Capítulo 12

182 23 6
                                    

Jungkook y Yoongi dejaron de hablar en cuanto la puerta de la oficina se abrió. El castaño no demoró en levantarse al ver a su madre salir, seguida muy de cerca por su hermano mayor. Yoongi se limitó a quedarse sentado, esperando por lo que pasaría, intentando controlarse porque probablemente lo que vería no sería nada bueno y sabía que, por Jungkook, no debía intentar sacarle los ojos a esa víbora que pretendía llamarse a sí mismo una buena madre.

―Mamá, yo de verdad... ―Empezó a decir Jungkook, completamente
en vano.

―¿Tienes idea de la vergüenza que estoy sintiendo en este momento?
―El menor cerró la boca, incapaz de hablar. ―Eres un desastre en los estudios, jamás pones demasiado de ti. Sé que te vas a detención continuamente y he tenido que sobrellevar la idea de que mi hijo menor es un bueno para nada ―El castaño bajó la cabeza, el de cabellos
cenizas empuñó sus manos ante la rabia. ―Pero jamás, jamás esperé que me llamaran porque te has involucrado en una pelea, Jeon Jungkook. ¿Sabes lo que pasaría si otras familias se enteran? ¿Cómo se supone que miraré al resto si es que saben que tengo un matón por
hijo?

―Yo no soy un-

―¡Silencio, no te he dado permiso para hablar! ―Exclamó. ―Haces las cosas mal, ¿y además pretendes contradecirme? ―La mirada de la mujer era tan fría como un tempano de hielo. ―¿Has pensado siquiera en cómo afectaría esto a tu hermano? Seokjin es un chico ejemplar, Jungkook, y tú sólo mancharás su reputación si el resto se llega a enterar de que tienen la misma sangre ―Llevó una mano a su frente, negando con la cabeza. ―Pero cierto, no es como si te importara la posición de tu hermano de todas formas. Porque él, quien siempre intenta ayudarte, sólo recibe malos tratos de tu parte.

―Mamá, Jungkook no-

―Shh ―Levantó la mano, deteniendo al mayor que, como siempre, intentaba interferir por su desastroso hermano menor. ―Te han suspendido por una semana, Jungkook, y además tendrás que cumplir servicio comunitario. Realmente estoy esperando que te tengan arrastrando cajas por todo el día, porque no quiero ver tu cara por un buen rato. No te atrevas a aparecerte frente a mí, ¿me has escuchado? ―El menor se limitó a asentir, aún con la mirada baja. ―Y vete a pie a casa o toma un autobús, porque yo no pienso llevarte. Nos vemos en casa, Seokjin ―Finalizó, alejándose de los tres chicos que contenían el aliento.

Yoongi pudo sentir perfectamente como antes de irse una mirada filosa de su parte caía sobre él y se sorprendió de su fuerza de voluntad para no levantarse en este instante y gritarle en la cara que realmente era un ser humano despreciable y Jungkook era demasiado bueno como para pensar que compartían la misma sangre. Alzó la mirada, encontrándose con la imagen de su mejor amigo que lucía casi como un alma en pena, y aunque quiso aclararle cuan errada estaba su
madre en tratarlo de esa forma, fue incapaz de decir algo cuando un
tercero interfirió.

―Dios mío, Jungkook ―El semblante solemne de Seokjin se quebró,
mostrándose casi desesperado mientras revolvía su cabello. ―¿Qué pretendías al involucrarte en una pelea de tres? ¡Eres un niño! ¡Pudiste haber terminado en el hospital! Y solucionar las cosas de esa forma...
―Negó con la cabeza, completamente decepcionado. Yoongi quiso saber si al menos el idiota de buen corazón le había preguntado qué había sucedido realmente y cómo se encontraba, pero seguramente la respuesta sería un rotundo no. ―Y la manera en que actuaste allá adentro... ¿¡al menos entiendes que estaba intentando ayudarte!? ¡Sólo tenías que guardar silencio!

