Toda tu vida se te fue editando y publicando los libros de los autores prometedores del momento, este trabajo te ha traído reconocimiento y riqueza... Sin embargo, nunca fuiste genuinamente feliz, ya que cuando fue tu momento una editorial malvada c...
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Tanto Lilia como Sebek no entendían el malestar de su majestad, no creen que sea el padre celoso... ¿O si?
Hasta que tu hablaste -Ee.. Eem ¿Tu también quieres cargarla?- Dijiste con una sonrisa nerviosa, ahora que lo piensas no le has ofrecido cargar a su propia hija.
Ahí tanto Sebek como Lilia se dieron cuenta de lo que estaba pasando, aparte de la reina nadie más había cargado a la princesa... Hasta ahora, siendo Sebek el primero en cargar a la joven gobernante.
-Lo.. Lo.. ¡¡LO SIENTO MUCHO WAKA-SAMA!! ¡¡NO TENÍA IDEA QUE USTED NO HABÍA CARGADO A SU HIJA CUÁNTO LO SIENTO!!- Grito Sebek sintiendo que acababa de deshonrar su papel de guardián de la familia real, después de todo no hay honor más grande de ser el primer hombre de cargar a una joven princesa.
"Tranquilo Sebek, tu no lo sabias, ademas tampoco quiero que me cargue esa vieja lagartija y no creo que le importe tanto" Pensó la bebecita dragon importandole muy poco los sentimientos de su padre biológico.
-Des.. Descuida Sebek, cómo ibas a saber que yo aun no lo había hecho- Comentó Silver con calma tratando de controlar la peligrosa situación
-Es cierto, con toda la conmoción en el pueblo no tuve la oportunidad de cargar a mi pequeña- Dijo Malleus tratando de calmarse y forzar una sonrisa para no asustarte a ti o a la pequeña, ya se acercó hasta ustedes con paso seguro siendo seguido de cerca por Silver al mismo tiempo que extendía sus brazos -No te preocupes Sebek, no estoy molesto contigo pero me permites cargar a mi hija- Pidió ya más calmado acercando sus manos hasta Aurora.
Pero esta con su mente calculadora espero hasta que estuviera a centímetros de tocarla para soltar un potente chillido característico de una cría de dragón pidiendo ayuda y abrazados mas al pecho del peli-verde, tanto tú como los demás se quedaron sin palabras.
-Yo... Yo no hice nada, lo juro- Susurró el pobre Sebek queriendo que se lo trague la tierra en ese mismo instante, se siente honrado de que la princesa le haya tomado cariño, pero es peor momento para que lo demuestre.
-Al parecer la princesa no quiere separarse aun de Sebek mi niño jeje... Dejala un ratito con él- Dijo Lilia intentando calmar las cosas al mismo tiempo que reía un poco nervioso.
-Pero.. Pero..- Susurro Malleus aun con las manos extendidas y miró a su hijita con una sonrisa -Anda pequeña ~ Deja que papi te car...- Acercó nuevamente intentó tomar a la bebé sus manos.
Pero Aurora que aún seguía llorando ahora usó su cola para golpear la mano de Malleus, todos se quedaron congelados hasta los soldados, todos esperaban un grito de Malleus o el enojo del rey, pero más bien parecía que iba a llorar mientras aguantaba un puchero, su hija lo odia, su hija no quiere ser cargada por él ¿Que hizo mal?
-Ay ven pequeña, no llores, no llores mi bebe- Dijiste ya tomando a Aurora de los brazos de Sebek ya meciéndola para calmarla -Ya ya pequeña yaa~- Comenzaste a arrullar a la pequeña para que dejara su berrinche
Malleus por un momento te miro para luego mirar a Sebek y le frunció levemente el ceño por la situación, el pobre soldado cocodrilo sentía que se quería morir ahí y ahora ¿Acaso este pequeño desliz le costará su puesto de guardaespaldas de la familia real? ¿Esto costará por traición de alguna? Ahí Lilia vio que era momento de intervenir, además de que los soldados estaban bastante conmocionados por todo lo que vieron.
