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[FELIX]

Apenas he dormido en toda la noche.

En algún momento, se me pasó la borrachera, y con esa sobriedad llegó la claridad, el dolor y la angustia que estaba anticipando. Después de dar vueltas en la cama durante la mayor parte de la noche, finalmente me levanté, preparándome para este enfrentamiento final con Hyunjin.

No se puede negar que lo amo. Siempre lo amaré y tal vez pueda volver a ganarse mi confianza. Pero ese día no es hoy. Necesito espacio. Y tal vez por eso me lo ocultó. Tal vez él sabía todo el tiempo que yo necesitaría espacio.

Tal vez yo también.

Estoy luchando por dar sentido a mis sentimientos por Hyunjin, pero eso significa que no puedo estar cerca de él. No puedo dejar que nuestra química sexual o los sentimientos que tengo por él nublen mi juicio. No puedo dejar que el espacio entre mis piernas controle nuestra narrativa, y para eso necesito que se vaya.

Me dirijo al pasillo y, cuando asomo la cabeza por la cocina y el salón, no lo veo. Dejo escapar un suspiro de alivio mientras salgo del dormitorio principal y me dirijo al baño.

Me miro en el reflejo, recordando todo lo que dijo anoche. El sentimiento de culpa florece en mi pecho y me duele pensar en lo que le hice al hombre que amo. Dejé que se ocupara de todo solo. Estaba tan ocupada tratando de sobrevivir a la tormenta, que había olvidado que había alguien más luchando a mi lado.

Salgo del cuarto de baño y, tal como esperaba, Hyunjin está de pie frente a la puerta, con el pecho desnudo en nada más que sus calzoncillos.

—¿Puedes ponerte algo de ropa? —Hago lo posible por parecer imperturbable ante su aspecto, pero maldita sea si no es sexo en un puto palo. Mis ojos recorren su pecho y suben y bajan por su manga de tinta antes de dirigirse a la cocina. Lo oigo moverse detrás de mí y pongo los ojos en blanco cuando sé que no va a acceder a mi petición.

—Felix, quiero disculparme por lo de anoche. Dije algunas cosas que...

—¿No querías decir?

—No, lo decía en serio, pero mi ejecución fue errónea. Mis emociones estaban a flor de piel, y me precipité cuando no debía —dice con sinceridad.

Coloco una taza debajo del Keurig.

—¿Quieres un poco de café? —Pregunto, ignorando su disculpa.

—Sería estupendo, gracias. —Se apoya en la encimera y me mira fijamente mientras observo fascinado nuestra cafetera en un intento de evitar su mirada o su duro pecho y sus abdominales de tabla de lavar—. Mírame — me ordena. Hago lo que me pide, y él ladea la cabeza hacia mí—. Quiero ser capaz de superar esto.

—Por supuesto que sí —le digo— pero como dijiste tan elocuentemente anoche, hay dos personas en este matrimonio, y no es sólo tu decisión.

Él asiente y sus brazos se flexionan, mostrando las venas, y yo desvío la mirada rápidamente.

—Yo... no quiero el divorcio, Felix.

—También lo sé —le digo mientras veo caer el café en la taza.

—¿Lo sabes?

Me paso la lengua por los dientes y lo miro.

—Hyunjin —sacudo la cabeza— quiero espacio.

Parece aliviado de que no le haya dicho rotundamente que sí, pero aún parece receloso de mi respuesta.

—¿Qué tipo de espacio?

OBLIVIATE || Hyunlix✔Where stories live. Discover now