―No pedí tu ayuda ―Respondió de manera cortante. Su mirada oscura
también era incapaz de expresar algo.
―¡Te estoy ayudando porque eres mi hermano menor, idiota! ―El castaño continuó en silencio, sólo mirándolo. Seokjin suspiró observando la hora en su celular y peinó nerviosamente sus cabellos luego de verificarla. ―Voy atrasado a mi reunión, ¿ves lo que haces?

―No pedí tu ayuda ―Repitió, ahora casi como un murmullo.

―¡Ya que has sacado al resto de sus quehaceres, al menos podrías
mostrarte un poco arrepentido! ―Jungkook apartó la mirada, respirando pesado. ―¿Qué? ¿Ahora pretenderás simplemente ignorarme? Estoy intentando tratarte como un adulto, Jungkook, pero con tu actuar
demuestras seguir siendo el mismo niño irresponsable y testarudo de
siempre

El castañito cerró los ojos, aún sin voltear hacia el mayor. Y aunque
Seokjin seguía haciendo una lista de todas las cosas que el menor hacía mal, Yoongi lo conocía demasiado bien como para saber que su intención no era hacerse el tonto, sino que estaba al borde de colapsar y estaba haciendo uso de toda su fuerza para no ponerse a llorar frente al rubio.

―Jungkook ―Lo llamó con voz suave, obligándolo a girarse a él. El castañito lo miró con ojos oscuros y brillantes, y su corazón dio un vuelco al tenerlo en ese estado frente a él. ―Ve a hablar con tu profesor de fotografía, ¿sí? Avísale que estarás ausente una semana. De paso habla con Lalisa para que verifique que sigues respirando ―Una suave sonrisa se curvó en labios del menor, quien estaba notoriamente agradecido con su amigo por contenerlo.

―Sí, ve a tu club y luego espérame fuera de la sala de juntas, nos iremos
juntos a casa ―Seokjin estuvo a punto de irse tras decir eso, pero la voz del más bajo lo detuvo.

―No lo hará ―Ambos se miraron. ―Me llevaré a Jungkook a mi casa después de esto, probablemente se quedará a dormir también todo el fin de semana. Dile a tu madre que puede estar tranquila, porque ella definitivamente no verá el rostro de su hijo menor ahí ―El semblante de Seokjin se volvió serio, Jungkook miró a su amigo con ojos aún más luminosos.

―¿De verdad iré a tu casa, hyung?

―Es lo que acabo de decir, ¿no? Ahora ve, te estaré esperando afuera ―El castaño no demoró en gritar como un niño emocionado antes de salir corriendo en dirección a su club.

Seokjin, en tanto, no hacía más que mostrarse indignado bajo la densa
mirada de Min.

―Dime la verdad, ¿te acercaste a él en primer lugar sólo para fastidiarme? Es porque él es mi hermano, ¿cierto? ―El menor rió, con clara ironía.

―¿Eres tan importante, Seokjin? Sinceramente, ¿el resto te ha venerado tanto que ya juras que eres una clase de rey? Déjame decirte algo ―Se paró frente a él, alzando la mirada con determinación sin siquiera sentirse intimidado por la diferencia de altura. ―Me valen una mierda los cuentos de hadas. Siento asco absoluto por los castillos y, claramente, los principitos como tú no me van ni me vienen. Ahora, metete bien esto en la cabeza, el mundo no gira a tu alrededor

―Hyung ―Las palabras salieron con irritación de sus labios. ―Min Yoongi,
soy tu hyung, no somos amigos como para que te tomes esa confianza conmigo

―Claramente no lo somos... ―Retrocedió, soltando un suspiro de
cansancio. ―Pero ahora, ¿podrías ver más allá de ti? ¿Le has preguntado a Jungkook cómo se siente?

―Él se ve a la perfección ―El menor entornó sus ojos.

―Tú también te ves perfecto ―Sonrió con sorna. ―¿Es así? ―Seokjin sintió
como un nudo se formaba en su estómago al ver la expresión de Min
Yoongi.

―En fin, él no se ha quejado ―Soltó, desviando la mirada porque no podía evitar sentirse menos ante aquel muchacho. Sobre todo, odiaba que tuviera agallas para demostrar que conocía mejor al castaño siendo que él ha pasado prácticamente toda su vida junto a su hermanito. ―Además... ―Aclaró su garganta, intentando que su voz sonara fluida y sin reproches. ―Eso no quita que se haya involucrado en una pelea, él debe aceptar las consecuencias de sus...

―Fue por mí ―Seokjin dejó de hablar, por fin girándose a verle. ―Fui yo
quien lanzó el primer golpe, ellos querían golpearme a mí y Jungkook
sólo me cubrió

―¿Qué...? ―El mayor estaba claramente perturbado. ―¿¡Qué se supone que hacías!? ¿¡Eres consciente de tu posición!? ―Yoongi se tensó ante esa respuesta, esa mirada casi desesperada. ―Estás condicional,
maldición, si te echaran...

―Si me echaran es mi problema. ¿Puedes escucharte? ¿Acabo de decirte que tu hermano se ha metido en problemas por mi culpa y tú sólo dices eso? ―El rubio cubrió sus ojos, suspirando. Yoongi tensó su mandíbula al verificar que ambos hermanos compartían más manías de lo que parecía.

―¿Por qué...?

―¿A qué te refieres?

―Tú... tampoco tirarías un golpe por las puras, Yoongi ―Lo miró, claramente afectado, su mirada por completo rota. ―¿Por qué lo hiciste? ¿Qué era tan importante para que reaccionaras así sin siquiera pensar en lo que te pasaría?

―Lo habían golpeado ―Sus manos se volvieron puños. ―Uno de ellos
había golpeado a Jungkook hace días y..

―¿Qué? ―Sus ojos se abrieron a la par, sin comprender en lo más mínimo la situación.

―Tampoco lo sabías, ¿cierto? No me sorprende ―Rió con amargura.
―¿No viste a tu hermano llegar con las ropas estropeadas hace unos días? ¿No le preguntaste que le había pasado en ese entonces tampoco?

―Yo no-

―En el arroyo. Lalisa y su amiga vieron a un grupo de chicos maltratar a unos cachorros en el arroyo y Jungkook ha ido a ayudarlos. Lo han golpeado, lo han arrojado al agua y él sólo se ha preocupado por unos perros. ¿Puedes creerlo? Pero estoy seguro de que tus padres ni siquiera se han preocupado de averiguar qué ha pasado ―El silencio instaurado fue casi glacial. ―El chico al que golpeé era uno de los que había golpeado a Jungkook hace días. ¿Y quieres saber la verdad, Seokjin? Lo volvería a hacer. Me importa una mierda quedarme sin instituto, yo lo
volvería a hacer

―No hables tan a la-

―Sé que no es tu culpa ―Interrumpió una vez más. ―Sé que no tienes que hacerte responsable de tu hermano porque, sólo es eso, tu hermano menor. Pero antes de hablar, antes de comportarte de manera tan estúpida como tu madre, ¿podrías intentar ponerte en sus zapatos? Jungkook tiene suficiente con esa mujer como para tener que escucharte a ti también

Seokjin fue incapaz de decir algo y Yoongi ya no tuvo más que agregar.
Sin despedirse o darle una última mirada al mayor, le dio la espalda para marcharse en busca de Jungkook. Una parte de él, una gran parte, le dijo que se devolviese y le tendiera una mano al pobre rubio que lucía completamente desorientado con toda la información recibida. No obstante, su pequeña voz de la razón fue más fuerte y agradeció el hecho de no devolverse.

Porque Yoongi sabía que no tenía que volver a caer por culpa de Seokjin nunca más.

No Soy SeokjinWhere stories live. Discover now