𝐗

2.8K 342 195
                                    

────・:✧∙✦∙✧:・────

Habían pasado dos meses desde que las citas comenzaron a ser constantes, salían todos los fines de semana sin falta, todas terminaban en lo mismo: sexo.
Era demasiado pronto, tanto que para Sergio resultaba vergonzoso.

La espalda de ambos cayó en el cómodo y suave colchón perteneciente al más joven, quién abrazaba al mexicano entre sus brazos, sintiendo la calidez de su cuerpo desnudo y acurrucandose en su pecho, aferrandose a él.
Los progenitores de Max no se encontraban en su hogar, sabían que había alguien con su hijo, pero no tenían idea de quién se trataba ni de la relación que tenía con su primogénito.

Sergio comenzó a acariciar el desordenado pero corto cabello de Max, el cual picaba un poco en su rostro, sintiendo los suaves labios del rubio pasearse por zonas de su cuello, eran besos cálidos y delicados, que le provocaban risas a Sergio.

—Max... Debo irme—Murmuró Sergio, sintiéndose mal al arruinar el momento.

—¿Por qué?...—se separó de su cuello para mirarlo, haciendo en sus labios un puchero.

—Tengo que ir a trabajar y lo sabes.—Acarició su rostro.

—Quédate, yo te pago el día completo, precioso.—Dejó un beso sobre sus labios, el cual le sacó una sonrisa a Sergio, correspondiendo al beso pero separandose a los segundos.

—Sabes que me gustaría, pero, no quiero que me despidan.

Sergio se alejó de la cama, sentándose en ella y buscando por la habitación sus prendas que estaban dispersas por el suelo, Max admiraba a Sergio cubrir con pena sus partes íntimas con la sábana, sintiendo gracia, pues, él ya había visto tanto de Sergio que no entendía la razón de su vergüenza.

—No te cubras, quiero seguir viéndote.—Alegó, recibiendo una mirada molesta de Sergio, riendo ante ello.

No pudo continuar con su risa, pues Sergio le había lanzado una prenda del rubio a su cara, haciéndole reír a un más.
Sergio comenzó a vestirse, aprovechando que Max no se deshizo de la prenda sobre su rostro, ni siquiera parecía importarle.

En cuestión de segundos, Sergio estaba con todas las prendas puestas, dando aviso que Max ya podía retirar la camisa que cubría su rostro, sintiéndose desilusionado al verlo vestido nuevamente. Max se levantó de la cama, sin cubrirse ni vergüenza, acercándose a Sergio para dejar un beso sobre sus labios, acunando su rostro con sus manos, ese beso iba con dobles intenciones y no pasó desapercibido por Sergio, quién se separó, mirándole.

—Debo irme y con unos simples besos no vas a convencerme.—Le sonrío.

—Eres malo, me dejas aquí solo y no me dejas ni darte un beso.

—Luego podrás aprovechar.—Le dió un beso sobre la mejilla.

Se sonrieron por última vez y Sergio se dió la vuelta para comenzar a caminar en dirección a la puerta, pero su acción fue frenada al sentir un azote en su parte trasera, volteando casi al instante y encontrándose con Max, mirándole con fingida inocencia.

—Para que no me extrañes.

—No seas naco.

Max rió.

—Y cubrete que alguien te va a poder ver.

Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación y del hogar de Max.
El rubio buscó por el suelo su ropa interior, poniéndosela y recostandose sobre la desordenada cama, tomando su teléfono que permanecía sobre la mesita de noche, revisando un par de notificaciones que le habían llegado, algunas sin importancia y otros eran mensajes provenientes de sus amigos o compañeros.
Su teléfono sonó, entrando una llamada la cuál contestó no con muchos ánimos.

—¿Qué quieres?

—¿Por qué tan hostil, Max? Creí que ibas a estar feliz luego de estar recién cogido.

—No digas estupideces, George y di que quieres.

—Que te alejes de Sergio, eso quiero.

Max se quedó en silencio.

—¿Y qué si no lo hago?

Se escuchó una risa proveniente del otro lado de la línea.

—No me digas que te encariñaste con él, ¿Qué no recuerdas nuestro trato? Al cual por cierto, accediste sin rechistar sólo para poder coger con un mayor de edad.

No supo que responder, así que George continuó hablando.

—Puedo decirle cuando quiera.

—¿De verdad crees que va creerte?

—Querido Max, ¿Recuerdas aquella noche en que te vi enfrascado en una sórdida y despreciable trampa? Ah, sí, sé que lo recuerdas. Ahora bien, podrías pensar que me conoces lo suficiente como para suponer que no lucharía a tu nivel, pero estás completamente equivocado. No me conoces en absoluto y estoy dispuesto a todo para ver cómo caes, cómo tus mentiras se desmoronan y cómo la verdad te consume desde dentro.

—No te atreverías, si esto se sabe tú también quedarás mal, tú fuiste el que ideó todo.

—Te equivocas, tú fuiste quien aceptó. Así que, querido Max, te sugiero que pienses muy bien tus siguientes movimientos, pues tengo a alguien importante muy cerca, a alguien que merece saber la verdadera naturaleza de tu ser. Sabes que tengo poder sobre ti, que puedo destruir cada una de tus fachadas y hacer que el mundo te vea como realmente eres: un mentiroso, un cobarde y un manipulador. Así que piénsalo bien, Max, porque el tiempo se agota y cada segundo que pasa te acerca más al abismo de tu propia destrucción. Una sola palabra mía y tu vida se vendrá abajo, mientras yo me deleito en la ruina que tú mismo has construido.

Y la llamada fue cortada, dejando a un Max en silencio, mirando a su teléfono con miedo, terror incluso. Se arrepentía de esto, se arrepentía de haber aceptado esa apuesta tan tonta.
No podía excusarse bajo el discurso de "soy joven, no pensé".
No quería a Sergio, no llevaban poco más de dos meses conociéndose, sin embargo, ni él ni nadie merecía algo así.

────・:✧∙✦∙✧:・────








Y TRAKAAPerdón por no actualizar, morí pero reviví, mi gente latino 🎉🙏

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y TRAKAA
Perdón por no actualizar, morí pero reviví, mi gente latino 🎉🙏

Apuestas ❛❛Chestappen❜❜Where stories live. Discover now