Prólogo

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¿Cuándo fue que se había enamorado perdidamente de Yeonjun?

Siempre lo consideró alguien desagradable y molesto. Desde pequeño, no tenía más remedio que estar junto a él porque era el único niño que deseaba juntar con él, pero conforme fueron creciendo, cada uno tomó su camino, cada quien comenzó a tener sus amigos, sin embargo, algo de él lo estaba molestando. 

—¿Qué resultado te dio Soobin? —Beomgyu estaba a su lado, tratando de mirar el papel que Soobin tenía aún guardado—. Mi resultado salió que soy un Beta —Beomgyu infló su mejilla. 

—No me interesa, cualquier cosa es normal, ¿no? —Soobin bufó. 

—¡No! —replicó Beomgyu—. Ser Alfa es lo más genial. ¿Has visto a los Alfas en la televisión? Son geniales, tienen mucho dinero, además, consiguen la atención de muchos Omegas. 

—Mi padrastro es un Alfa con dinero y solo está casado con mi papá Omega, ¿qué tiene eso de especial?

—¡Eres aburrido! —soltó Beomgyu cruzando de brazos.

Soobin solo veía con atención el sobre que tenía en sus manos. ¿De verdad era muy especial saber que segundo género podría tener? No encontraba nada importante en ser un Alfa ni tampoco en ser un Omega. Ser un Beta debía estar bien. Así que no vería su resultado aunque muriera por ello. Lo dejó de su mochila y volvió a su asiento. 

—¡Wow! —exclamó uno de sus compañeros—. ¿En serio eres un Alfa? —Soobin giró su vista a la conversación del fondo. 

Podía observar a Yeonjun rodeado de algunos compañeros que estaban asombrados por algo en especial. Yeonjun alzó la hoja con algo de egocentrismo y como si hubiera ganado el primer lugar de algo. 

—Así es, mi segundo género es Alfa —dijo con presunción. Soobin rodó los ojos y volvió la vista al frente—. Soy como mi padre, y tendré muchos Omegas a mis pies —Soobin llevó las manos a sus oído de la forma más disimulada que podía—. ¡Seré el Alfa más genial de la vida!

Suficiente. Debía saber que decía el maldito papel. 

Tomó su mochila y guardó las cosas en ella, se la colocó en sus hombros y salió del aula de clases. Se escabulló por los pasillos de la escuela y buscó un lugar alejado de todo el bullicio de la escuela. 

Días antes, le habían hecho pruebas a cada alumno que tuviera diez años para saber su segundo género. Pues, es la edad perfecta en que la adolescencia había llegado, y ese día, los resultados habían sido entregados a sus dueños.

Soobin nunca le tomó gran importancia, pero de algún modo, sentía que escuchar a Yeonjun lo incitó a averiguar qué segundo género tenía. 

Cuando encontró el lugar perfecto, se sentó en el pasto y abrió su mochila en busca del sobre que había guardado. Lo busco entre sus cosas hasta que finalmente logró encontrarlo. Lo mantuvo en sus manos, relamió sus labios y por un momento rezó para no ser solo un beta.

—Por favor, Beta no, por favor, Beta no —repetía.

—¡Jeon Soobin! —se levantó con rapidez al escuchar su voz, y vio a Yeonjun frente a él con una sonrisa. 

El nuevo Alfa se acercó con pasos rápidos y lo examinó de pies a cabeza. Soobin escondió el sobre detrás de su espalda.

—¿Qué se supone que haces, cachorro? —Yeonjun lo rodeó y logró tomar el sobre que Soobin escondió—. ¿Qué es esto? 

—¡Dámelo, Yeonjun! —Soobin se acercó a él para arrebatarle el sobre pero Yeonjun era unos centímetros más alto que él—. ¡Yeonjun! —el Alfa miró hacia el sobre notando que era el resultado que a todos le habían entregado.

—¿Aún no sabes que eres? —Soobin logró arrebatarle el sobre y se alejó de él acomodando su uniforme—. Vamos~ ¿no tienes curiosidad? 

—No, por supuesto que no —mintió. Se giró para evitar que Yeonjun lo mirara. 

—Anda~, se que tienes curiosidad. No por nada viniste a solas para saber el resultado. 

—¡Cómo fastidias! —se quejó volviendo a Yeonjun—. No me interesa si soy un Beta, un Alfa o un Omega. ¡Me da igual! —exclamó irritado. Yeonjun se cruzó de brazos.

—Pues mira, yo te veo como un Omega —ladeó la cabeza—. Seguro que eres mi Omega —Soobin se ruborizó de tan solo pensar en ello y desvió la mirada—. Abre el sobre, yo tengo curiosidad —Soobin rodó los ojos.

Soobin rompió un extremo del sobre para sacar la hoja, tiró el sobre por algún lado y desdobló la hoja comenzando a leer con atención cada palabra que había. Hasta que encontró lo que buscaba. 

"Alfa: 0.01%
Beta: 99.99%
Omega: 0.0%" 

—¿Soobin? —llamó Yeonjun cuando vio que Soobin no se movía—. Hey, Soobin —se acercó al Beta para revisar si estaba bien.

—Soy un Beta —murmuró.

—Hey, eso no es tan malo —Yeonjun tomó la hoja, y leyó el mismo contenido que Soobin. El Alfa se alegró—. ¡Eres un Beta! ¡Eso es bueno! 

Pero Soobin no estaba feliz con su resultado. 

No esperaba ser un Alfa, porque siempre fue demasiado tranquilo en su niñez. Sin embargo, tampoco deseaba ser un Beta. Solo había una opción que deseaba, y era que al saber el resultado de Yeonjun, esperaba ser un Omega. 

El Omega de Yeonjun.

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