CAPÍTULO 50

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Es la primera vez que me siento TAN conforme con una historia. Realmente espero que les haya gustado tanto como a mi escribirlo.
Ojala  hayan captado el mensaje, lo que quise transmitir y compartir con ustedes, tampoco creo que haya sido difícil de ver eso, Si bien saben todo lo que leyeron es la realidad, ¿no? Se que fue un ir y venir de cosas y dramas, pero al final pude, realmente, expresarme.
Gracias por el apoyo, por sus comentarios y sus votos. Esta historia llegó a ser #100 en fanfic (La primera vez que me pasa) y fue gracias a ustedes. En serio son lo más.
Espero que me sigan leyendo en mis otras historias y gracias a los que siempre dejan un comentario y a los que no, gracias por leer.
Estoy llorando. Chau. Esperen el epílogo.

PD: La reflexión con la que comienza este capítulo termina al final. Lo aclaro porque hay partes de ellas en el medio. :)
**


“Detrás de las nubes grises, el cielo siempre es azul.”
Lauren pensaba que es frase era perfecta para describir su vida.

Nosotros sabemos que va a llover, que se avecina una tormenta cada vez que vemos el cielo lleno de oscuro, el sol ser tapado por las nubes, cuando los pájaros ya no cantan. Lo sentimos en el clima, en el aire, en el olor a humedad en la tierra. Ojalá pudiéramos oler, sentir y ver cuando algo malo nos va a pasar, cuando la vida nos está por golpear. De esa forma evitaríamos muchas cosas, ¿no?

Lauren vivía con su cielo azul sobre ella. Tenía la familia más perfecta del mundo, tenía un hogar lleno de amor y felicidad. Lo tenía todo, pero de repente las nubes fueron llegando, de la nada una tormenta calló sobre ella, haciéndola perder todo, perdiéndose a ella.

Porque se había perdido. Ella ya no era ella. Estaba, pero no estaba. Y cuando estaba buscaba la manera de irse otra vez, de olvidar, de intentar enterrar el dolor que le había causado la pérdida de sus padres y su hermana. Se pregunta porqué, qué había hecho ella. Qué había hecho mal para que le arrebataron todo de la nada. Pero ella solamente sufrió, nunca se puso a pensar en querer salir adelante, no hasta que Camila entró en su corazón. Aquella niña inocente hizo desastres en ella, aquella niña la hizo querer vivir, la hizo querer sonreír, aquella niña la hizo sentir querida y la hizo sentir fuerte. Camila le había devuelto mucho sin darse cuenta.

Ella nunca hubiese pensado que esa niña se convertiría en sus ganas de vivir, en sus ganas de sonreír, en el amor de su vida, ella nunca hubiese imaginado que Camila le daría la vida que antes imaginaba tener. Ella le había devuelto su propia vida que, sin darse cuenta, la estaba perdiendo adentrándose cada vez más en las adicciones. Ella le había dado amor, cariño, respeto, le había dado ganas de seguir cada día.

Y  aunque la vida la haya golpeado otras veces luego de haber encontrado su felicidad ella no se rindió, ella no dejó de luchar, y creía, estaba segura que todo se lo debía a Camila, sin ella nunca hubiese estado donde estaba ahora, ella nunca hubiese sido nada. Agradecía tanto haberse cruzado con esa chica en su vida.

Ahora Lauren podía decir que la tormenta y las nubes se habían ido. Ella era feliz. Camila la hacía feliz. Camila era la responsable de que ella sonriera, era la responsable de que ya no recordara a sus padres y su hermana con dolor, sino que lo hacía con felicidad, ella los recordaba con alegría, se sentía orgullosa de haber tenido padres como los que tuvo. Lauren intentaba cada día ser para Mike lo que sus padres fueron para ella. Y se sentía llena cada vez que Mike la miraba y sonreía, porque si él la quería, todo le estaba diciendo que estaba haciéndolo bien. Si Camila cada  día le decía que estaba orgullosa de ella, significaba que lo estaba haciendo bien.

Lauren bajó su vista a Camila que llevaba de la mano a Mike quien intentaba caminar torpemente sobre el césped. Ella se puso del otro lado de su pequeño y le tomó la mano también. Mike se reía mientras sus madres lo ayudaban a dar pasos torpes sobre  el césped de aquel parque.

Lauren y Camila se rieron cuando Mike se sentó de repente y no intentando volver a levantarse.

—Uh. Uh. Alguien está cansado.—Dijo Camila sentándose en el césped al lado de Mike mientras le sostenía la espalda con una mano.—Me encanta Italia.

—Ah, mira.  A mi me encantas tu.—Camila sacó la lengua en su dirección haciéndola reír.—¿Qué les parece una siesta?—Con cuidado se puso de espaldas sobre el césped y llevó a Mike con ella sobre su pecho.

