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La presencia de Antonella en la casa había marcado un antes y un después,tanto en la relación de la pareja como en el humor de ambos, que anque eran siempre muy alegres y energéticos, el cuidado de un bebé los terminaba consumiendo al final del día, tanto que ni siquiera podían tener intimidad o compartir algún momento juntos. La rubia no solo tenía el poder de hacer dormir a Valentino cantándole con una voz dulce y tierna haciendole creer a Cristian que esas canciones de Britney Spears que le recitaba a su sobrino en realidad eran las de la granja en inglés y solo trataba de inculcarle el idioma desde chiquito. Sino que también animaba al par, por primera vez después de ser mamá Karen podía asistir a esas cenas de trabajo que postergaba, salir con amigas y pasar tiempo a solas con Cristian, al igual que él, que aunque la vida del morocho se basaba en entrenar y comer bien, ahora podía cada tanto organizar algún que otro almuerzo con compañeros del club y compartir con los mencionados. Podría decirse que todo esto gracias a ella ya que era quien aprovechaba el tiempo a solas con ambos para escucharlos y aconsejarlos.
Es por eso que en cuanto el entrenador del Tottenham les dio días libres a los jugadores el defensor no dudó en proponerle a su pareja a pasar unos días en Manchester además de que la suspensión le cayó como anillo al dedo, le vendría bien ver a su amigo semanas antes de viajar a su país para el partido contra Uruguay.
Mientras tanto, la vida de la menor en la ciudad inglesa -sacando ese terrible suceso ocurrido hace noches atrás-, dentro de todo marchaba bien, eso de que Antonella era el centro de atención de cualquier lugar cuando estaba presente como pensaba Cristian, era verdad, solo que lo era sin siquiera intentarlo y estaba al tanto de ello. En cuanto ponía un pie en el gimnasio, el lugar que mas frecuentaba, los ojos de la mayoria de los hombres iban a ella, cualquiera podría decir que su cabellera rubia, sus ojos, su sonrisa, era lo que la destacaban, pero la verdad era que aquello que llamaba la atención de todos era su personalidad y eso ella lo sabía aprovechar, sabía que podía conseguir lo que quisiera con tan solo chasquear sus dedos, así se había manejado en Manchester y Londres no sería la excepción. Lo que había pasado con Richarlison le había quitado el sueño, pero no podía dejar de ser ella, no podía perder su esencia y en sus planes estaba arruinar al brasilero cueste lo que le cueste, todo a espaldas de Cristian que se habia encargado de reventarle la cara al delantero en uno de los entrenamientos.
Comiendo el último chocolate de la caja y corriendo a una velocidad increíble el botón del control, busca una película que pueda lograr mantenerla despierta. En una hora Alejandro Garnacho, el jugador con el que había entablado relación en su convivencia en Manchester tendría que pasar por ella para ir a una juntada que uno de los jugadores del Chelsea organizaba, mira su celular una vez más y suspira cuando ve la hora, doce y media. El brasilero, por su parte, no solo le había mandado flores y bombones toda la semana, sino que también le mandaba tarjetas que les dejaba al sereno del country para llevarla a los lugares mas caros y finos de la ciudad , todo con tal de conseguir el si y el "perdón" de la cordobesa, el plan de ella claramente no iba a marchar bien si le cortaba el rostro, por lo que aceptaba los chocolates y las flores que al final del día terminaban en el tacho de basura. Limpiando su labio inferior con su pulgar revisa su celular, Thiago Silva, quien organizaba la reunión, había subido a su lista de mejores amigos una historia aunciando que ya esperaba a los invitados en su casa.
