Capítulo 20

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Poché.

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Al oír las palabras de mi prima supe que se trataba de otra mala trastada de ella con el amor.

Siempre sucedía esto con sus novios, se enamoraba casi corriendo, se iban a vivir juntos o se prometían la vida entera para después al tiempo descubrir que no congenian, que no están enamorados de verdad o mi prima termina teniendo cuernos.

Lo interesante es que se dejaba con sus parejas y al tiempo ya tenía otra, siempre repetía el mismo ciclo y yo era la que tenía que consolarla.

Claudia se separó de mi limpiando sus lágrimas.

— Cuéntame qué pasó ahora. — mencioné.

— Ander estaba muy raro últimamente. — comenzó a contar. — Creí que después de tu boda nos iríamos, pero no, decidió quedarse. — asentí lentamente. — Lo acepté porque pensé que sería una forma de conocernos más y estar juntos en otro país.

Ella sorbió su nariz, la encaminé conmigo al mostrador para darle un varias toallas de papel, ella las tomó limpiando los rastros de lágrimas.

— Resulta que, cuando estábamos juntos pasaba pendiente del celular diciendo que era trabajo, lo dejé estar porque confiaba en él. — sus lágrimas volvieron a aparecer. — Pero noté que siempre que recibía una llamada se iba al baño, así que revisé su teléfono y...

— Ay, Clau.

La abracé de nuevo dándole consuelo, ella lloró en mi hombro destrozada.

— Tienes que divorciarte, Majo. — soltó de golpe, me alejé de ella rápidamente. — Tienes que hacerlo.

— ¿Qué quieres decir?

— Que... — ella tomó una bocanada de aire. — Daniela, tu esposa, es la amante de Ander.

Retrocedí completamente confundida, observando a Claudia con la cara roja y los ojos llenos de lágrimas.

«¿Él era ese ex? ¿El ex qué me dio el puesto de un tipo de escape para Daniela?»pensé.

Entonces recordé la noche que Ander y Claudia llegaron a cenar, Daniela parecía muy desconcertada, casi congelada al tomar la mano del prometido de mi prima.

Incluso le pregunté si le conocía, porque tenían ciertas miradas que solo se daban personas con mucha familiaridad.

«María José, tengo que decirte algo. Ayer fui a verme con alguien, y esa persona es...»

Claro, era su ex con quién se vio, ¿entonces esa noche volvieron? ¿Será por eso qué decidió irse? ¿Para estar con él?

— Ay mierda.

El golpe de Ana detrás del mostrador me sacó de mis pensamientos.

— Se escriben, Majo, incluso se llaman casi a diario.  — arrojó mi prima. — Se conocen de hace mucho.

Pasé una mano por mi cabello llenando de aire mis pulmones.

— Lo mejor es que te divorcies de alguien así, que traiciona y miente.

Tragué grueso.

— No. — repliqué. — No me voy a divorciar.

— ¿Qué mierda? ¿Estás escuchando lo que te digo?

— Sí, Clau. — contesté viéndola. — Escuché lo que me dijiste.

— ¿Y qué esperas? ¿Vas a perdonarla?

Apreté los labios apartando la vista, recordándome que ella no me debía lealtad, que el papel que nos une no es cierto... No del todo.

— Es asunto mío. — corté el tema.

Indeleble || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora