CAPÍTULO 6

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*CAMILA POV*


Fui una idiota, debí pensar que haría algo así, ¿Cómo iba a dejar de hacer esas cosas por mi? Si no le importo.



No quería verla, no quería que me siguiera y agradecí internamente que no me haya seguido.


Quería llorar. Ella no debía importarme tanto así, en tan poco tiempo. Tampoco debió confundirme, ella me confundía.



Llegué a mi casa y me sorprendí al ver a mis padres gritarse otra vez. ¿No era que "no era nada"?



-Camila... -Mi padre me llamó, pero lo ignoré.



Mi madre lloraba en un lado de la sala mientras que mi padre me llamaba una y otra vez. Corrí a mi cuarto y le puse seguro a la puerta.



¿Por qué todo iba tan mal ese día? ¿Qué fue lo que hice?



Cuando por fin estuve sola entre las cuatro paredes de mi habitación me solté a llorar. Lloré porque era débil, porque me sentía sola, otra vez, porque todo iba mal. Mi vida perfecta se estaba desmoronando de a poco. Lo estaba haciendo desde que conocí a Lauren, desde que mis padres discutían seguido.



Me quedé encerrada ignorando los llamados de mis padres una y otra vez. Me puse los auriculares a todo volumen para ya no escucharlos discutir hasta porque yo no les abría la puerta.



La noche llegaba lentamente y el cielo estaba nublado, iba a llover. Me senté en la ventana para ver como el clima cambiaba bruscamente mientras la música seguía reproduciéndose.



Me sentía tan cansada ese día, quería dormir y que todo pasara, pero no tenía sueño.


Busqué una campera con capucha, Me la coloqué para evitar que las gotas que estaban cayendo de a poco me mojaran y abrí la ventana.


¿Qué estaba haciendo?


Me trepé de una pequeña escalera que había apoyada bajo mi ventana y salté al suelo cayendo de espaldas a un arbusto. Mierda, pensé.



Caminé lejos de mi casa, no sabía donde iba, solo quería estar lejos de ellos. Las calles estaba vacías y la lluvia había comenzado a caer, me gustaba la lluvia porque se mezclaba con mis lágrimas. Estaba triste porque había sido un día de mierda, pero claro, cuando estas acostumbrada a una vida "perfecta" cualquier cosa mínima te afecta. Solo quería que todo acabe, quería que mis padres ya no discutan, que no se griten, quería que Lauren deje de ser tan egoísta, quería importarle de la misma manera en la que me importaba a mi. Eso era imposible ¿verdad? Yo no le importaba.



Llegué al muelle, Pero no bajé a la playa, caminé sobre el puente de madera donde los pescadores se sentaban a hacer su trabajo, me senté en el borde dejando mis pies colgar bajo el agua. Sequé mis lágrimas que estaban mezclándose con el agua de la lluvia y suspiré. No debía llorar más.



-Camz...



Deseaba que fuera mi mente, no quería verla. Deseaba darme vuelta y no verla. Pero ella estaba allí, bajo la lluvia, sus ojos estaban rojos. Se había drogado otra vez. Estaba claro que no iba a dejarlo, ni siquiera lo intentaba quizás.



No respondí y me giré al mar, las lágrimas quemaban en mis ojos una vez más y agradecía que la lluvia no parara para que no se notara que estaba llorando.



Se sentó a mi lado de la misma manera en la que yo estaba y me miró, pero yo seguía con la mirada perdida en algún punto.



-¿Qué haces aquí, sola? -preguntó. No respondí. -Vas a enfermarte. -La miré a los ojos, estaban grises, apagados y rojos alrededor.



-¿Y a ti que te importa? -Puedo jurar que se había sorprendido por mi respuesta. Estaba enojada. No quería estar cerca de ella. Quería que se vaya y me deje sola. De todos modos estaba acostumbrada a estar sola.



