Toda tu vida se te fue editando y publicando los libros de los autores prometedores del momento, este trabajo te ha traído reconocimiento y riqueza... Sin embargo, nunca fuiste genuinamente feliz, ya que cuando fue tu momento una editorial malvada c...
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El rey Vil Schoenheit al fin llegó de regreso a su palacio, estaba molesto y caminando con pasos pesados que remarcaban el sonido agudo de su tacón en el azulejos del piso, no era para menos su enojo, pese a su luto por la reciente muerte de su padre al poco de casarse, el rey venenoso quiere ser un buen esposo y padre, pero no a sido sencillo para él y el perderse el nacimiento de su hijo seguro hará que la relación ya distante con su esposa se ponga peor.
Sin embargo conforme iba caminando por los pasillos del palacio notaba que algo había cambiado, los miembro parecían bastante nerviosos, también vio a varias sirvientas con asustadas y con vendajes en sus rostros, algunas incluso caminaban cojeando como si contuvieran un enorme dolor.
-... ¿Qué rayos pasó en lo que no estuve?- Dijo el chico mirando alrededor algo irritado.
-No lo se, pero parece serio- Dijo Rook mirando también alrededor sin saber qué está pasando pero nota las heridas de algunos sirvientes...y ¿alguien tiene la boca cosida?
-¡Majestad!- Exclamó un consejero que llegó casi que corriendo el dúo de rubios -Su majestad Vil, que bueno que regresa antes de su visita al ducado Rothbart ¡Debe hacer algo con la reina, se volvió loca después que dio a luz!- Explicó el político bastante contrariado.
-¡¿Cómo se volvió loca, le hizo algo al bebé?!- Exclamó Vil alarmado por la seguridad de su hijo.
-No, pero después que tuvo a las gemelas no a dejando de atacar salvajemente a la servidumbre y no permite que ninguno de los miembros del consejo y ministros conozcamos a los bebés, también se niega a decir quien es la primogénita, hasta amenazó con cortarle la lengua a Eduard si le dice a alguien-
-Gemelas... ¡¡TUVO GEMELAS!!- Grito Vil ahora asombrado, ya que los gemelos y mellizos con algo muy raro en su reino y son visto como símbolo de un linaje mágico poderoso y próspero para el reino.
-¿Es agresiva con las niñas?- Preguntó Rook viendo como Vil se alteraba y se emocionaba.
-... No, en realidad es super sobreprotectora, pero eso no tiene justificación de sus ataques psicóticos- Dijo el consejero.
-Huh... Entonces yo lo veo normal, las mujeres cambian mucho después de dar a luz, o eso solía decir mi padre, vamos Roi du poison a conocer tus hijas- Dijo Rook ya emocionado por conocer a sus sobrinas-no-sobrinas
-Oh, cierto, cierto... La familia ante todo, andando- Dijo Vil ya saliendo de su estupor.
-¡Pero majestad! ¿Y el comportamiento salvaje de la reina?- El consejero intentó detener al oji-amatista, pero este solo lo fulmino con la mirada.
-¿En serio te quejas por esas pequeñeces?- Dijo Vil con tono severo -Mi madre, mi abuela y mi bisabuela antes que ella hacían cosas muchísimos peores a los sirvientes que las molestaban, como echarles aceite hirviendo en la cabeza o arrancarles la piel de la cara, así que en el futuro no quejes por estas minusias-
Y con eso el rey venenoso siguió con su camino a tus alcobas privadas, siendo seguido de cerca por su cazador y dejando atrás a un muy inconforme consejero que fue a buscar al resto de consejeros y ministros para presionar a su majestad a que haga algo con su esposa.
Tú por tu lado estabas encantadas cuidando de tus hijas, las deidades dijeron que tardaria un dia o dos, pero ya van 4 dias, no es de extrañar, el ducado Rothbart queda algo lejos, pero para ti esto es muestra también de que estas tratando con la versión del rey venenoso de la editorial, el que es egocéntrico, solo piensa en ser el más bello de todos y es completamente indiferente con sus hijas y la deja a merced de su madrastra Ovette.
