Antología [Volumen 1]

DIECISÉIS

Levka

Estoy algo nervioso por mi sobrina, Persy recibirá mañana su tatuaje, quedan horas para la ceremonia. Gio llega mañana, le prometió a su hermana que estaría presente en su día especial. Pasado mañana, Persy, será asignada a su primer equipo. Ares aún no ha comentado nada de qué equipo le ha asignado, excepto Iván, ninguno sabemos nada sobre ese tema. Fue diferente con Hades, se supo desde antes de la ceremonia bajo las órdenes de quién iba a estar. Quizás Ares esté esperando a que Gio llegue para hablar con ella y ver si se queda en casa de forma definitiva. Espero que así sea, estos seis años con ella lejos de casa han sido una tortura, todos la hemos extrañado mucho. Al igual que Eros. Ya le he contado a mi sobrino que ella vuelve mañana, no he recibido respuesta de su parte y no sé cómo tomarme eso. Podría pensar que ha conocido a una mujer y se ha olvidado de Gio, pero sé que no es así. Eros no ha dejado de pensar en ella ni un sólo día, he sido testigo de su sufrimiento.

Hades entra en la consulta, hoy estoy ejerciendo en el gimnasio de la 'Ndrangheta. Se sienta en la camilla en silencio.

-¿Qué ha pasado?- le pregunto.

Levanta la mano derecha, tiene la muñeca roja y morada. Suelto un suspiro, agarro una pomada antiinflamatoria y algo de venda compresora. Me siento a su lado para curarlo.

-¿Por qué?- le pregunto.

Se encoge de hombros.

-Hades, nos conocemos, nunca pierdes una práctica. Te vuelvo a preguntar. ¿Por qué te has dejado ganar? Y sobre todo. ¿Por qué has dejado que te hagan tanto daño?

-Ese tipo necesitaba ganar.

-Ganar, no hacerte daño.

-Está bien, formaba parte del plan.

Lo miro a los ojos, tan azules como los de sus padres y hermanos.

-Dime la verdad- le ordeno.

-Me distraje y caí mal en el suelo.

-¿Con qué o quién?

-Un jodido niño estaba molestando a Tatiana, la llamaba fea y ridícula.

Frunzo el ceño.

-¿Qué niño?- le pregunto.

-El hijo de un soldado.

Asiento con la cabeza.

-¿Y qué hizo Tatiana?- le pregunto.

Hades suspira.

-Lo que hace siempre que se burlan de ella, no le hizo caso, siguió dibujando uno de sus diseños.

-Debería convencerla para que aprenda algunas cosas de defensa personal.

Hades se ríe.

-Nunca lo haría, es demasiado femenina, como dice ella. Tío Lev, tu hija es una chica demasiado chic para esto. El MMA es un deporte para brutos.

Me rio a carcajadas por su imitación de mi hija, Tatiana jamás contemplaría la idea de aprender a pelear. Mi hija entra en la consulta, frunce el ceño cuando me ve recogiendo las vendas sobrantes, luego camina hacia su primo y le toma la mano vendada con cuidado.

-¿Por qué le has hecho caso a ese tonto?- le pregunta- Te has hecho daño, Hades.

-No me gusta que te insulten, gattina. No eres fea ni ridícula.

-Lo sé, por eso me da igual lo que me digan.

Hades le sonríe.

-No vuelvas a distraerte, ese soldado era grande y fuerte, podría haberte hecho mucho daño. ¿Quién me va a llevar a ver los desfiles si te haces daño?