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[HYUNJIN]

Por la gracia de Dios, convenzo a Felix para que me deje llevarlo a casa. Felix odia ir solo en Uber o taxis a altas horas de la noche y, a pesar de su enfado, sabe que está borracho y no quiere estar solo con su sentido de la conciencia drásticamente disminuido. Chan y Min hace tiempo que nos habían mandado un mensaje de texto mientras estábamos follando en el baño, diciendo que habían terminado la noche y se habían ido. Lo que también jugó a mi favor porque lo último que necesitaba era añadir a Bang Seungmin a la mezcla.

Felix guarda silencio mientras dejamos Gangnam y cruzamos de vuelta a nuestro lado de la ciudad. Está mirando por la ventana y yo lo miro fijamente la mayor parte del tiempo. Le tomo la mano y, aunque gime incómodamente, no se aparta. Tampoco me mira, pero cuento el pequeño contacto como una pequeña victoria.

—Disculpe —dice en voz baja y mi cabeza se levanta de mirar nuestras manos para ver que está hablando con nuestro conductor de Uber—. En realidad, van a ser dos paradas.

—No. No lo serán —digo de inmediato y el me mira fijamente.

—Sí, lo serán.

—Soy su marido —le digo al conductor, que me mira por el retrovisor.

—Deja de llamarte así —suelta y ahora me toca a mí mirarlo con desprecio.

—Lo estoy haciendo. Que estés enfadado no cambia la ley, ahora deja de ser infantil. —Sé que mis ojos se ven furiosos en este punto, la idea de que me niegue ese título me hace casi enfurecer.

—Vete a la mierda —suelta y, cuando vuelvo la vista hacia el conductor, le sorprendo poniendo los ojos en blanco, dándose cuenta de que está claro que sólo estamos discutiendo.

Cuando llegamos a la entrada de nuestro edificio, no espera a que salga para abrir la puerta antes de ponerse en marcha. Estoy detrás de el al instante, con mi mano en la parte baja de su espalda, guiándolo. Atravesamos el vestíbulo sin decir nada al conserje, que nos dedica una cortés inclinación de cabeza y una cálida sonrisa.

El ascensor está tan tenso que el aire entre nosotros es casi sofocante. Felix no me mira a los ojos mientras mantiene los suyos fijos en el suelo.

—Felix. Cariño, mírame —le digo y el levanta una mano, negando con la cabeza.

Lo sigo fuera del ascensor, hacia nuestro apartamento y una vez que estamos a salvo dentro, intento hablar con el de nuevo.

—Lix.

Se quita los zapatos de una patada, arrojándolos como si no le importara dónde caen y se dirige a la cocina. Abre el frigorífico y se queda mirando dentro como si intentara averiguar qué va a comer, y yo me muevo al otro lado para mirarla.

—¿Tienes hambre? ¿Puedo prepararte lo que quieras? ¿O puedo pedir algo? 

Cierra la puerta y me mira fijamente.

—Necesito que te vayas. Ve a casa de Chan. Ve a casa de tu madre. No me importa. No te quiero aquí—me dice.

Mi apartamento ya está en proceso de subarriendo, así que no puedo volver allí, aunque no tenía ninguna intención de irme esta noche.

—No, Felix tenemos que hablar mañana cuando ambos estemos sobrios.

—Estoy muy sobrio, Hyunjin. —Me da la espalda, caminando hacia su dormitorio y lo sigo. Habíamos estado durmiendo casi siempre en nuestro antiguo dormitorio, y odio la idea de que quiera dormir lejos de mí esta noche.

—No me sigas —gruñe por encima del hombro antes de cerrarme la puerta en las narices. La abro de todos modos y entro mientras ella se quita el traje por la cabeza—. Vete, Hyunjin, no quiero verte ni hablar contigo, ni siquiera estar cerca de ti ahora mismo.

OBLIVIATE || Hyunlix✔Where stories live. Discover now