Toda tu vida se te fue editando y publicando los libros de los autores prometedores del momento, este trabajo te ha traído reconocimiento y riqueza... Sin embargo, nunca fuiste genuinamente feliz, ya que cuando fue tu momento una editorial malvada c...
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El consejero Vanrouge echaba un vistazo rápido a la cabaña secreta que alguna vez usó para esconder a Malleus sus primeros años de vida, cuando las hostilidades con los reinos vecinos aún era intensas y en la que crió a hijo adoptivo Silver toda su infancia, el lugar parecía a haber sido traído a sus viejas glorias, pero con ese toque femenino que solo tu podias darle.
-¿Desea que inspeccionamos el sitio señor?- Preguntó un soldado de bajo rango
-No, lo haré yo mismo en compañía de guardián Zigvolt- Respondió Lilia con seriedad -Ustedes vayan a vigilar los alrededores, nosotros nos encargaremos aquí- Ordenó el mayor a lo que los soldados obedecieron al acto saliendo del sitio.
Sebek estaba por hacerle un comentario a Lilia sobre lo bien que envejece en sitio cuando, cuando vio como Lilia abandonó su actitud más seria y deja salir su lado cute y nostálgico de golpe.
-¡No puede ser! ¡Mira todo esto! ¡Sin duda la reina supone poner esta cabaña en orden y mira, mira Sebek ¿Te acuerdas?- Exclamó Lilia emocionado corriendo a una esquina del salon donde habia algunos juguetes -¡Con estas espaditas de palo solían jugar Silver y tú, Malleus podía pasar horas mordiendo este murciélago de peluche cuando era chiquito, esta era la mantita que Silver usaba para dormir y hasta remendaron!!- Dijo el pelinegro soltando un par de lágrimas de emoción.
-... No sabia que guardo esas cosas vergonzosas maestro- Dijo Sebek sintiendo algo de vergüenza ajena.
-No solo eso, también guardo tus fotos de bebé que tu madre me regaló- Dijo Lilia como si nada mientras seguía revisando el sitio.
-¡¡¿QUE ELLA HIZO QUE?!!- Grito ya sonrojado de la vergüenza.
-¡Mira por aca! ¡Sacó la vieja cuna de Silver y la limpió! ¡También está usando las pijamitas que Malleus usaba!- Exclamó emocionandose de nuevo, pero al mismo tiempo parecía que buscaba algo, revisando los estantes de un par de muebles lo encontró -¡¡AJA!! ¡Aquí está, sabía que no lo tiraría!- Celebró el hada murciélago mostrando su descubrimiento.
El Guardaespaldas de la familia real pasó de estar avergonzado de que desempolvaron sus recuerdos de la niñez, a que le brillaran los ojos llenos de admiración, estaba en presencia del huevo del que nació la princesa que brillaba como cuarzo blanco y perlas recién salidas del mar.
-¡¡ESE.. ESE EL HUEVO DE LA JOVEN WAKA-SAMA!! ¡¡ES HERMOSO, ES PERFECTO!!- Grito Sebek emocionado, pero acto se llenó de dudas al verlo más de cerca -Pero... ¿Es normal que sea blanco y tan pequeño? Recuerdo que una vez nos mostró el huevo del que nació Waka-sama y era bastante más grande, tambien era de color y brillante, como la obcidiana pulida- Comento algo preocupado de te esto no fuera normal.
-Los huevos de los que nacen los dragones hembra son mucho más pequeños que de los que nacen los macho, así se define el género del bebé antes de que rompa el cascarón- Explicó Lilia para calmar a su discípulo -Tampoco te preocupes por que sea blanco, quiere decir que la bebé es albina-
