Capítulo sesenta

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Narra: Jefe de policía

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Narra: Jefe de policía

—Encontramos al bebé —me grita mi compañero desde la radio.

—¿Un bebé? ¿Qué bebé?

Me sudan las manos.  Tuvimos que enviar tres operativos hacía el lugar donde recibimos el llamado de Venus Parker a través de la radio de su padre pero tardaron veinte minutos en llegar y eso es demasiado tiempo para escapar.

—La choza esta vacía —Me informa mientras escucho desde el otro lado sus pasos y su respiración agitada—. Mierda... —susurra él.

—¡¿Qué sucede, Lion? ¿Lion?! —Me pongo de pie con el corazón acelerado.

—Encontramos un cadáver —Tarda unos segundos en responder —. El cuerpo corresponde al de Mia Baker. Recibió dos disparos...

Dejo de lado la radio y me tomo la cabeza. Maldigo entre dientes.

«Si tan solo nos hubiéramos dado cuenta antes», pienso.

—¿Encontraron algún rastro de Venus Parker o Hans Wist? —le pregunto.

—Como si no hubieran estado aquí...

Saco de mi bolsillo mi medicación y con las manos temblorosas me las llevo a la boca.

—¡No podemos permitir que asesine a alguien más! Hay que encontrar a ese malnacido lo antes posible.

Escucho a los perros ladrar a través de la radio.

—Tengo que irme jefe, parece que los perros encontraron algo más.


Narra: HANS WIST

—¿A donde me llevas? —Lo miro a través del espejo retrovisor —. Hace dos malditas horas estas conduciendo sin decirme nada, ¿este es tu truco de manipulación?

Michael mira al frente fijamente mientras conduce, no importa lo que diga nunca cambia su expresión. Mis manos están atadas con dos precintos y mis pies junto a un candado que engancho al asiendo delantero.

—¿Me estás llevando lejos para asesinarme como lo hiciste como Elizabeth?

—Yo no asesine a Elizabeth.

Por primera vez en dos horas me mira.

—¿Cómo tampoco lo hiciste con Lency o Mia, no?

—Cada una de ellas tomaron una decisión, tú también lo hiciste. Entraste por esa puerta y por eso estas aquí.

Detiene el auto frente a una casa. Baja del auto, yo miro hacia todos lados, nervioso. Me toma del brazo y me baja del auto.

—¿A donde me llevas? —Intento resistirme —. ¿Qué es este lugar?

La casa se encuentra en medio de la nada, no hay arboles, ni otras personas. No puedo reconocer en donde estamos. Hay un silencio desgarrador, que hace erizar mi piel y me pone muy nervioso. 

Él me guía hacia la casa, saca una llave de su bolsillo y abre la puerta. Realmente me asusta cuando las luces se encienden y la decoración es idéntica a su casa en el pueblo. Pardeado un par de veces, creyendo que me estoy volviendo loco. Pero me doy cuenta que en verdad el loco es él.

Construyo dos casas idénticas. Una qué está frente a la mía, donde vivía con su familia y esta, en medio de la nada.

—Esta noche dormirás en la habitación de Venus —me dice con tranquilidad —. Espero que no intentes ninguna estupidez, tengo cámaras en toda la casa y las puertas desde adentro se abren con un código de seguridad.

Mil cosas pasan por mi cabeza pero escapar es lo único que me interesa. Nunca había sentido tanto odio y miedo como ahora.

Aun veo el cuerpo de Mia suplicando... Me pregunto si Venus esta bien, si esta tan asustada como yo lo estoy ahora. Solo espero que la policía me este buscando y lo hagan rápido.

Subo las escaleras con él a mi lado y me recuesto en la cama de Venus. Desajusta la cadena de mis pies pero nunca deja de apuntarme con su arma. Pienso miles de cosas, pero una vez que cierra la puerta todo se desvanece.

La pieza es idéntica a la de Venus, me da hasta escalofríos. Pareciera que clono cada mínimo detalle de la casa, excepto por las ventanas selladas.

Miro hacia arriba y encuentro una de las tres cámaras que están dentro de la habitación.

Sin darme cuenta me quedo dormido. Exaltado, me levanto de la cama por el ruido insoportable de la alarma. Me acerco a la puerta, esperando a que él la apague.

Golpeo la puerta con los pies.

—¡Apaga esa mierda! —grito.

Pero de repente, las luces se apagan y la alarma deja de sonar. Retrocedo y con la imposibilidad de mis manos atadas, busco algo para liberarme. Escucho a alguien acercarse a la puerta y mi corazón comienza a latir con rapidez.

—¡¿Qué esta sucediendo?! —grito, pero él no responde.

Los pasos cada vez se hacen menos audibles hasta ya no escucharlos. Presiento que es unos de sus trucos de manipulación.

—¡¿Vas a asesinarme?! —oigo gritar a Michael.

Se escuchan ruidos y gritos desde lo lejos. Golpeo la puerta, pidiendo por ayuda.

—¡¿Quieres recrear la escena de esa noche, verdad?! —dice él.

A continuación escucho a alguien bajar las escaleras, parece como si estuviera corriendo, o escapando. Oigo ruidos, y un disparo. Exactamente fueron tres.

Luego el silencio inundo la habitación, excepto por mi respiración agitada. No sé cuanto tiempo pasa hasta que vuelvo a escuchar a alguien acercándose hacia la puerta.

Retrocedo, pero los pasos cesan. Golpeo la puerta y con desesperación grito que alguien me saque de aquí. La incertidumbre y el silencio me desestabilizaban. Cada vez siento que me cuesta más respirar. Tanto que pierdo la noción del tiempo y me desmayo.

''Todo estará bien'' susurra ella a mi oído.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora