𝐈𝐗

3.5K 387 270
                                    

────・✧∙✦∙✧:・────

El auto frenó frente al hogar de Lando, Sergio salió junto con Charles, ambos cargando varias bolsas en donde estaban sus compras, adentrandose en la gran casa donde notaba que varios invitados ya habían llegado, felicitando a Sergio y comenzando a llamarle "licenciado", cosa que incomodaba pero provocaba risas en Sergio.
Una vez dentro, Sergio comenzó a prepararse una bebida, manteniendo su mente ocupada sintiéndose ansioso por lo que más tarde iba a venir.

Esperaba que fuese una especie de "cita" normal, quizá irían a comer y era todo, Max no le había dado tantos detalles pese a las veces en las que Sergio le pedía alguna pista, hablaron por mensaje un poco más, pero Sergio no pudo continuar gracias a que su grupo de amigos lo llamaba, quizá dispuesto a burlarse de su nuevo nivel de estudios o hacer bromas estúpidas de cualquier cosa.

Para su suerte, no había vuelto a toparse con Charles, pero sabía que estaba ahí. No quería más incidentes y menos en el día del festejo de su graduación.

—¡Aquí viene mi licenciado!—Dijo Lando, abrazando a su amigo con fuerza, soltandose con rapidez.—¿Por qué no nos invitaste a la graduación y a Carlos sí?—Fingió tristeza.

Sergio rió y palmeó su espalda.

—Sólo podían ir tres personas, Lando, créeme que te hubiera invitado.

—Sólo estás celoso, Lando.—Habló un Carlos con el pecho lleno de orgullo.—Porque incluso me mencionó en su discurso.

—¿Qué? ¡No es justo, Sergio!—Dió un golpe sobre su pecho, haciendo carcajear a Sergio.—A la otra invitame.

—Claro, si vuelvo a graduarme serás mi primera opción antes que mis papás.

—Más te vale.—Le apuntó.

Música, bebidas y risas, recordando anécdotas con Sergio y los presentes, todos conviviendo y hablando con nostalgia, algunos se burlaban mostrando fotos de Sergio cuando sólo era un adolescente lleno de acné, sintiéndose avergonzado de su propio pasado pero no le molestaba.
Estaba feliz.
No por haberse graduado, sino, por estar junto a sus amigos, algunos que conocía desde demasiados años, cómo Carlos y Alonso, quienes eran los que decían cosas más vergonzosa de él y su pasado.

Pero Sergio no podía dejar de contar los minutos, esperando a que llegase la hora acordada para ver al rubio.

Aunque ese era un problema que debía solucionar: salir de ahí.

Cuando la hora llegó, vió por la ventana el Mclaren del rubio, ni siquiera tuvo que bajarse del auto para saber qué era él.
Se acercó al sofá, tomando el saco de su traje formal para retirarselo, no quería verse tan formal estando con Max, no había ni llegado a su casa para cambiarse de ropa.
Arremangó las mangas de su camisa blanca, dirigiéndose a la salida con sólo sus pertenencias básicas como sus llaves, teléfono y cigarros, pero fue detenido por Charles, quién tomó su brazo haciéndolo parar.

—¿Charles? ¿Qué pasa?—Sergio volteó a verlo con duda.

—¿A dónde vas?—Preguntó demandante.

—Voy a...—Antes de terminar, se interrumpió a sí mismo.—Bueno, a ti que chingados te importa.—se soltó de su agarre con brusquedad, dirigiéndose a la puerta para abrirla y salir, dejando a un muy confundido Charles.

Charles se asomó por la ventana, observando al mexicano subirse a un auto estacionado frente a la casa de Lando, un auto que no reconoció al instante.

—Hola.—Saludó Sergio con nerviosismo al subir al asiento del copiloto.—Bien, ¿Podemos irnos?

—Max miró al mexicano detenidamente de arriba hacia abajo con descaro.—¿Por qué? ¿Huyes de alguien?—Preguntó sonriente, encendiendo el auto y comenzando a conducir.

Apuestas ❛❛Chestappen❜❜Where stories live. Discover now