When life hits you {Camren}

CAPÍTULO 12

*CAMILA POV*

La fiesta estaba repleta de personas, apenas eran las dos de la mañana y ya estaban, la mayoría de ellos, ebrios.
Lauren había ido por un trago. Me quedé viendo a una pareja en uno de los sillones de la sala, que prácticamente estaban teniendo sexo. Se podían ver sus lenguas mezclarse con sus salivas, el chico tenía la mano colada bajo el vestido corto de aquella rubia, mientras que ella se le subía encima. Al otro lado de la sala, del baño, salían dos chicas de la mano con el cabello despeinado, sus labios hinchados y bajándose un poco sus vestidos.

Las personas iban y venían con sus vasos rojos, sus cigarros y en una de las mesas vi a y  grupo inclinándose mientras aspiraban un polvo blanco por sus narices y luego gritaban. Era droga.

Vi a Lauren venir hacia mi, pero fue detenida por un chico castaño que salía de ese grupo, era alto y le estaba diciendo algo. Lauren asentía una y otra vez, en algún momento se rió de algo que le dijo ese estúpido chico y luego tomó una bolsita que el le entregó. Notó mi mirada en ella y rascó su nuca. Estaba nerviosa. Luego de un rato Lauren se hizo camino a mi y vi por si hombro que el chico seguía viéndola.

-¿Qué es eso? –dije señalando su vaso.

-No se, tiene de todo. –dijo dándole un sorbo y cuando alejó el vaso de sus la labios lo tomé y le di un gran trago casi acabándomelo. Maldita sea, eso quemaba, quemaba mucho. Pero no hice más que una mueca. Lauren frunció el ceño y me quitó el vaso. –Esto te hará mal, Camila.

-¿Y por qué tu si lo puedes tomar? –la empujé un poco. Dios. Creo que eso hacia efecto rápidamente.

-Porque estoy acostumbrada. –me encogí de hombros.

-¿Qué te dio ese chico? –miré sus manos y aún tenía esa bolsa en un puño. Tomó otro trago y negó.

-Nada. –dijo girándose hacia atrás viendo donde estaban ese grupo chicos.

-Es droga. ¿Te piensas que soy idiota? –levanté en tono de voz y me sujeté de su brazo cuando me sentí mareada. Mierda. No debí beber eso.

-Dios, Camila. Ven. –me tomó del brazo y subimos las escaleras. Cuando pasamos por las habitaciones se escuchaban gemidos y Lauren se giró a verme y arrastrarse con más fuerza lejos de allí. Pronto estábamos en la terraza.

-¿Estaban teniendo sexo? –me reí. ¿Por qué me reía?

-Si, Camila. En las fiestas las personas se aprovechan para tener sexo. –cubrí mi boca para que no se escape una risita y frunció el ceño.

-¿Nosotras vamos a tener sexo? –entre abrió los labios y rápidamente negó.

-No. –me tomó de la mano, pero me solté de su agarre. Me miró incrédula. – ¿Qué?

-Yo estaba enojada contigo. –me crucé de brazos frunciendo el ceño. Se rió y me tomó de la mano a la fuerza y me llevó a un sillón que había allí. Se sentó y hizo que me sentara entre sus piernas. –¡Lauren!

-Shh… Camz, no grites. Escúchame.  –me giré para verla a los ojos. Vi que tiró la bolsa por la baranda de la terraza. –No iba a usar eso.

-¿Mientes? –quité su mano de mi cintura cuando quiso abrazarme.

-No, boba… Estas borracha. No puedo creerlo.

-No estoy borracha. Te callas. –hinqué mi dedo en su pecho y me tomó por las muñecas con ambas manos dejándolas en medio de  nosotras y me besó. No se si era el alcohol o sus besos, pero sentía que estaba a punto de desmayarme. –Suéltame –Murmuré sobre sus labios y me soltó. Abracé su cuello y ella mi cintura. De un solo movimiento me dejó sentada en su regazo y siguió basándome. Su lengua entró en mi boca y recorrió cada parte de ella haciéndome jadear de a rato, lamentablemente el aire nos hacia falta y tuvimos que alejarnos para respirar.