Donde estas? - Camren.

Capitulo 18

Camila caminaba por los pasillos del hospital como si todo pasara alrededor de ella en cámara lenta, no pensó jamás que ese día iba a llegar, desde que se levantó esa mañana un dolor en su pecho le apretaba e imposibilitaba respirar, pues ese día, ese día Lauren contraería matrimonio con el doctor James Smith.

Mila, ¿estás bien? - le preguntó Callie, al llegar cerca de la chica, pues la vio pasar con la cabeza baja.

He, si, si - le respondió tratando de volver en sí-. Es solo que me desvelé anoche, Sofi se fue a la despedida de Lauren y yo me quedé con los niños -mintió.

Vale pero me tenías que decir y te doy una o dos horas para que vayas y descanses un poco, no es bueno que andes así.

No, no es necesario, estoy bien.

Bueno, pero si no puedes seguir me dices, por cierto, ya he arreglado el tablero, tenemos libre la noche para ir a la boda.

Camila desde que empezó sus prácticas añoraba la palabra "libre" en su calendario, pero esta vez era algo que no deseaba, no quería ir a esa boda, no quería ver a Lauren caminar hacia el altar, le dolía y se odiaba por eso, habían pasado ya varios meses desde su reencuentro y no encontraba sacarla de su mente, no encontraba olvidarse de ese amor que una vez las unió, estaba deshecha ese día, y lo único que deseaba en el mundo era quedarse y hacer guardia.

Le afirmó con su cabeza a Calli y dibujando una sonrisa fingida siguió su camino, deseando que ese día sucediera algo que le imposibilitara hacer acto de presencia en la boda.

Muchas veces cuando se desea algo con tanta fuerza, el universo conspira a tu favor para dártelo, fue eso lo que pasó con la doctora Cabello ese día, aunque no del todo, pudo lograr en parte lo que quería, por motivo de las fuertes nevadas hubieron múltiples accidentes en las carreteras y autopistas, lo que les imposibilitó tanto a ella como a Callie salir del hospital a tiempo, la doctora Cabello agradecía al destino ese atraso, no se alegraba por las muertes y heridos, eran cosas que iban deslindadas, aunque ese día su corazón también estaba muerto y herido.

Camila se quitó los guantes, seco el sudo que corría por su frente y se lanzó a un sofá cercano, sentía que su cuerpo no podía más, estaba agotada a un nivel altísimo.

Me siento igual o peor que tú - le dijo Callie, sentándose a su lado.

La doctora Smith tenía las manos en su rostro, se notaba el cansancio y la tristeza en ella.

No fue culpa tuya Call, no se podía hacer nada por el - le trató de animar.

He presenciado la muerte muchísimas veces, estoy acostumbrada a ello, pero en lo que no termino de acostumbrarme es en ver morir a un niño, eso es algo que por más que pasen los años siempre te va a tocar el alma, siempre te va a dejar en el suelo - le dijo, soltando un suspiro.

Tranquila, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, ahora el está en un lugar mejor - le dijo, tomándola de la mano.

Gracias Mila, ¿tienes aún ánimos de ir a la celebración? - le preguntó, haciendo que los nervios de la doctora Cabello hicieran acto de presencia, por un momento esta última pensó que se había librado de eso.

No los tengo a decir verdad, pero se que tú debes ir y no quiero dejarte sola, vamos a tu casa nos alistamos y cumplimos, pero solo por unas pocas horas, ya luego no podré sostenerme en pie.

Callie la miró con una amplia sonrisa y se acercó a ella para besar sus labios, luego con pocas fuerzas se dirigieron al apartamento de la doctora Smith para proceder alistarse.

Mientras Camila tomaba una ducha caliente iba repasando en su mente la situación, diciendo para sus adentros una y otra vez que todo estaba perdido, que hoy Lauren iniciaba una nueva etapa en su vida y que lo que hubo entre ellas quedó en el pasado, debía concentrarse en el ahora, en Callie y su carrera que cada vez iba mejor, era considerada la pasante más capaz, responsable e inteligente de todo el hospital, eso era lo que necesitaba para poder mantener su mente y su corazón distraídos de esa otra parte de su vida que aún le dolía.

No se había percatado que la doctora Smith había entrado al baño sin ropa y se aproximaba a entrar a la ducha con ella, fue entonces cuando sintió las manos de la mayor en su cintura cuando cayó en cuenta de lo que iba a pasar, Callie comenzó acariciar su abdomen con delicadeza mientras dejaba cálidos besos en su hombro, Camila se relajó y empezó a disfrutar de ese roce.

¿Cómo puedes tener ganas con este cansancio? - le preguntó en un susurro Camila, mientras sentía como Callie jugaba con su centro.

Contigo siempre tengo, no importa el momento, ni la hora, siempre estoy pensando en hacerte esto - le respondió.

Camila sintió como Callie introdujo poco a poco su dedo dentro de ella, haciendo que soltara un leve gemido de placer, se dejó llevar un momento y luego sin previo aviso sacó a la doctora de la ducha, se la llevó a la cama y tuvieron un placentero y salvaje sexo.

Estás hermosa - le dijo Callie, mirando a la chica.

Camila había optado por un vestido largo color rojo, con una abertura en la pierna derecha, tenía el cabello en una cola alta y un maquillaje que hacía resaltar sus facciones, Callie sin embargo, esa noche llevaba un vestido negro largo con un escote muy sensual en sus pechos y espalda, su cabello rojo suelto y un maquillaje sencillo pero que le hacía lucir más hermosa de lo que ya era. 

Tú estás deslumbrante, aunque mostrando mucho tu perfecta cirugía estética - le dijo, con su mirada fija en los pechos de la mujer.

Pues ese arduo trabajo del doctor Linch hay que mostrarlo al mundo - bromeó.

Las chicas se tomaron de la mano y salieron en dirección a la celebración, el doctor Smith había reservado en uno de los hoteles más lujosos de toda la ciudad.

Cada vez que se iban acercando más a la recepción los nervios de Camila le golpeaban con fuerza, no se sentía preparada para ver a Lauren, para que la realidad le diera una bofetada, había soñado tanto con el momento de volverla a ver, de volver a estar con ella, pero el destino había sido cruel, se la devolvió pero ya no era de ella, estaba comprometida y nada podría cambiar eso.