CAPÍTULO 29

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-Camz, ya serán las doce… -dijo del otro lado de la puerta mientras se alisaba su vestido color salmón.

Pues había algo que no sabía, Camila no estaba perdiendo el tiempo. De todas formas intentó relajarse, se cepilló los dientes y salió con Lauren de la mano hasta el balcón de su departamento.
Le encantaba la idea de estar sola con Lauren para recibir el año nuevo. Habían pasado Navidad con sus familias en casa de Chris, por lo que decidieron pasar esa última fecha juntas, solas, solo ella y Lauren.
Camila estaba tan nerviosa y a la vez tan contenta, habían pasado tantos meses, al igual que años, tres para ser específicos, tres años en los que no hicieron más que seguir enamorándose de la otra, de quererse, de disfrutar la hermosa experiencia de llegar del trabajo y tener a alguien esperándote, de dormir y despertar con la persona que amas a tu lado.
No les relaté tres años por una razón, porque solo se dedicaron a ser felices, además lo verán mientras tanto.
Yo solo podría decirles que Lauren estaba cada día más enamorada de Camila, que habían recuperado el tiempo que perdieron, que se sentía la mujer más afortunada del mundo, que a pesar de alguna vez haberlo perdido todo Camila le había devuelto mucho, le había dado una vida, una familia, amor y sobre todo comprensión, le había dado más de lo que se imaginaba, a Lauren le bastaba con solo salir del departamento con una sonrisa gracias al beso que le daba Camila antes de que saliera de su casa, amaba llegar y saber que su chica estaba en casa, que la esperaba con la cena lista, que tenía dos brazos todas las noches que la abrazaban y la envolvían protectoramente.
Mientras que Camila también estaba feliz, amaba a Lauren, amaba tenerla para y con ella siempre. Lauren también le había dado mucho, Lauren la había perdonado, se había entregado a la morena tanto como ella a la oji verde. Y luego de tres años, seguían allí juntas.
Camila estaba nerviosa, había pensado tanto en la noticia que iba a darle a Lauren que ni siquiera sabía como iba a reaccionar, Lucy tenía mucho que ver, había sido de gran ayuda, pero de todos modos era algo delicado, importante, hermoso son re todas las cosas. Sabía que Lauren esperaba este momento, muchas veces le dolía ver la cara de decepción de Lauren cada vez que hablaban del tema, pero por fin tanta espera y tanto esfuerzo lo había logrado. Y no esperaba más que fuera algo que, ahora, quisieran las dos. Estaba segura que su novia seguía esperando aquel momento, y… hoy era.

Lauren abrazó a Camila por detrás y sonrió cuando los fuegos artificiales se veían perfectamente desde la vista de su balcón. Había sido una noche increíble, ambas habían cocinado juntas, la cena fue entre besos y caricias, como casi siempre y lo mejor de todo, para ellas, era que estaban con la otra y no pedían nada más que eso.  Camila se giró con una sonrisa que hizo mostrar la de Lauren.

-Feliz año nuevo, mi amor. –dijo sobre los labios de Camila, le dio un beso y la morena no pudo evitar sonreír, sonrió por el beso, por las caricias de Lauren en su espalda, porque estaba feliz, porque debía darle la noticia y moría de nervios. Lauren frunció el ceño cuando Camila se alejó con una sonrisa, ni siquiera le había dicho “feliz año nuevo” sólo desapareció dentro del departamento. Se mordió el  labio y se apoyó sobre la baranda de vidrio del balcón. Se quedó seria cuando apareció Camila otra vez, ¡es que no entendía que demonios pasaba! –¿Pasa algo?

-Lo siento es que… -mordió su labio mirando a Lauren que levantó una ceja. Camila se acercó y se abrazó a su cuello y la besó. –Te amo.

-También te amo, pero no entiendo que pasa.

-Feliz año nuevo, Lau. –volvió a besarla.

-Cam… -se detuvo cuando Camila le tendió un sobre. Su corazón se detuvo un segundo cuando vio el nombre de la clínica. –¿Qué pasa?¿Estas… estas enferma o algo? –Camila negó y Lauren abrió el sobre lentamente, estaba tan asustada, ansiosa y nerviosa.
Su corazón estaba latiendo millones de veces por segundo, se había formado un nudo en su garganta y no podía creer lo que estaba leyendo. Con las lágrimas ya cayendo por sus mejilla miró a Camila que lentamente pasaba sus pulgares por las mejillas de Lauren.

When life hits you {Camren}Where stories live. Discover now