Toda tu vida se te fue editando y publicando los libros de los autores prometedores del momento, este trabajo te ha traído reconocimiento y riqueza... Sin embargo, nunca fuiste genuinamente feliz, ya que cuando fue tu momento una editorial malvada c...
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Un hombre de cabello gris y azulado, con barba alargada y lentes volvía a tocar las puertas del segundo palacio aunque ya fuera tarde y empezará a llover, era insistente, después Kifaji tiene la misión de revisar que estuvieras bien, pero desde que Farena y Kamala se fueron a las tierras de la selva eterna para atender a un Cheka enfermo hace un mes, desde hace varios dias ya no le permiten la entrada del palacio, al inicio creyó que era por su estado de sirviente menor, después de todo el jefe de mayordomos era un noble clasista...
Pero desde hace una semana no dejan al médico real entrar tampoco con la excusa de "La segunda princesa no se siente cómoda con una víbora de médico así que pidió otro" eso activó las alarmas del pájaro, ya que ____ ha expresado que sae siente más segura con el médico Ushari que otro doctores.
-Abran Soy Kifaji del clan del Calao pico rojo abran, vengo a ver a la segunda princesa- Dijo Kifaji hablando con fuerza para que le abrieran, pero solo salió el jefe de mayordomos que era un hombre chita de mirada afilada.
-Oh si es el pajarraco... Ya te lo dije ... Lárgate- Dijo sin respeto alguno al anciano.
-Señor Kifaji para usted, no nací en cuna noble como usted, pero eso no significa que no merezca respeto por mis años de servicio- Dijo el hombre pájaro con un notorio tono de regaño.
-¿Viniste a eso? Por que si es así ya puedes irte por donde viniste, que quiero ir a dormir- Volvió a hablar el felino con irritado.
-No me ire a ningun lado hasta que me deje ver a la princesa _____- Dijo Kifaji firme cruzándose de brazos -La señorita está en fase avanzada de su embarazo y no sabes nada de ella, ni siquiera el príncipe Leona sabe de ella y él necesita saber de esposa y cachorro-
-Ja, el príncipe está más ocupado en la guerra como para perder el tiempo pensando en una coneja y un cachorro, deje de molestar y lárgate- Dijo el chita soltando un gruñido para intimidar.
Kifaji dio unos pasos para atrás y se giró, parecía que se iría -... Ve a lo que me refiero, segundo príncipe....- Dijo el viejo mayordomo y de la oscuridad del lugar los pasos pesados del león se escucharon, aun tenía su armadura puesta y lanza en mano, hasta parecía tener un par de manchas de sangre fresca en su vestimenta, como marcas de que ni siquiera se cambió para venir acá, su cabello estaba trenzado para que no fuera estorboso en la batalla, el maquillaje de guerrero aún lo tenía aunque desgastado y sus ojos demostraban una frialdad que helo la sangre de este mayordomo.
-¡¿P.. Príncipe leona?! ¡Pero usted debe de estar en el frente del campo de batalla!- Dijo nervioso el chita comenzando a temblar
Leona solo se acercó al chita y sin duda o aviso le entregó la cabeza ya reseca de un hombre rinoceronte -Ya maté al general... Solo faltan los líderes del clan... Ahora .. ¿Dónde está mi esposa y mi cachorro? ¿Por qué no dejan que Kifaji, quien yo escogí personalmente para cuidar a mi hembra, pasé a verla? ¡¿Y PORQUE MI MEDICO DE CONFIANZA TIENE PROHIBIDO LA ENTRADA DESDE HACE UNA SEMANA?! -
El chita asustado miró a Leona y luego a Kifaji -Cuando le dije que yo tenía comunicación directa con el príncipe y le contaría todo ... No estaba mintiendo como usted decía...- Dijo Kifaji con una pequeña sonrisa socarrona -Ahora déjenos pasar-
El chita parecía que iba a protestar o poner algún tipo de excusa en la que intenta pedir ayuda a sus superiores, pero no había ni balbuceado ni la primera palabra cuando la lanza de Leona se movió con una agilidad y velocidad que no le permitió al chita esquivarlo, sacándole su ojo izquierdo.
-¡¡AAAAAAAAAAAAAaaaaahhh!!- Grito el hombre chita cayendo de rodillas agarrándose el ojo que le falta
-Para ser un chita eres demasiado lento, muévete...- Ordenó Leona fríamente y sin inmutarse por el sirviente herido en el suelo, con un ligero movimiento de sus lanza se guardó el arma de nuevo en su espalda
El encargado del palacio secundario, aun sintiendo que se moría de dolor, se arrastró al otro lado dejándolo pasar.
Leona comenzó a caminar por el sitio llamando a su esposa, primero en voz alta y como no había respuesta de ella comenzó a perder la paciencia y llamarla a los gritos que parecían más bien rugidos, tenía un mal presentimiento terrible, cuando llegó a la habitacion principal del palacio, el que se supone que tu compartes con él, se encontró con la habitación estaba completamente vacía y con aspecto de que nadie la usado en un largo tiempo, no simplemente una simple semana.
-¡¿EN DÓNDE ESTÁ MI ESPOSA Y CACHORRO?!- preguntó furioso el león a los sirvientes que se habían levantado al escuchar los rugidos, estaban a aterrorizados por el aspecto tan fiero y enojado del príncipe.
-b..bueno emm t.. tal vez ella se e..es ca- Pero la mucama no acabó esa frase ya que Leona la sostuvo de la mandíbula y sus ojos brillaron, llenos de ira, amenazando a usar su magia única.
-¡¡NO ME VENGAN CON ESAS MIERDA!! ¡¡CONOZCO A MI MUJER Y SE QUE NO ESCAPARÍA!! Menos con mi cachorro- Rugió Leona en la cara de la aterrorizada mamá -Solo lo preguntare una vez más y si la respuesta no me gusta ¡Volveré a todo el mundo arena aquí y ahora! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI ESPOSA?!-
-¡¡E.. EN EL SÓTANO.. EN EL SÓTANO!!... LL.LLeva a .. Ahí va.. Vários días! ....- Dijo aterrada la anciana mucama alzando las manos, cerrando los ojos sintiendo el frío aliento de la muerte.
Luego la mujer soltó un grito de terror cuando sintió como su cuerpo se iba resecando y resquebrajando hasta volverse granito y luego arena que se fue con el viento.
-¡¡E.. ELLA LE DIJO LA VERDAD!!- Exclamó otra sirvienta al ver que de todas maneras convirtieron arena a su compañera
-Y yo dije que si no me gusta la respuesta volvería a todo el mundo arena- Dijo el León con tanta ira en su mirada, que parecería que no tuviera piedad ni siquiera por las mujeres del lugar ¿Porque les tendría piedad a estas personas que maltrataron a su familia cuando él te prometió que te cuidaría?
El general león se movió por el lugar y activando su magia hasta llegar al sótano, mientras las personas a su alcance se volvían arena, llenando el palacio con gritos de terror y dolor, el único que se estaba salvando del castigo era el hombre chita tuerto, ya que era el jefe de todos y este horrible tipo sujeto sería el que le rendiría cuentas en cuanto ponga a _____ y su cachorro seguros, pero cuando llegó a la habitación bajo tierra su ira creció aún más, ya el lugar olía a sangre y no había rastro de ti en ningun lado.
Mientras que tú tampoco estabas en la mejor de las situaciones, después de todo estabas a media sábana, con ambas piernas rotas y tratando de proteger a tu cachorra de perros salvajes.
