OBLIVIATE || Hyunlix✔

ღ06

[FELIX]

La siguiente vez que abro los ojos, la luz entra por la pequeña ventana de la esquina. Estamos lo suficientemente arriba como para que los edificios no bloqueen completamente el sol, lo que me permite ver el cielo azul. La tirantez en el cuello es aún mayor y ya siento que mi piel grita por no haberme desmaquillado la noche anterior. Siento los ojos secos y débiles, así que parpadeo varias veces más intentando crear humedad cuando oigo su voz, tranquila y sensual flotando a mi alrededor.

—Te has quedado. —Aparto la cabeza del puño contra el que había estado descansando la mayor parte de la noche y me encuentro con la mirada de Hyunjin. Veo la culpa en sus ojos, como si él fuera la causa directa de mi malestar—. Esa silla no parece cómoda.

Flexiono la mano que siento entumecida y el cosquilleo se dispara por mi brazo mientras la sacudo lentamente.

—No pasa nada. ¿Cómo has dormido?

Una pequeña sonrisa encuentra sus labios.

—¿Alguna vez te quejas de algo? —Él sacude la cabeza—. Todavía recuerdo aquel puto hotel horrible que tuvimos que conseguir a última hora cuando íbamos a Muju-gun a esquiar. 

Yo también lo recuerdo. La nieve estaba cayendo tan fuerte, que en las carreteras no se podía conducir, así que Hyunjin y yo nos metimos en un pequeño hotel que parecía el escenario de una película de terror. Era pequeño, no olía especialmente bien y tenía un aspecto aún peor. No me gustó, pero teníamos una botella de whisky y a cada uno de nosotros, así que me conformé perfectamente con aquella diminuta habitación de hotel.

Limpié el baño de arriba a abajo y pasamos la noche follando en la ducha porque nada en la cama gritaba "desnúdate aquí".

De nuevo, el viaje por el carril de los recuerdos me llega con fuerza y rapidez y mi corazón me late en el pecho al recordar los momentos más felices. Había pasado gran parte de los seis meses recordando todos los malos momentos, impidiéndome recordar cualquier cosa feliz o buena porque no quería pensar que había cometido un error potencial.

—Yo. —Empiezo, mi corazón ha tomado el control por completo, apagando mi cerebro momentáneamente. Estoy preparadO para participar en su memoria, recordando cómo había caminado una milla en la nieve a la mañana siguiente para encontrarnos un café que no fuera una completa basura antes de que yo me despertara. Por eso nunca me quejé, porque siempre me facilitó las cosas. Nunca quiso que experimentara incomodidad. Las palabras están en la punta de mi lengua cuando la puerta se abre.

—¡Hyunjin! —El tono es chillón y no sólo es un ruido de oídos, sino que siento que la división en mi corazón se profundiza aún más cuando la veo moverse a través de la puerta rápido como un rayo—. Dios mío, Hyunjin. —Se precipita junto a su cama y le pone las manos en el pecho y es como un mal accidente de auto del que no puedo apartar la mirada. Su cabello rubio está rizado y peinado a la perfección, pero su rostro está completamente desprovisto de maquillaje, lo que le da un brillo fresco. Sigue estando impecable. ¿De verdad se ha despertado así? Perra.

Los pensamientos de lo perfectos que se ven juntos inundan mi cerebro y mis inseguridades comienzan a tomar forma, fuerte y agresivamente. Se ven mejor juntos que nosotros. Parecen Barbie y Ken.

Perfectos. Preciosos. Totalmente americanos.

Me limpio las ojeras y aliso mis rizos oscuros hacia atrás, esperando no parecer demasiado loco al haberme despertado no hace mucho.

Por supuesto, me encontraría enfrentarme con la novia de mi marido mientras estoy sin ropa y con un aspecto de Dios sabe qué.

El movimiento debe llamar su atención porque se gira hacia mí. Para su mérito, cuando sus ojos encuentran los míos, se aparta de él como si estuviera en llamas y traga con fuerza. Me pongo de pie, preparándome para darles algo de privacidad, aunque sé que es lo último que quiere Hyunjin, cuando su voz inunda la habitación.