02

6.1K 308 100
                                    

EZEIZA - ARGENTINA

—Estas todo el día con tu vieja amor, llego de entrenar y sigue ahí, no pode' decirme que te senti' sola.

Gordo porfis, además mamá no puede ayudarme tanto con Valen como lo hace Anto...Aparte le viene re bien respirar otro aire.

Estuvo estudiando en Manchester, que se quede allá.

Amor....

Cristian resopla pasando la diestra por su frente, recién terminaba el entrenamiento con la selección para enfrentarse al día siguiente contra Paraguay y se sentía cansado físicamente como para también cansar su mente debatiendo en si llevar a su cuñada a vivir con ellos o no por lo que suspira—Bueno Karen, saca los pasajes nomas.

Gracias amor te amo y extraño un montonaso.

Yo mas gorda.

Apaga su celular y saca su camiseta colgandola a un lado de su hombro para comenzar a caminar hacia los vestidores cuando escucha la voz de Lisandro hablando con afinidad.—Ay gorda, yo más.

—No, yo mas gordo—Nahuel le sigue la corriente y se tiran besos entre ellos.

Cristian ríe estirando su pierna para estampar su pie en la cadera del cordobés—Bueno cierren el orto eh.

—¿Y esa carita? ¿Que pasó morocha de mi corazón?—se suma Nicolas a la ronda recientemente armada entre los defensores abrazando por los hombros al morocho.

Él chista ladeando su cabeza—Nada mi mujer.. no le basto con llevar a su vieja que ahora quiere llevar a la hermana.

Los tres defensores dicen "Ah.." que logra escucharse en unísono—Negro, la vida es así, te juntas con una mina y atrás de ella vienen la mamá y las hermanas, mas ahora que estás en tu mejor momento—dice el mayor de todos, Lisandro y Nahuel asienten apretando sus labios y alzando sus hombros seguido de un "Y bue".
Igual ¿Qué te quejas? vas a ver todos los días a esa madre—muerde su labio cerrando los ojos.

—¿A mi suegra?—Cristian frunce las cejas.

Otamendi niega arrugando su nariz—Por Antonella lo digo salchicha.

Él chista, Lisandro y Nahuel ríen —Es una pendeja ota..

—Como me gustan a mi.

—Pendeja de pibita digo eh.

Nicolas hace montoncito con su mano frunciendo el ceño y murde su labio—Ah si una bebé—chista—esa ya come sola.

El morocho aprieta sus labios y ladea su cabeza negando, no estaba de acuerdo en lo absoluto y de tan solo recordar la vez que convivió con su cuñada le irritaba imaginarla.
Ve a los demás alejarse y va detrás de ellos mientras se cuestiona si hizo bien en darle el okey a su mujer, no llevaba ni tres meses viviendo en Londres y ya tendría que compartir espacio con la familia ajena a si.
Sentandose en uno de los escalones de la entrada al predio bajo la luz del sol rasca su barba mientras Antonella vuelve a su cabeza, no puede evitar pensar en lo difícil que iba a ser su vida a partir de ahora, de por si, aguantar a su suegra se le hacía casi imposible y ahora iba a tener que "aguantar" a la menor, que, por lo que había vivido en Córdoba la tenía como una chica engreida,soberbia y que siempre quería llamar la atención a cada lugar que fuera.
Todavía recordaba aquella vez que lo dejo en ridículo con casi toda la familia Cavaller, como lo descansaba por el club en el que estaba, por la forma de hablar, etc. Ríe pensando una respuesta para cada una de las gastadasde aquel día que de no ser porque quería caer bien en la familia, las hubiese dicho sin problema alguno, pero niega rescatandose de que ya habían pasado cinco años de aquel acontecimiento.

BABY LOVER | Cuti RomeroWhere stories live. Discover now