Bueno también puede ser que no le a tiempo avisaron como en la versión de tu manuscrito en la que querías mejorar un poco al personaje del rey, hacerlo más humanos y menos un villano caricaturesco y vacío, pero eso dependerá de cómo vaya la discusión, si es tu primera versión el aceptara el divorcio después de aclarar que lo haces por su salud mental, si se rie en tu cara que ni reciente la muerte de su padre es la editorial y si mas bien te pelea más la del nuevo manuscrito que estabas escribiendo, pero ya lo describirás muy pronto, ya que escuchabas como un guardia anunciaba la llegada de su majestad y tocan tu puerta.
-¿Por qué está cerrada con seguro?- Se escuchó la Vil al otro lado.
-Majestad... ¿Qué desea que haga?- Preguntó la mucama que te hacía compañía muerta de miedo, ya que no quiere acabar como las otras, con cicatrices incurables o la boca cosida por hablar mal de ella o las bebes.
-Déjalo pasar y por cierto...- Dijiste mirando de reojo a la mucama -Victoria necesita el seguro del pañal en la parte de atrás ya que le gusta estar acostada boca abajo y Catherine por delante ya que ella es boca arriba, no al revés- Hablaste con un tono tan serio que parecías que querias matar a la tipa, mientras que cada las gemelas que estaba cada una un brazo tuyo miraban también a la mucama, Catherine como si la regañara y Victoria como si pidiera perdón por lo grosera que es su madre y hermana.
-¡¡LO.. LO LAMENTO SU MAJESTAD LA REINA!! ¡Es que aun tengo problemas para distinguir a las princesas, son como dos gotas de agua, exactamente iguales, tratare de hacerlo mejor- dijo la mucama espantada apresurándose a cambiar los seguros de las bebes.
-Deja de dar excusas, termina rápido con las princesas y abre la puerta- Demandaste de manera severa.
Estos últimos 4 días entre las mucamas engreídas, los nobles con lengua venenosa y los políticos entrometidos y sisañosos sacaron lo peor de ti, por eso tuviste que adoptar esta actitud de "Reina Malvada" y ser grosera con todos, en algunos casos hasta te volviste violenta y aplicaste castigo crueles, pero era necesario para garantizar la seguridad de tus hijas, una vez quedabas a solas con tus hijistas salía lo mejor de ti, demostrando a tus gemelitas cuanto las quieres, tu misma las bañas, vistes, alimentas, ya que despediste a la nodriza que te quisieron meter, las atendidas por la noche, la ayuda que las sirvientes es mínima ya que no querías perderte nada de la experiencia de ser mamá por cansado y complicado que fuera.
Finalmente la sirvienta te regreso a las bebés y se apresuró a abrir las puertas de la habitación, dejando pasar a un disgustado Vil, no estaba contento con que lo dejaras esperando puerta afuera y lo que alcanzo a escuchar de tu regaño también le pareció extraño, ya que normalmente eres mucho más amable con la servidumbre que atiende y dejas pasar lo errores menores, pero sus pensamientos quedaron de lado cuando finalmente entró en sitio te vio a ti descansando en cama con las bebés en tus brazos, era ver versiones en miniatura de sí mismo, tan pequeñas, tiernas y delicadas, parecían un par de muñequitas de porcelana.
-Son... Son adorables...- Susurro el rey ya acercándose a la cama para ver a las niñas de cerca, a Victoria le brillaron los ojitos de emoción, su papá piensa que es adorable, pero Catherine más bien miraba a su padre con cierta indiferencia.
-Felicidades rey Vil, es padre de gemelas- Dijiste recibiendo a tu esposo con una sonrisa -¿Verdad que son lindas querido?-
-Si, se parecen muchísimo a mi- Comento Vil mirando con detenimiento a las pequeñas, mientras mas las observaba más dulces le parecen, incluso empezó a sentir algo cálido en su corazón, como lo había sentido en ellos -Son preciosas _____, hicistes un buen trabajo, las dos son perfectas- Agregó empezando a sonreír para la pequeñas, quienes se miraban entre sí y luego a su papá
-Que bueno que te lo parecen y espero que te grabes muy bien la imagen de ellos en tu mente... Porque esta sera la unica vez que las veas- Esas palabras tuyas hicieron que Vil perdiera la sonrisa ya mirándote -Quiero el divorcio...-