-Muchachos, muchachos mejor pasemos a la cabaña, que no es bueno que la pequeña esté afuera, el fresco de la tarde le puede hacer causar un resfriado- Se apresuró a hablar de nuevo el mayor antes de que esto escale aún más, por lo que tanto tú como Malleus y sus hombres de confianza entraron -Ustedes esperan aquí, vigilen que nadie nos interrumpan- Ordenó Lilia a los soldados quienes asintieron obedientemente y tomaron sus posiciones alrededor de la cabaña para vigilar.
Pero ya estando dentro la situación no parecía mejorar, Aurora aun lloraba, Sebek se fue a una esquinita para no llamar de nuevo la atención de la princesa ni provocar más la furia de su Waka-sama, Malleus aún parecía deprimido por el rechazo de su hijo, ni Silver ni Lilia estaban seguros de que decir para animar los aires.
-Sssh.. Ssssh.... Calma Aurora, se una buena niña- Al ver que tu pequeña no se calmaba empezaste a tararear una nana leve y delicada -Pequeña~ Pequeña~ No sufras ya~ Alguien quizás espera por ti~- mirabas a tu pequeña con cariño al mismo tiempo que esta te regresaba la miraba aun con carita enojada.
"¿Qu.. Qué clase de canción de cuna es esa? No la conozco" Preguntó Aurora mentalmente extrañada, pero dejo de hacer pucheros para prestarte atención
-Alguien que quiera entregarte su amor~ Para todo un pequeño hay un protector~ Dar cariño con Lealtad~ Alguien que brindar ~ comprensión y Amistad ~ y Así la vida pasara~ y el creador premiará la bondad~- Cantabas mirando a tu pequeña que te miraba con grandes ojitos tu sonreiste.
No te diste cuenta, pero los otros cuatro varones en el salon se te quedaron mirando bastante sorprendidos, más que todo Lilia y Malleus, el hada murcielago por que es muy dificil hacer callar los lloros de una cría recién nacida de dragón, pueden llorar por horas por que tiene muy buenos pulmones, y Malleus por que al escucharte cantar y verte tratar con tanta dulzura a la hija de ambos, recuerdo lo hermosa que eres y lo amables que eras con él antes de que empezaras a distanciarte de él, antes de que todos te lastimaran a sus espaldas.
-Pequeña~ pequeña no sufras ya~ Alguien quizás espera por ti~ Alguien que quiera entregarte su amor~- Empezaste a acariciar la pancita de tu pequeña para hacerla reír pero ya cabeceaba, fue un dia largo y la canción es relajante -Para todo pequeño hay un protector~- Terminaste de cantar mientras tu pequeña sonreía nuevamente mientras que se quedaba dormida -Eso, así te ves mas linda mi pequeña~-
Ya levantaste la mirada y te avergonzaste un poco al notar que eras el centro de atención de los presentes.
-Eeemm... Creo que ya puede cargar a la pequeña majestad- Comentaste aun un poco sonrojada mientras aprovechabas que tu bebecita ya caía dormida y era la oportunidad perfecta para que Malleus la cargara, este saliendo del estupor del momento asintió y extendió las manos ya algo nervioso de despertar a la bebé y empezara a llorar con fuerza de nuevo.
Así que con cuidado le pusiste a la pequeña en sus brazos, al principio el dragón parecía muy nervioso, ya que no estaba seguro de lo que estuviera haciendo bien ¿Y si la lastima por accidente o la asusta? por algo se aferró a Sebek cuando él se acercó, pero todas las dudas del se dispersaron y le brillaron los ojos de ternura cuando al fin cargó a su pequeña y la pudo ver con detenimiento.
La última vez que cargo a un bebé fue a Silver, pero ni esa ocasión se sintió como ahora, era una calidez que sentía florecer en su pecho y ese amor prácticamente salió de la nada pero nació al instante que pudo tener a su hija en brazos, Malleus olvido por completo que él no fue el primero que cargo a la dragoncita, eso no importaba, lo único que le importaba es que ya tiene a su pequeña sana y salva entre brazos.
-Juro que te voy amar y proteger por siempre... Mi pequeña- Esa fue la primera promesa que Malleus le hizo a Aurora y tu no pudiste evitar preguntar si de verdad la cumpliría.
