Epílogo

223 22 0
                                    

Un pequeño niño de tres años caminaba de la mano de una Omega. Tenía los ojos llorosos y las mejillas rosadas, había estado llorando por la ausencia de su padre Omega. Se detuvieron en cuanto llegaron a la puerta de un salón de clases, dónde la Omega tocó con el dorso de su mano y al obtener autorización entró con el niño en la mano.

El aula estaba llena de cachorros de su edad, tenían la mirada fija en el pequeño niño de ojos cafés, y con un poco de miedo se escondió detrás de la Omega, sosteniendo con fuerza el carrito que tenía en su mano para sentirse protegido.

—Cachorros —llamó la Omega con emoción—. Les presento a Jeon Soobin —intentó hacerse a un lado para que todos vieran a Soobin pero el niño se aferraba a ella—. Es un poco tímido —comentó con una sonrisa nerviosa—. Vamos, Soobin, ¿por qué no te presentas ante todos?

—Hola... —dijo con voz temblorosa—. Soy Soobin y tengo tres años —levantó la cantidad de dedos de acuerdo a su edad.

—Soobin ha venido de intercambio, así que por favor, háganlo sentir en familia y denle una calidad bienvenida —dijo la Omega con una sonrisa—. Vamos, Soobin, te llevaré a tu lugar.

Soobin fue llevado al fondo del aula, la Omega lo dejó allí con sus cosas sobre la silla. El cachorro no deseaba que la Omega se marchara pero no tuvo otra opción a dejarla ir. Él abrazaba con un poco de fuerza su carrito mientras esperaba la salida para que su padre Omega regresara por él.

—¡Hola! —durante el descanso se acercó un cachorro de ojos verdes al pequeño. Soobin lo miró con curiosidad viendo que era un poco más alto que él y tenía un rostro iluminado—. ¿Puedo ser tu amigo? —Soobin no respondió—. Me llamo Choi Yeonjun —le extendió la mano, pero Soobin no la tomó—. Un gusto conocerte —el cachorro se cohibió en su lugar.

Yeonjun se sintió un poco frustrado ante la negativa de Soobin, así que simplemente se fue de ahí. Soobin bajó la mirada y tomó el carrito que tenía, aquel desprendía el aroma de su padre Omega. Y sin embargo, Yeonjun regresó con una silla.

La acomodó a lado de Soobin y se sentó en ella para compartir mesa. Sacó sus cosas, un libro de colorear y crayolas de diferentes colores. Lo puso frente a Soobin y le entregó una crayola al cachorro para que lo tomara, pero no lo hizo.

—Este libro de colorear mi papá Omega me lo compro, me dijo que lo compartiera con mis compañeros —dijo con inocencia—. Eres el primero al que se lo comparto.

Soobin miró la crayola con curiosidad, de la nada, un sentimiento le entró y comenzó a llorar con fuerza, llamando la atención de la maestra que los estaba cuidando.

—¡Yeonjun! ¿Por qué hiciste llorar a Soobin?

—¡Yo no fui! —reclamó el pequeño—. ¡Juro que ahora yo no fui! —hizo un puchero.

Esa fue la primera vez que Soobin conoció a Choi Yeonjun, un cachorro que vino a su mundo para llenarle alegrías aunque Soobin renegara de él.

Yeonjun siempre lo esperaba cada vez que llegaba a clases, era el primero en buscarlo cuando debían hacer trabajos juntos. Yeonjun lo cuidaba y lo defendía de las niños que querían hacerle daño a Soobin.

Incluso un día, uno de los niños mayores del preescolar, tomó el juguete favorito de Soobin y lo dejó caer al suelo, para su mala suerte, el carrito que tenía en sus manos, se había roto. Una llantita se le salió y la base estaba agrietada.

Yeonjun llegó y empujó al niño con fuerza. Tomó el juguete de Soobin y a Soobin para llevarlo con la maestra. El cachorro le explicó la situación, pero al parecer el juguete ya no tenía arreglo. Y Soobin no paraba de llorar.

0X1=LOVESONG [2da Parte Semicolon] - OmegaverseWhere stories live. Discover now