Capítulo treinta

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Narra: Lency

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Narra: Lency

¿Si tienes la oportunidad de salvar tu vida a cambio de la vida de las personas que más amas, que harías?

Todo el mundo juega a hacer esa pregunta, ¿pero qué hay cuando se vuelve real? ¿mis sueños? ¿Y todo lo que me falta por vivir?

Crecí en una familia tipo, con buenas amigas y en un pueblo tranquilo, o eso era lo que creía. Pero todo cambia cuando empiezas a guardar secretos. Y yo tenía más de uno.

Todo empezó en la fiesta de Halloween del año pasado, Elizabeth todavía estaba viva pero había alguien que quería que no lo esté, y yo lo supe esa noche.

Fiesta de Halloween

—¿Si voy a hablarle a algunos de esos chicos piensas que le gustaría bailar conmigo? —le preguntó a Venus.

—Inténtalo —me anima.

Me acerco a Dylan, es un año más grande pero parece interesante. Cada vez que me acerco a él parezco más pequeña, siento su perfume desde aquí y sus ojos negros sobre los míos.

Nunca fui muy segura de mí misma para acercarme a un chico, pero mis amigas siempre lo hacen y yo tengo que hacerlo.

—Lency... —él dice mi nombre acercándose a mí —. ¿Cómo estás? ¿Viniste con tus amigas?

—No me dejaron opción —contestó, imitando una sonrisa amigable —. ¿Quieres tomar algo?

Dylan asiente con la cabeza y al paso de unos cuantos minutos terminamos de tomarnos tres cervezas cada uno. Empiezo a sentirme más confiada, mi cuerpo es más ligero y mi boca también.

—¿Cómo te sientes?

—Más relajada —respondó —. ¿Eso significa que estoy borracha?

Dylan pone sus manos sobre mi cintura.

—O que estás en buenas manos.

—Puede ser.

Me lleva hasta el bosque, donde nadie puede vernos y la música apenas se escucha. Lo beso y él me corresponde. Presiona su cuerpo contra el mío, siento un cosquilleo por todo el cuerpo y sus manos levantándome el disfraz. Abro los ojos, pero él no deja de besarme.

—Espera —le digo —. Dylan...

Se aleja de mí, prepotente y me queda mirando.

−No quiero hacerlo aquí, lo siento.

Se toma de la cabeza y empieza a reírse.

—¿Eres de esas que quiere hacerlo en un lugar romántico? ¿Con alguien especial? —me toma del rostro con fuerza —. Esa mierda no existe, Lency. Ya no eres una puta niña.

—Es mejor que me vaya —me doy la vuelta pero Dylan me toma del brazo con fuerza y me hace caer al piso.

Yo no soy de las que saben decir algo cuando están en estas situaciones. Suelo quedarme callada y ese es mi problema.

—¿Eres virgen, verdad? —me pregunta, mirándome con asco —. De seguro tus amigas se averguenzan de ti, por lo menos ellas no tienen miedo a estar con un chico.

—No tengo miedo...

—Demuéstralo —él se baja los pantalones —. Chupamela.

Mi mamá siempre me dijo que no debía hacer cosas que no quería, me habló sobre decir que no y cómo alguien podía quitarte todo en un segundo. Pero jamás me dijo lo peligrosos que podían llegar a ser los hombres.

Me pongo de rodillas ante él y abró mi boca para complacerlo. No siento nada más qué asco y arrepentimiento. No puedo evitar llorar mientras lo hago. Cierro mis ojos, no puedo tolerar ver como pone sus ojos en blancos y goza. Cuando Dylan termina me quedo rígida en ese mismo lugar, no soy capaz de moverme.

—Si le dices a alguien sobre esto se burlaran de ti, ¿no crees? —me dice Dylan —. ¿Qué pensarán tus padres, o tus amigas?

Asiento con la cabeza, avergonzada. Una vez que él se va me seco las lagrimas y me pongo de pie.

—Hay irnos—le digo a las chicas—. Por favor...

—¿Qué sucedio?—me pregunta Mia—. ¿Él te hizo algo?

Venus intenta abrazarme pero comienzo a desesperarse.

—¡Debemos irnos ya! —insisto.

No pude hablar con nadie de lo que pasó, hasta se lo confesé a una persona. Me dijo que no era mi culpa pero yo seguía pensando lo contrario. Creí que esa persona era la correcta para contárselo, pero me equivoque porque esa misma persona estaba detrás de Elizabeth, la odiaba más de lo qué yo podía odiar a Dylan por lo que me hizo.

Desde que le conté lo que me había pasado me uso para que guarde su secreto, me hizo hacer cosas que yo no quería y me obligó a desaparecer esa foto donde estaba con Elizabeth junto con ella a su lado.

''Si abres la boca, te juro que todo el pueblo se va a enterar qué se la chupaste a Dylan por qué te dijo que eras una virgen.''

Fui estúpida e inocente. Pero no quería que nadie sepa lo qué pasó esa noche y yo misma me condene.

Venus me mandó un mensaje, quería saber quien era la persona que estaba en la fotografía con Elizabeth. No podía decirle, así qué me reuní con esa persona en el lago.

—¿Tienes la fotografía? —me dice.

—¿Qué vas a hacer con ella? —le preguntó—. ¿No crees que ya llegaste muy lejos?

No responde mi pregunta.

—Te voy a dar la fotografía pero no quiero estar involucrada en nada más —le pido —. Por favor...

—Esta bien, como digas.

Le entregó la fotografía y regreso a casa pero nunca llego a mi destino.

Por no saber decir que no cometí constantes errores en mi vida, y hasta el día que me muera pagaré por ellos. Y tal vez, no falte mucho para ese día.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora