No Soy Seokjin

Capítulo 36

Seokjin despierta sobresaltado por el ruido del despertador. Lo apaga, pasando sus manos por su rostro en un intento de recuperar sus sentidos. Sus músculos están tensos y sus rodillas duelen cuando se levanta, comprobando muy a su pesar que nuevamente se ha quedado dormido en su escritorio mientras estudiaba. Suspira con cansancio y ordena los libros regados por el lugar, quitándose los lentes luego para tomar su ropa y meterse al baño.

La misma rutina de siempre, la misma ducha de todos los días y la misma molesta tarea de ponerse las lentillas pues las gafas no lucen con su perfecta imagen. Se mira en el espejo, ordenando su cabello, dejando atrás el cuarto mientras camina hacia la habitación de su hermano menor.

―Jungkook-ah ―Lo llama, golpeando una vez la puerta antes de entrar. ―Jungkook, si no te levantas ahora... ―Comienza a decir, mas las palabras se pierden al comprobar que la cama del menor está deshecha y no hay rastros de él. ¿Dónde se había metido aquel chico?

Baja las escaleras rápidamente, arreglando el nudo de su corbata antes de entrar a la cocina, siendo atraído por un delicioso olor. Su hermano pequeño se encuentra preparando el desayuno mientras dos recipientes de comida yacen sobre la mesa, despertando su atención.

―¿Jungkook?

―¿Uhm? Oh, hyung, el desayuno ya está listo ―Sonríe, depositando las cosas sobre la mesa mientras lo invita a tomar asiento.

―¿Por qué te has levantado temprano?―Se apresura a preguntar, estupefacto. ―¿Y por qué hiciste el desayuno?

―Desperté temprano para preparar unos almuerzos ―El castañito se sienta, señalando los dos recipientes con comida. ―Un hyung del club hizo algo por mí el otro día, así que preparé comida para él en forma de agradecimiento ―El rubio se sentó frente al chico, asintiendo con pena mientras observaba el desayuno.

Había sido demasiado tonto de su parte pensar que su pequeño hermano había preparado el almuerzo para él, ¿cierto? Bien, quizás debía de sentirse suficientemente agradecido con el desayuno que iba a degustar.

―Como tuve tiempo de sobra preparé el desayuno también ―Comentó desinteresadamente Jungkook, sirviéndose un vaso de jugo. ―Por cierto, hyung, no olvides llevarte tu almuerzo, ¿sí? ―Llenó su boca de pan bajo la escéptica mirada del mayor.

―Pero... son dos almuerzos. ¿No dijiste que uno era para tu amigo del club? ―El castaño bebió un sorbo de jugo, tragando rápidamente toda su comida antes de darle una mirada extraña al mayor.

―¿De verdad pensaste que haría almuerzo para dos? Para ser el mejor del instituto a veces dices cosas realmente tontas ―Seokjin miró ambas cajas de almuerzo. ―El mío ya lo guardé en mi mochila ―Aclaró. ―Los que están ahí son el de mi hyung y el tuyo ―Se encogió de hombros antes de llenar su boca de comida nuevamente, dando por terminada la conversación.

El rubio tomó uno de los recipientes, observándolo fijamente mientras el castañito se limitaba a comer y jugar con su teléfono. Una sonrisa se deslizó por sus labios antes de abrazar la caja, dándole una mirada cariñosa al pequeño que estaba completamente sumido en su mundo.

Ese sólo podía ser un buen día, ¿cierto?

***

Jungkook camina solo a través de los pasillos que lo dirigen a las aulas de los de segundo año. Yoongi se había pasado toda la mañana con una mirada acusadora sobre él y sabía que pedirle que lo acompañara sólo obtendría como resultado más preguntas de su parte. Y sí, Jungkook confiaba en su amigo, lo quería con su vida y estaba seguro de que sus sentimientos eran recíprocos, por ello no podía decirle algo como "el otro día Taehyung me besó mientras estaba borracho y Jimin me confortó, por eso estoy agradecido con él", porque seguramente el rubio no dudaría en estampar su puño contra el rostro del pelirrojo y, dentro de lo posible, quería evitar los altercados.