hacía mientras estábamos separados. Sé que, si vamos a estar juntos de nuevo, tengo que dejar pasar todas estas cosas, pero puede que haya algunas cosas que necesito saber. Espacios en blanco que ni siquiera Hyunjin podrá rellenar a estas alturas.

—No quiero que te molestes si hay algo ahí arriba...

—Señor Hwang. —El portero nos abre la puerta y me mira antes de mirar a Hyunjin.

—Gracias —responde—. Oh, él es mi marido. —Me señala y puedo ver la confusión en la cara del portero antes de arreglarla y le hago un educado gesto con la cabeza y un saludo con la mano antes de que Hyunjin me guíe al interior.

Espero a que me guíe, olvidando temporalmente que no sabe a dónde nos dirigimos, así que saco mi aplicación de American Express para consultar el extracto de la tarjeta de crédito que aún compartimos y poder confirmar el número de su apartamento cuando oigo una voz de mujer.

Levanto la vista a tiempo para ver a una mujer volando alrededor del mostrador y hacia nosotros. Su cabello rojo fluye detrás de ella, largo y salvaje, mientras se sube las gafas por el puente de la nariz.

—¡Dios mío, Señor Hwang! Hemos estado muy preocupados. He hablado con su madre y con Haneul, y sólo... —Me mira y luego vuelve a mirar a Hyunjin—. Yo... ¿cómo se siente?

Hay una punzada de celos al escuchar que conoce a Haneul lo suficientemente bien como para hablar con ella respecto a Hyunjin. Debe sentirlo porque me aprieta la mano.

—Todavía un poco golpeado, pero mejorando. Mi marido ha estado cuidando muy bien de mí. —Sonríe mientras me señala y admito que este pequeño juego se está volviendo incómodo. Cuando está claro que ninguna de estas personas sabe quién soy, sólo añade sal a la herida que pude sentir que se abría en el momento en que llegamos al edificio.

OBLIVIATE || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora