Capítulo cuarenta y nueve

7.7K 528 35
                                    

Narra: Venus

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra: Venus

Mi padre ya no habla conmigo, ni siquiera se sentó a la mesa la noche que ella murió. Al otro día, mi padre decidió que la entierren junto a mi hermana. Estaba demasiado dolió y yo podía darme cuenta.

Ambos estamos parados frente a su lapida, él no dice nada, excepto cuando le preguntó:

—¿No deberíamos hacerle un velorio como la gente? Necesitamos despedirnos de ella.

—Despedirte no va a calmar el dolor que sientes.

—¿Entonces qué pretendes? —Intento no llorar pero el nudo en la garganta aparece —. ¡¿Qué quieres qué vayamos a la cárcel y asesinos a Maria?! ¿Quieres que haga eso?!

Él me mira fijo, sus ojos están rojos como si hubiese llorado toda la noche.

—Perdí a una hija, a mi mejor amigo y a mi mujer en un mismo día, haría cualquier cosa para volver el tiempo atrás, y se qué nada los va a traer devuelta —Su mirada esta perdida —. Eres lo único qué tengo ahora, no hagas ninguna locura, por favor.

Mi padre se va hacia el auto. Me quedo mirando la lapida de mi madre, unas cuantas lagrimas empiezan a brotar de mis ojos, y entonces, comienzo a recordar la noche donde todavía eramos una familia.

24 horas antes del asesinato de Elizabeth:

—Venus... —Elizabeth grita mi nombre desde su habitación. Yo estoy sentada en la cama junto a Mia —. ¡Venus!

—Espérame aquí —le digo a Mia y voy a su habitación.

Abro la puerta, ella sale del baño con una de sus pelucas.

—¿Cómo me veo? —ella sonríe, mirándose en el espejo.

—¿Por qué tienes una maleta de viaje? —Señalo.

Elizabeth sonríe con nerviosismo.

—Voy a ver a una persona —Revolea los ojos —... especial.

—¿Un cliente?

—Mejor que eso. —No puede evitar sonreír con emoción .

—¿Para qué me necesitas?

Se acerca a mí y me susurra al oído:

—Tengo que confesarte algo —Se pone seria —: vas a ser tía.

Casi empiezo a los gritos cuando me dice que es una broma. Elizabeth se ríe a carcajadas y se incorpora para decirme:

—Mañana vamos a pasar toda la noche juntas, podemos pedir comida y ver algo en Netflix, ¿qué dices?

—Voy a salir con Mia y Lency al callejón.

—Por favor... —Me toma de la mano —. Necesito qué estemos solas, solo una noche y no te voy a molestar más. Lo prometo.

—¿Estás bien? —le pregunto, confundida.

Ella sonríe, tratando de hacerme creer que todo esta bien.

Esa misma noche Elizabeth ceno con nosotros, estuvo cerca de mi madre lo más que pudo. Supo hacerla reír a pesar de lo qué estaba por hacer.

—¿Qué estas planeando, Elizabeth?—Ella se pone tensa —. ¿Pasó algo con..?

—No digas eso, te dije que lo olvides. Solo fue un mal entendido.

—¿Jamás me mentirías con algo así, verdad?

—Nunca —dice Elizabeth mirándome a los ojos —. Lo prometo, créeme qué solo fue un mal entendido.

Veo a Elizabeth irse por la noche.Cierro los ojos pero no logro conciliar el sueño. Esa noche me invade una pesadilla, de las que parecen tan reales que te hacen despertarte con lagrimas en los ojos.

Elizabeth aparece a la mañana siguiente con los ojos rojos como si hubiera estado llorando, se oculta en su habitación y nunca baja a comer hasta qué oscurece.

Esta noche estamos solas. Solo Elizabeth, yo y una confesión:

Me quedo en shock ante lo qué acaba de decirme.

—Acabo de enterarme, volví del medico recién —Me dice ella con los ojos hinchados. Sus rodillas se aflojan y cae rendida al piso —. ¡Lo siento, tanto!

Niego con la cabeza.

—Me lo prometiste, dijiste que no tenia que preocuparme por eso.

—Intentaba protegerte —Sus palabras se cortan con el llanto —. Voy a irme de aquí, lejos. Puedes acompañarme, nadie sabrá lo qué pasó y nos encargaremos de esto luego.

¿Cómo puedes decir eso? —Le grito a mi hermana. ¿Te volviste loca o qué?

Los ojos grises de Elizabeht se humedecen pero intenta no quebrarse.

—¡¿No me crees verdad?!

Mi cabeza da mil vueltas, siento que voy a vomitar.

¿Cómo? ¡¿Cómo puedo hacerlo?! —Todo mi cuerpo tiembla —. !¿Cuantas veces me engañaste para salirte con la tuya?!

Se acerca a mí, furiosa. Me acorrala contra la ventana y comienza a gritarme.

—¡Intentaba protegerte pero eres tan ingenua, Venus. Nunca te das cuenta de lo qué pasa! —me grita —. Tú misma lo viste.

Le doy una cachetada con fuerza.

Intente ayudarte pero se ve que ya llegaste por completo a la locura —La empujo —. ¡Vete, vete de aquí. Todo esto es tu culpa!

Ella comienza a llorar mirándome fijamente con una mezcla de dolor y rabia.

''Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad'' —Me sonríe con melancolía y se va.

—¡¿Y eso a qué viene?! le grito pero ya esta lo suficiente lejos como para responderme.

Elizabeht tenia un plan, iba a escaparse con su nuevo amor Hans del cual creía que era padre del bebé que se estaba gestando en su panza. Pero estaba equivocada, por que alguien mucho peor llevada la sangre de aquel bebé, y por alguna razón tenia miedo.

Esas fueron las últimas palabras de Elizabeht antes de morir, y las últimas palabras que escucho de mí. Ella tenia razón, siempre la tuvo pero no fui tan valiente como para protegerla.

Nunca estuvimos solas realmente esa noche.

Elizabeth bajo las escaleras y se encontró con el verdadero asesino. El verdadero padre del bebé que ella llevaba en la panza.

Vino por ella, y yo supe quién era.

NOTA DE AUTORA: Holis, ¿como están? ¿Por que creen que estaban peleando Venus y Elizabeth esa noche?

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora