Capítulo 35

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Jungkook abre los ojos lentamente, pestañeando variadas veces antes de por fin enfocar su mirada en el chico que yace dormido a centímetros de él. Aunque Min Yoongi luce completamente en paz cuando duerme, no puede evitar recordar cómo la noche anterior, tras llegar a su casa, lucía como un chico perdido que sonreía forzosamente sólo para complacerle.

―Hyung... ―Susurra, extendiendo su mano hacia él para acariciar su cabeza, sin dejar de mirarle.

¿Confías en mí?

Usualmente despertar a su lado lo hace sentir renovado, feliz, porque no hay nada mejor que empezar tu día junto a una de las personas que amas. No obstante, su corazón estaba tan carcomido por las dudas e inseguridades, que la presencia de Yoongi en su vida ya no despertaba sólo felicidad.

¿De verdad no confías en mí?

Jungkook era menor que él, sí. Jungkook no era un genio y estaba seguro de comportarse muchas veces como un niño llorón, sin embargo, le gustaría que el mayor no lo viera de esa manera. El castañito quería que Min Yoongi dijera en voz alta "te necesito" y él no dudaría en envolverlo con sus brazos mientras le prometía un mañana mejor.
Pero Min Yoongi no era del tipo que pedía ayuda.

Detiene sus caricias, gira sobre su cuerpo, su mirada perdiéndose en el techo. La imagen de Taehyung pasa por su cabeza y tiembla, porque aún puede sentir esa mirada ardiente sobre él y esa boca que parecía querer devorarlo como si de una presa se tratara.

Sus acciones y gestos no contenían ni una pizca de amor.

Jungkook no era un chico complicado. Ciertamente, él no soñó con un primer beso bonito ni mucho menos que éste fuera con el príncipe de sus sueños. Bien, a Jungkook ni siquiera le gustaban los príncipes y era demasiado consciente de los seres llenos de imperfecciones que se hacían llamar humanos como para crear un escenario de fantasía. Pero incluso ante todos los contras, él no quería recordar aquel suceso de manera triste, aun si todo se daba de manera tonta o inesperada. Y lamentablemente para él, incluso si no tenía ni las más mínimas expectativas para ello, su corazón igualmente había salido lastimado.

―Jungkook... ―La voz ronca de Min Yoongi lo llamó, sus ojos oscuros no tardaron en posarse en él. ―¿En qué estás pensando? ―Pregunta, adormilado, aún más curioso. Su mejor amigo se limita a negar con la cabeza, como si no tuviese importancia. ―Jungkook... ―Repite, ahora un poco más despierto. ―Ayer cuando llegaste a casa... parecía que estuviste llorando. ¿Tu madre te hizo algo?

―No fue mamá, hyung, yo sólo... vi una película triste

―¿Aquí es cuando te creo? ―El castañito sonríe, enseñando sus adorables incisivos. ―La chaqueta, esa que estabas usando, ¿de quién era? ―Le cuestiona.

―¿Sólo porque ando con una chaqueta que nunca has visto ya significa que ando con alguien, hyung?

―No olía a ti, no intentes engañarme ―Gruñe, molesto con que el menor siga haciéndose el tonto con el tema.

―Hyung, eso es horrible, te estás comportando como una novia celópata. ¿Quieres revisar el cuello de mi camisa también? Quizás encuentres rastros de lápiz labial en ella ―Bromea, provocando que el mayor le dé un rodillazo por debajo de las mantas. ―¡Ah, hyung! ―Se queja, haciéndose bolita bajo las mantas. ―Jimin me prestó su chaqueta porque hacía frío, pero te juro que no estoy buscando un nuevo mejor amigo

―¿Qué hacías con Park Jimin? ¿Él fue quien te hizo llorar?

―Sólo hablábamos de la rutina de baile y... ¡ya basta! Si te digo que estoy bien, tienes que creerme, ¿no? ¡Yo siempre te creo cuando tú dices algo! ―El rubio se tensa, sus ojos chispeantes mirando con  enojo al menor aun cuando sus palabras han sido suficientes para callarlo. ―No me veas así, hyung, sabes que no dudaré en venir a ti si ocurre algo ―Murmura con pena, abrazando su torso para luego frotar su rostro contra la camiseta del mayor.

No Soy SeokjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora