Capítulo 7

5.9K 535 57
                                    

Poché.

De todas los escenarios posibles, no creí que estuviera ahogandome por un trozo de sandwich atorado en mi garganta al oír tal propuesta.

«Quiero que te cases conmigo»

Eso se repetía en mi mente una y otra vez sin parar.

Daniela me ayudó a no morir en el transcurso dando golpecitos en mi espalda para acercarme una botella de agua a los labios.

— Bebe esto. — pidió.

Empecé a tomar del líquido despejando mi garganta de cualquier rastro del sándwich, pasaron unos minutos hasta que pude recomponerme.

— No esperaba una reacción así. — dijo burlona.

— Bueno, tampoco puedes soltar ese tipo de cosas cuando se está comiendo.

Daniela esbozó una sonrisa divertida.

— Lo que dije fue en serio. — mencionó segura.

— ¿Por qué querrías casarte conmigo?— indagué inquieta. — A penas me conoces.

— Dada las circunstancias me pareces una buena candidata.

— ¿Las circunstancias?— inquirí frunciendo el entrecejo.

— Sí, te contrataron para mí, eres muy profesional y pareces odiarme, así que por esas razones me gustaría que tomarás mi propuesta.

— No te odio. — murmuré.

Ella alzó sus cejas luciendo sorprendida, bajé la vista soltando un suspiro.

— Y es muy descabellado, soy una extraña, ¿eso no te hace sospechar de qué podría ser mala persona?

— He visto lo suficiente para darme cuenta de que no lo eres. — declaró viéndome directamente.

— ¿Qué objetivo tiene?— repliqué apartando la comida de mis manos. — No andas proponiendo matrimonio a todo mundo, ¿o sí?

Daniela recargó su mejilla en su mano negando.

— Te diré por qué mi propuesta. — arrojó clavando su mirada en la mía otra vez. — Me dedico a la equitación y para ello se debe tener un patrocinio, algo que mi padre pagaba, pero dejó de hacerlo porque según él mi vida es un desastre.

Rodó los ojos.

— Así que lo que quiere es que me case, haga una familia y esas tonterías que se ven en las películas o algo parecido. — soltó un suspiro aburrido. — Si lo hago él me seguirá generando ingresos dejándome hacer lo que me gusta y no trabajar con él en el negocio familiar.

— ¿Me pides matrimonio solo por el dinero?— concluí frunciendo los labios.

— Sí, en parte. — admitió.

— ¿Y por qué simplemente no buscas otro patrocinador?

— Lo haría, pero perdería mucho tiempo que ya tengo ganado en las competencias y no quiero eso.

— ¿Y yo que gano en todo esto?

Era la verdad, no le veía un beneficio para mí, sin mencionar la parte que casi me ahogo al oír tal propuesta, supongo que morirme no era algo que ganar en todo esto.

— Podemos estipular eso en un contrato si aceptas. — soltó mi acompañante.

— ¿Contrato? ¿Qué?— mencioné moviendome inquieta.

— María José, si aceptas, nada de esto quedará en el aire, se hará un contrato antes de llevar a cabo nuestro matrimonio.

Estaba realmente aturdida por todo lo que Daniela estaba diciéndome, ella lo decía cómo si fuera lo más normal del mundo.

Indeleble || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora