Capítulo 34

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Teniendo recostada su cabeza sobre el escritorio, Yoongi observa el perfil de su mejor amigo, quien mira atentamente su cámara sin siquiera pestañear. Suspira, queriendo llamar su atención, pero el muchachito está tan absorto en su propio mundo que ni siquiera sus quejas disimuladas parecen ser suficiente para traerlo de regreso.

―¿Deberíamos adoptar más perros luego de casarnos? ―Y ese comentario es suficiente para que el castañito gire a verle, su expresión claramente confusa.

―¿Hyung? ¿Te sientes enfermo? ¿Me estás proponiendo formar una familia junto a ti? ―La sonrisa del mayor está llena de sarcasmo.

―¿Te hago esa clase de comentarios y me prestas atención, mocoso?

―Lo siento, hyung, es tan sólo que... Taehyung no me ha escrito nada este día

―¿Y por qué no le escribes tú? ¿Sabes lo que es tomar la iniciativa?

―Es que yo... él dijo que debía estudiar, entonces... ―Presiona sus labios. ―No lo quiero molestar

―Pero hay algo que te está preocupando ―El menor sonríe con pena, recargándose contra su silla mientras gira hacia la ventana.

―Mi hermano, él... él ha dicho que tendría una cita con una chica de su clase este sábado ―La expresión de Yoongi mostró confusión al instante, sintiéndose agradecido de que su mejor amigo no lo estuviese viendo en ese momento. ―Taehyung... no quiero que se entere

Min Yoongi giró hacia el pizarrón, sin saber qué decir. Por más que quisiera aconsejar a su joven amigo, la verdad era que de tan solo escuchar eso su mente había colapsado. ¿De verdad Seokjin comenzaría a salir con otra persona? Ciertamente, había pasado un año desde su ruptura, los dos tenían derecho a rehacer su vida. ¿Pero qué tanto se estaba engañando el mayor para salir con una mujer siendo que éstas jamás han sido de su interés? No quería creerlo, pero sabía que el rubio estaba llegando a esos extremos sólo para complacer a su madre y eso le desagradaba.

¿Cuántas cosas más estaba dispuesto a sacrificar?

¿Cuánto tiempo más seguiría sintiendo esa presión asfixiante en el pecho cada vez que recordaba a su ex novio? Él lo había dejado, de una de las maneras más deplorables del mundo, pero aun así sus sentimientos seguían tan intactos como el día en que notó que se había enamorado de él.

Era tan desalentador no saber cómo renunciar a ello...

―¿Hyung?

―Taehyung es... un chico grande, tendrá que comprender que las cosas no siempre se dan como queremos ―Se limitó a murmurar, bajando la mirada hacia su cuaderno.

―Eso no evita que sienta dolor

―Por supuesto que no, tonto, nadie en este mundo está exento del dolor ―Se giró a ver al chico de ojos brillantes. ―Pero, ¿te lo dije una vez, no Taehyung ni siquiera debió de construir castillos en el aire junto a tu hermano, no cuando ni siquiera sabía si éste estaba dispuesto a salir con un chico ―Jungkook agacho la cabeza, demasiado triste. ―¿Por qué no intentas ser positivo? ―Dice, sólo con intención de animarle. ―Si Kim sale con el corazón roto, tú sólo debes esperar en el lugar adecuado y ya, todos caen ante los héroes

―Yo... no creo que sea tan fácil como eso ―Miró sus manos. ―No quiero ser un clavo, hyung

La mirada de Yoongi se empañó con tristeza, comprendiendo perfectamente su sentir. Después de todo, ¿a quién podía gustarle tal lugar? El sólo haber hecho ese comentario era algo que lo hacía sentir culpable, pues Jungkook bajo ningún concepto se merecía ser considerado un plato de segunda mesa, un premio de consuelo.

El chico de tez pálida extiende su mano hacia él, acariciando sus cabellos, y Jungkook se deja mimar un rato mientras reposa su cabeza contra el escritorio.

―Está bien, Jungkook ―Lo escuchó murmurar en voz baja. ―Incluso si no puedes evitarle el dolor a alguien que amas, al menos puedes hacerle saber que estás a su lado, y debes de saber cuan significativo es eso...

Sí, ojalá su compañía fuese suficiente. Ojalá que el bondadoso corazón de Kim Taehyung no resultara completamente roto.

No Soy SeokjinWhere stories live. Discover now