Capítulo veintiocho

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Narra: HANS

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Narra: HANS

Desearía matarlo de solo pensar que estuvo con ella. Tengo que hacerlo.

Venus me enseña una foto donde aparece claramente el rostro de Lency junto con una persona encapuchada a su lado.

—¡¿Qué mierda es esa fotografía?! —le saco el seguro al arma.

—¡Yo no sé nada! —comienza a gritar, desesperado —. Lo envió el recepcionista del motel porqué ayer se habían ido sin pagar, queria saber si los conocíamos.

Venus me mira y me hace una señal para irnos. Agarramos todas nuestras cosas y corremos hasta la recepción.

—¿Ya se van? —nos pregunta el chico de la recepción.

—¿Viste a esta chica ayer? —Venus le muestra una fotografía de Lency desde su celular —. ¿Con quién estaba?

El chico me mira fijo y tarda unos segundos en responder.

—Vinieron ayer, estuvieron en una habitación pero solo se quedaron dos horas —dice —. siempre se escuchan gritos aquí, ya saben... pero estos eran diferentes. Hice sonar su teléfono pero nadie respondió, luego de un rato él salió encapuchado como si no quisiera que nadie lo reconozca y ella parecía estar llorando.

''Él.''

—¿En qué habitación estuvieron? —pregunta Venus.

—En la habitación número ocho —responde él, confundido —. Lo siento, pero no puedo darles mucha información sobre mis clientes.

Venus se acerca a él, insistente.

—¿Pudiste ver con quién venía la chica?

—No puedo decirles, lo siento.

Miro a mi alrededor, y le preguntó:

—Las cámaras —apuntó hacia arriba  —.¿Podemos verlas?

—Lo siento, pero necesitan una orden policial para eso—sus ojos se dispersan al escote de Venus.

—La única manera de que venga la policía ahora es pegándote un tiro —le muestro el arma —. Déjanos ver las cámaras.

—Lo siento... —tartamudea, nervioso—. Pero no puedo decir nada. Es información confidencial de la policía.

—¿La policía estuvo aquí?

—Yo los llame cuando esos dos sujetos se fueron sin pagar, y esta mañana vino un oficial a llevarse las grabaciones.

Venus camina hacia la salida, la sigo sin decir nada y subimos al auto.

—¿Y ahora qué? —Venus se recuesta en el respaldo —. Lency está viva, o lo estaba hace un par de horas.

—No deberías preocuparte, la policía ya tiene las grabaciones. Te llevaré a tu casa, tienes que descansar.

La carreta se ilumina cuando enciendo el coche.

—¿Y tú qué harás? —me pregunta.

—Dormir —miento.

Narra: LORD

Me siento a su lado. Ella se muerde las uñas y no deja de mover sus pies.

—¿Qué te sucede? ¿Estás nerviosa? —le pregunto.

Me mira fijo y sonríe.

—Se me fue de las manos, si la policía descubre qué yo estaba...

—Creí que tenías todo bajo control.

—Lo tenia, hasta que ella lo arruino todo. —agarra una piedra y la tira al lago —. Esa maldita foto...

—¿Te deshiciste de ella?

—Es lo que voy a hacer —sonríe —. Pero me gusta tener en mi poder lo que todos están buscando en este momento. Quieren saber quien soy.

—¿Eso te da placer?

La mira fijo, sin que ella lo haga.

—Un poco, después de todo es lo que merecen.

—A veces creo que te confundiste de villano —confieso —. Y a la verdadera persona que tienes que castigar, no lo haces.

—Es mi padre después de todo.

—¿Cuando le vas a decir a tu madre la verdad?

Mira hacia abajo y se pierde en sus pensamientos. Digo su nombre una vez pero me quedo en silencio cuando escucho a alguien acercarse.

—¡Entra a la casa! —le ordenó.

Me pongo de pie y caminó hacia el bosque. Veo a Hans bajar del auto.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto.

Él enciende un cigarrillo y dice:

—¡¿Por qué nombraste a Elizabeht?!

—No sé de qué estás hablando, ¿para qué viniste?

Hans libera el humo de sus labios y camina hacia mí.

—¿Estas solo? Quería hablar contigo.

—Sí, pero no puedes pasar, es muy tarde. Vuelve a casa.

Intento qué mi rostro no revele mis nervios. Hans mira detrás de mí con el ceño fruncido.

—Creí que ya la habías superado —le digo —. Lo digo por Elizabeth.

—Sí, ya sé por quién lo dices. Regresaré mañana.

Hans se da la vuelta, él siempre hace eso cuando nombro a Elizabeth. Él realmente la amaba y no soporta cuando hablo de ella. Aún no puede perdonarme lo que hice.

Siempre fui la sombra de mi primo, tal vez por ser hijo del pastor o por qué yo no tuve las mismas posibilidades. Desde muy chico quería ser como él, tener lo mismo que él y cuando vi a Elizabeth supe que era mi oportunidad de tener algo. De ser mejor que él en algo.

Ella se acercó a mí en una fiesta, creo que había peleado con Hans y estaba muy borracha. No pensé que halagar su vestido iba a provocar que me bese, pero dejé que sucediera. Le dije cosas bonitas y luego la lleve a mi casa. Ella se desvistió rápido, casi sin culpa podría decir, y yo por fin sentí que Hans no era mejor que yo.

Pasaron los días y fui hasta la casa de Hans a decírselo. Lo hice la misma noche que a ella la asesinaron, tal vez no fue una coincidencia. No lo hice por qué la culpa me estaba matando, sino porque quería verlo sufrir. Quería que supiera qué no podía tenerlo todo.

NOTA DE AUTORA: No sé olviden de votar y comentar. Los dejó seguir leyendo.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora