When life hits you {Camren}

CAPÍTULO 2

*LAUREN POV*

Ni siquiera sabía como y cuando había llegado a mi casa. Me desperté con una resaca terrible, pero debía ir al colegio, era lo único bien que hacia y lo hacia por Chris.

Me di una ducha, me vestí, sequé mi cabello un poco y bajé a la cocina. Estaba mi hermano viendo su celular, pero cuando me vio lo hizo a un lado, sirvió café en una taza y me lo acercó.

-Gracias. -dije. Se paró a mi lado, pasó un brazo por mi hombro y beso mi cabeza. -Buen día, idiota.

-Buen día, idiota. ¿Ya estas lista para ir al colegio? -asentí bebiendo un poco del café.

Sonó el timbre y fue a abrir la puerta. Escuché como reía y supuse que era Kaena. Él era feliz ¿por qué yo no podía ser feliz? Ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que reí de la forma en la que el lo hacia fácilmente todos los días.

-Hola, Lauren. -Kaena besó mi cabeza.

-Hola. - le di una media sonrisa. - Se que mueren por que me quede, pero debo ir al colegio. Así que... - le di un golpe a mi hermano y besé la frente de Kaena -Adiós.

-Ten cuidado.

-Lo tendré.

Al llegar allí vina Camila bajar de un auto negro y demasiado lujoso. Caminó dentro del colegio y esperé que el auto se marchara para acercarme a ella. No se que me pasaba, necesitaba pedirle disculpas.

-Camila. -la llamé, pero al verme caminó más rápido y me detuve. Lo entendía perfectamente.

El mal humor otra vez estaba presente y me odiaba por ser tan idiota.

Entré al colegio y vi que Camila chocó con un chico alto. Éste estaba diciéndole algo, la morena retrocedía y la empujó levemente.

Fue un impulso correr hacia el chico y pegarle en la cara. Su boca tenía sangre y no se en que momento su puño se estampó en mi nariz haciéndola sangrar al instante. Un puñetazo, otro y luego otro en su cara de mi parte terminaron por tumbarlo al piso.

-¡JAUREGUI! ¡JAUREGUI. A MI OFICINA! -sonreí al chico, que tenía la cara llena de sangre, antes de irme detrás del profesor.

Varios alumnos habían visto la escena. Yo sólo buscaba a Camila que tenía una cara de horror y suspiré otra vez. Ni siquiera sostuvo la mirada en mi un segundo. Se fue por uno de los pasillos y me odiaba aún más.

Entré a la oficina del director.

-Siéntate. -me ordenó.

-No. Dígalo y ya. -Me quedé parada allí. Suspiró negando.

-¿Qué sucede? No es la primera vez que golpea a uno de sus compañeros. Ya hemos hablado sobre esto.

-Le estaba gritando a una alumna.

-¿Y cree que a golpes solucionaría el problema?

-Deme el castigo y ya. Me quiero ir de aquí.

-Bien. Ve a tu casa. Vuelve mañana.

-¿Va a llamar a mi hermano? -pregunté preocupada.

-No. Pero quiero que sea la última vez que usted esté aquí por un motivo así. -asentí y sin más salí.

Estuve toda la tarde en el muelle esperando que sea la hora de la salida del colegio para ir hacia Camila y disculparme por como la traté.