Terror máximo

El Hack de Mario

Los juegos de video siempre me han encantado, siempre me consideré bueno y además le ponía a cada uno que jugaba mi corazón, había cumplido ya mis 30 años, los cumplí con cierta depresión, tenía un trabajo estable no el que yo quería, pero marchaba bien en la vida, pero no se puede negar que el mayor amor en mi vida no había sido ni Érica, Juana o Violeta, sino los Videojuegos los cuales crecí con ellos.

Como ya era adulto, solvente económicamente y al no tener esposa, novia o algo de esto, mis vacíos los llenaba con videojuegos, por este motivo me daba lujos, buscaba por MercadoLibre consolas que nunca llegue a tener, mi jugoteca era tan fértil y grande. Me hacía un poco de gracia que una consola tan legendaria como la Nintendo de 8 bits no estuviera en mi colección, la había tenido, pero en mi niñez.

Ciertos problemas familiares, una mamá con enfermedad, me prohibieron durante muchos años poder comprarme una de esas consolas, era difícil encontrar una en el mejor estado posible, quizás será por diferentes rumores me entere de una venta de garaje, una que realizaba una persona China que además tenía un negocio bastante grande y era popular por traer cosas de videojuegos.

Fui a aquel lugar, no perdí mi tiempo, allí se encontraba una Nintendo de 8 bits en perfectas condiciones, con una serie de juegos metidos en una caja muy discreta.

-¿es tuya? – le pregunte al chino.
-No, no, la tengo hace muchos años, me llego, pero no tengo más información, la verdad es que, no me siento cómodo vendiéndola, porque no sé en qué estado esta, la pongo allí por si la quieres tener como un Ítem de coleccionista, si no te funciona vienes para acá y la devuelves. – me confeso.
-¿pero de donde viene o qué? – trate de indagar más.
-No, simplemente llego a mis manos, quizás la compre en otra venta de garaje, la verdad, nunca la probé. – me responde nuevamente.

Hacemos un intercambio de dinero por la venta, me llevo mi flamante Nintendo nueva, con los dos controles de fábrica junto con la caja de juegos. Cuando llego a mi casa, sentado en shorts, coloco la consola, le paso un trapo, se encuentra perfecta como si recién saliera de la fábrica, me sentía que volvía a los años 80.

Tomo la caja, comienzo a sacar los juegos, allí se encuentra Contra, Castelvania 3, juegos interesantes, entre todos ellos encuentro uno que no tiene caratula, no tiene nada, a lo cual lo miro extrañado y decido que ese es el primer juego que probare.

Conecto todo a un televisor viejo que tenía reservado para otras consolas, hundo el juego cerrando la tapa de la NES de 8 bits, presiono el botón de encendido con el pulgar, la consola enciende y en ese momento mi sonrisa creció de oreja a oreja, se trataba de Mario Bros, el original, ni más ni menos, tomo el control que lo siento muy pequeño para mi mano, suele suceder cuando las personas quieren revivir la infancia, se siente muy diminuto, me acomodo en el sillón pero noto algo que va al contrario de mis recuerdos.

En la pantalla original uno puede seleccionar si quiere jugar con Mario o Luigi, aquí decía Player 3 y no se encontraba nada más, en ese momento pensé “quizás es una versión de china o una Nintendo que vino especialmente de China con ciertos cambios, esto había ocurrido en otras épocas”, mientras comienzo a jugar.

Mi felicidad se vio opacada rápidamente cuando me di cuenta que el juego se encontraba buggeado, la pantalla no se veía del todo bien, la música era más profunda de lo que recordaba, los signos de interrogación que te daban cosas estaban machacados, era como si alguien hubiera jugado el nivel y no se hubiera reseteado. Me fastidio bastante, esto revelaba que no era una versión alterna, sino que el juego estaba dañado.

Comencé a caminar, la imagen comenzó a volverse errática, los enemigos clásicos estaban detenidos en el tiempo, no se movían en lo absoluto, los colores no eran como los recordaba estaban más apagados. Fue fácil terminar el nivel por lo menos hasta la mitad cuando los gráficos empezaron a volverse algo como se puede describir errático, ya hacía el final por las escaleras la imagen temblaba, no se veía bien, definitivamente el cartucho estaba dañado, eso no me detuvo, yo quería ver hasta dónde podía llegar, no había asta al final del nivel, así que proseguí, no hubo información de que había ganado el nivel como en los viejos tiempos, aquí no, seguí de largo al nivel subterráneo y aquí todo comenzó a ponerse tenue.

El nivel estaba totalmente dañado, la música se vio reemplazada por un chirriante sonido que no podría describirse como melodía o algo de eso sino como un ruido molesto, tuve que bajar el volumen. No me estaba sintiendo bien, pero decidí seguir de largo por el nivel, me encontré con un champiñón enorme, esto no lo recordaba, a decir verdad, pensé que se trataba de un Hack en este juego, no quería perder porque no me había vuelto grande no había tomado una flor, no quería empezar del principio otra vez, así que salte el champiñón y seguí de largo.

Cuando estaba por terminar el nivel, me di cuenta que el tubo verde tenia sangre en los bordes, no podía creer lo que veía, pensé “¿acaso se trata de un Hack malicioso?, algo de lo que hablan en la Deep Web a menudo”. En ese momento el corazón aumento su ritmo, no podía entenderlo ni imaginar que pasaba, comencé a asustarme y sentirme nervioso por el ruido insoportable, eran como gritos de fondo. Entonces mi corazón dio un gran vuelco cuando desde el lado izquierdo de la pantalla apareció un monstruo enorme, uno que yo sabía que era el champiñón que había saltado antes, pensé con desesperación, con el corazón agitado y las manos sudándome “¿Qué diablos paso aquí? ¿Qué hice mal? ¿Debí haberlo matado o aplastado?”

Entre en shock en el momento que el monstruo alcanzo al personaje, lo último que vi fue el techo de mi propia habitación cuando caí golpeando con mi cabeza la baldosa del suelo, comencé a convulsionar mientras vomitaba, mis brazos temblaban, me coloqué en posesión fetal…

La policía revisaba la casa cuando encontraron el cuerpo de Antonio, se preguntaban si el juego había matado a este sujeto, nunca lo supieron, pero lo extraño de todo es que al tener una madre demasiado enferma las pertenencias de Antonio pasaron a ella. Fue un golpe muy duro para la señora y ella vivía de la ayuda de sus amigos, los pocos que tenía, en algún momento tuvo que colocar a la venta las cosas de su fallecido hijo, las cosas que no eran recuerdos preciados.

La Nintendo volvió a pasar de manos a otra persona, a otro amante de lo retro, este amante del retro gaming consiguió el cartucho metido dentro de la consola, tal como lo había dejado Antonio, cuando este nuevo comprador sentado en el suelo frente al televisor encendió la consola, contemplo la pantalla de presentación, esta vez el inicio decía “Player 4” …