Apuestas ❛❛Chestappen❜❜

𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

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Era la última noche que pasarían juntos, luego de ello, Sebastian debía de volver a su ciudad para pasar las fiestas navideñas junto con su familia, por más que deseara estar junto al mexicano le era casi imposible cambiar los planes a último momento, así que estaban dispuestos a disfrutarla al máximo pasando el mayor tiempo juntos posible.
Ninguno de los dos había tenido la por de presentar de forma normal al otro ante su familia y, parecía ser que no tenían ningún tipo de prisa por ello.
Habían pasado todo el día juntos, saliendo juntos a desayunar, a hacer ejercicio, a comer y también habían ido de compras por unas cuantas cosas que Sergio iba a necesitar para la semana. Ambos estaban cansados de su larga rutina del día que lo que más deseaban era descansar en la cómoda cama de Sergio.

Aunque los planes cambiaron de manera tan drástica.

Vettel pasaba sus manos por debajo de la ropa de Sergio, quién estaba sobre su regazo, sus cuerpos estaban peligrosamente cerca y sus respiraciones comenzaban a sonar agitadas, Sebastian dejó de atacar los labios de Sergio con besos para continuar con su cuello, apretando zonas de la piel del mexicano con sus largos dedos, tratando de acercarlo más a él.
El alemán alejó su rostro de su cuerpo para así, deshacerse de la camisa de Sergio, dejándola caer sobre la orilla de la cama, admirando su cuerpo con deseo.

Acercó sus labios a su pecho, dejando besos y lamidas sobre sus pectorales, recibiendo suspiros provenientes de Sergio, quién se sentía estremecer por lo tibio de su saliva sobre su ardiente piel. Estaban ansiosos pero también buscaban disfrutar al máximo el tiempo que les quedaba juntos.
Casi de imprevisto las posiciones cambiaron, pues ahora la espalda de Sergio impactaba contra su colchón y Sebastian se acomodaba entre sus piernas, concentrándose en deshacerse de sus pantalones, dejándolo sólo en ropa interior, deleitándose con esa vista, acariciando sus muslos con fuerza, apretando y dejando suaves pero firmes impactos contra ellos con sus manos, besando su cuello con pasión, haciendo a Sergio gemir y enredar sus piernas en su cintura.

—S-Seb...

—Mein Herz?

Alejó su boca de su cuello, empezando a quitarse la camisa, mientras que Sergio miraba con deseo a su torso desnudo, aunque su vista se desvió cuando empezó a quitarse los pantalones.
Sebastian empezó a bajar la ropa interior de Sergio con una mano, mientras que en su otra mano, llevó tres de sus dedos a su boca, dispuesto a empezar con una lubricación.
Cuando retiró su boxer por completo y sintió sus dedos ya húmedos, empezó introduciendo uno de ellos, sacándole un gemido ahogado al mexicano, empezando con movimientos lentos, escuchando jadeos que provenían del cuerpo de su novio.

Luego de no mucho introdujo el segundo dedo, simulando embestidas con ellos, escuchando cómo los sonidos empezaban a aumentar su intensidad, se sentía tentado a dejar de lado esa lubricación y sólo entrar en su pareja, trató de contenerse, pero al escuchar su nombre ser gemido, sintió su fuerza de voluntad desvanecerse, sacando los dedos de la entrada de Sergio para alinear su palpitante erección.

No dió mucho aviso, así que entró de una estocada, tocando con profundidad su interior, recibiendo un chillido del cuerpo abajo suyo, besando sus hombros con cariño para hacer su dolor mas ameno.

—M-Mmm...—Sergio apretó su labio inferior, cerrando los ojos con fuerza.

—No cierres los ojos.—Ordenó con un tono ronco, llevando una de sus manos al rostro de Sergio, tomándolo de las mejillas con fuerza para obligarlo a mirarlo.—Mírame.

Cuando Sergio abrió los ojos, sintió sus labios ser atacados de manera casi agresiva por el rubio, correspondiendo mientras comenzaba a mover sus caderas, empezando con embestidas nada delicadas.