Apuestas ❛❛Chestappen❜❜

𝐗𝐕

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Pasó un mes y las cosas habían vuelto a la normalidad, Sergio no se había atrevido a consultar aquella duda que tanto recurría en su cabeza, se excusaba a sí mismo con que no había encontrado el momento indicado o que sólo lo olvidaba.
Pero no era así, él tenía muy presente esa pregunta en su cabeza, su convivencia se volvió a basar en sólo citas ocasionales que solían consumir gran parte del tiempo libre que Sergio tenía, que solía utilizarlo para sus amigos o para pasarla solo, tampoco había vuelto a hablar con Carlos, Leclerc ni ninguno de sus amigos, estaba tan concentrado en su "relación" que los había puesto en un segundo plano.

Aunque había tenido la "suerte" de haber sido invitado por Max a una cita, se sentía emocionado e incluso se había puesto la chaqueta que Max le había regalado el día de la carrera. Había comenzado a tomar un cariño por esa simple prenda, no atreviéndose a usarla casi nunca, pero sentía que hoy iba a ser un día especial, pues había reunido el valor para hacer esa pregunta que Charles y Kelly le habían hecho y que se mantuvo en su cabeza durante todo lo que restó del mes. Era de noche y escuchó el claxon del auto de Max ser tocado, tomando sus cosas con rapidez y saliendo de su hogar, sonriendo al encontrar el auto del neerlandés, quién parecía estar concentrado en su teléfono.

Abrió la puerta y entró al auto, girando para ver a Max quién escribía en su teléfono con rapidez, esperó por unos dos minutos y Max dejó su teléfono a un lado.

-¿Hola?-Saludó Sergio un tanto incómodo.

-Hola, bonito, perdón por no abrirte la puerta.

-No, está bien.-Le sonrió y se puso el cinturón de seguridad.-¿A dónde iremos?

-Pues, pensaba en que podíamos ir a mi casa y, ya sabes. Mis papás no están hoy.

Sergio le miró, sintiéndose un tanto decepcionado, pero asintiendo con la cabeza, creía que iba a ser una salida normal y que quizá saldrían a comer, pero al parecer eso no estaba entre los planes de Max.
El neerlandés empezó a conducir, todo en un silencio sepulcral, no había ni musica ni radio.

-¿Puedes prestarme tu teléfono? Pondré algo de música.

Max buscó entre las bolsas de su pantalón, entregándole el teléfono, permitiendole a Sergio notar que las acciones de Max eran torpes y que sus manos temblaban y sudaban, ¿Tan necesitado estaba? Rió para sí mismo y empezó a teclear en busca de una canción.
La pantalla del teléfono se iluminó mostrando una notificación, un mensaje proveniente de George, uno que llamó su atención, pues, en él parecía citar a Sergio.

"¿Cuánto más vas a seguir con esta mentira, Max? ¿Cuánto más quieres para que dejes a Sergio de una vez? Sabía que eras una perra pero no creí que tan cara."

¿Qué demonios significaba eso? Miró a Max de reojo y entró a la conversación que Max tenía con George, importandole poco haber invadido la privacidad del rubio.
Comenzó a deslizar hacia abajo, leyendo mensajes que solían mencionarlo en más de una ocasión, en su mayoría, de manera denigrante.
Max le escribía a George hablando sobre lo "bueno que era Sergio en la cama", hasta que encontró uno que fue el peor de todos.

"Te apuesto a que podría acostarme con Sergio en menos de dos meses."

Escrito por Max.

-¿Checo? ¿Qué pasó con la música?-Sonaba nervioso.

Su mente empezó a ser invadida de recuerdos, de cosas que había pasado junto al neerlandés, en su mayoría eran recuerdos que involucraban actos sexuales, recordó la primera cita que tuvieron y cuando se enteró de la edad del rubio, recordó cuando le tomó esa foto en ese lujoso restaurante y cuando pasó por él el día de su graduación. Recordó cuando se sinceró con él sobre las razones por las que había dejado de correr.