-Hoy se cumplen seis años del accidente, lo necesitaba, quería olvidarme... -dijo en voz baja luego de algunos minutos. Podía sentir el dolor en su voz. Ella se seguía culpando. -Y yo no quería besarla si es eso lo que te molesta. Lo siento... -seguí sin mirarla mientras hablaba. -siento no ser tan buena como lo mereces. Soy un desastre... -Ella estaba llorando. Me giré y la vi tan débil. Las lágrimas nunca habían parado de correr por mis mejillas. Con su puño secó sus lágrimas con ira y suavemente quitó las mías con su pulgar. Cerré los ojos en un intento de que las lágrimas frenaran su paso. Juntó nuestra frentes y abrí los ojos. -¿Qué me estas haciendo? Me lo he preguntado desde que te vi. Sacas otra persona de mi, me haces querer ser mejor. Y Lo siento si estoy fallando.



Sus ojos estaban más claros ahora, pero seguían estando rojos. - Estas drogada. -Le dije y se mordió el labio.



-Pero soy consiente de lo que estoy haciendo y diciendo... Lo siento. -Cerró sus ojos y sentí su brazo en mi cintura y luego el otro cerrándose en mi costado, me tenía abrazada contra su cuerpo con nuestra frentes juntas. Suspiré. Lentamente se acercó a mi para besarme, pero la detuve.



-No se como... -susurré y sonrió.



-Yo te enseño. -murmuró sobre mis labios. Mi corazón latía a mil por segundo, creí que hasta podía salirse de mi pecho. -No te apures, mueve tus labios lentamente como lo haré yo. -Dijo de la misma manera que antes.



Sus labios se juntaron con los míos e hice lo que dijo luego de cerrar mis ojos. Abrí mi boca para atrapar su labio superior, luego el inferior, lentamente. Se sentía bien, ella besaba tan bien, podía perderme en sus besos para siempre, el agarre en mi cintura y sus labios sobre los míos me hacían sentir segura, no tenía miedo, me sentía bien. Solté un suspiro cuando succionó levemente mi labio inferior. Estuvimos algunos segundos más de esa forma hasta que el aire estaba faltándonos, se separó luego de haber llevado mi labio inferior entre sus dientes. Sonreí aún con los ojos cerrados. Me ponía idiota con ella a mi lado.



-Wow... No me creo que no sabías besar. -Solté una leve y corta risita cuando abrí los ojos y ella también estaba sonriendo. -Besas muy bien, Camz. -Bajé mi vista a mis manos que estaban apenas apoyadas en su pierna. -¿Tienes vergüenza? -Preguntó y asentí. Me estaba poniendo nerviosa. Noté que la lluvia estaba parando. Con su dedo en mi barbilla levantó mi rostro y me dio un pequeño beso en los labios. -Nada de vergüenza.



-Soy una tonta. -Dije escondiendo mi rostro en su cuello, no quería verla a los ojos, me ponía nerviosa.



-No, no eres tonta. -No dije nada, me quedé en silencio entre sus brazos por un largo esto hasta que volvió a hablar. -Debes ir a tu casa, meterte en la cama y dormir.



-No quiero ir allí. -Me incorporé un poco.



-¿Otra vez discutieron? -asentí. -Ya pasará, Camz. Debes descansar, vas a enfermarte. - Suspiré derrotada, no iba a ganarle. Terminé por asentir.



Me acompañó hasta mi casa, busqué unas llaves que había escondido entre unas masetas de flores hace un tiempo, se hubiese hecho difícil trepar las escaleras esas otra vez. -Tu no saliste por la puerta ¿verdad? -negué.



-Salté por las escaleras y me caí. -se rió.



-Eres una boba. -me abrazó y rodeé su cintura con mis brazos. -Te veo mañana.



-¿Irás? -No estaba segura, no la veía nunca en el colegio y hasta dudaba de que fuera.



-Te lo prometo. -asentí y con un a de sus manos en mi mejilla me acercó a ella otra vez para darme un pequeño beso en los labios. -Descansa.



-Tu igual. -sonreímos y me di la vuelta para entrar a mi casa.




Tenía la sonrisa más estúpida del mundo. Por cierto se me borró apenas entré a mi casa, mi padre estaba durmiendo en el sofá. Suspiré y subí a mi cuarto en silencio.



Me dormí de inmediato luego de haberme puesto una pijama cómodo.



When life hits you {Camren}Where stories live. Discover now