—¿En el medio el parque?

—Bien sûr, mon amour. (Claro, mi amor)—Camila soltó una carcajada que hizo que varias personas se voltearan a verla, pero eso no les importaba.

—Eso es francés, idiota.—Lauren la miró ofendida.

—Pues no me importa. A mi se me da la gana de hablar francés en Italia entonces lo haré.—Camila se inclinó sobre Lauren y Mike y dejó un pequeño beso en los labios de su esposa.

—Te amo.—Le dijo con una sonrisa encantadora en su rostro.

—Yo también te amo, bebé.

**

Luego de haber terminado la cena junto a sus tíos, los padres de Zayn, su primo y la familia de su hermano, ambas regresaron al hotel donde se estaban hospedando durante su estadía en Italia. Sus tíos le habían ofrecido un lugar en su casa, era enorme, pero Lauren prefirió tener un poco más de privacidad aunque de todos  modos estaba agradecida con sus tíos por la oferta.

Dejando a Mike sobre la cama, quien ya estaba dormido, regresó a la sala principal donde Camila revisaba su teléfono. Ella la vio sonreír a la pantalla y entonces se acercó abrazándola por detrás. 

—¿Quién te está haciendo sonreír? Ese es mi trabajo.

—Jacob.—Lauren le quitó el teléfono.

—Tranquila, bestia celosa. Es mamá.—Lauren ya lo sabía, pues había leído.

—Me voy a dormir.—Camila riendo la tomó del brazo para que no se vaya y cuando Lauren dejó de hacer fuerzas ella de abrazó al cuello de su esposa y le llenó la cara de besos.—Ya. Ya, Camila.

—Eres tan celosa, Lauren. Era una broma, Dios, está a miles de kilómetros, ni siquiera tengo su número. Sólo quería molestarte un poquito.—Hizo puchero. Lauren tenía su rostro serio.

—Ah.

—Nunca podría ver a alguien más que a ti. ¡Menos a un hombre!—Hizo puchero otra vez.—Aunque se supone que antes de conocerte yo era hetero, pero bueno te sale bien esto de hacer gay a las personas.

—No es gracioso. ¿Acaso ves una sonrisa en mi que diga que puedes seguir bromeando? No.—Camila se quedó seria abrazada al cuello de Lauren.

—Lo siento. Perdóname. Por favor. Por favor.—Volvió a darle besos en toda la cara. Lauren seguía sin moverse.

—No, ni siquiera debías pensarlo, ¿Por qué piensas en él?  Te juro que cuando volvamos a… No hagas esa carita. No… ¡Camila! No te voy a perdonar hasta mañana porque… Basta. ¡Basta! Odio cuando haces eso. Vamos a hacer el amor en la ducha.

—En la ducha.—Repitió abrazándose al cuello de Lauren mientras envolvía sus piernas en la cintura de su chica.

Lauren sonrió. Amaba que Camila a veces se comportara como una niña, que la haga poner celosa y luego le pidiera perdón para ella ceder a sus encantos y siempre terminar siendo la perdedora. Ella amaba complacer en todo Camila. Por eso siempre que su chica le pedía algo ella lo hacía, porque le encantaba verla sonreír. Le encantaba verla feliz.

**

—…Sí, mamá… Lauren está con Mike ahora. Seguro ya se durmió… Lo sé, si… Mañana te llamo… Está bien. Yo a ti.

Camila terminó la llamada y caminó en dirección a la habitación de la siute donde estaban quedándose, pero unos brazos la detuvieron logrando que se asustara. Pues se supone que Lauren estaba acostada.

—Me asustaste, Lauren.—Se quejó y escuchó la risa de su esposa contra su oído.

—¿Era tu madre?

—Ajá. Quería saber cómo estábamos y recordarme que me cuide y todas las cosas que me dice siempre haciéndome sentir una niña idiota. Ya no soy una niña.

—¿Pero eres idiota entonces?—Lauren se ganó un golpe.—Eres mi niñita idiota. Siempre vas a serlo.

—Ya no soy una niña.—Murmuró yendo al balcón, movió la puerta de vidrio y suspiró al sentir el aire fresco. Las noches en Italia eran lo más lindo del mundo, mucho más en ese momento que todo estaba estrellado y la luna estaba justo a la vista.

—Entonces eres mi bebé.—Lauren seguía molestándola. Abrazó a Camila por la cintura, pegando su pecho con la espalda de su chica, dejó un pequeño besó en el cuello y también se fijó en la noche perfecta.—Te ves hermosa hoy.

Camila soltó una risa tirando la cabeza hacia atrás para poder mirar a Lauren. —Vamos, dime qué quieres.

—No quiero nada. ¿Acaso no puedo decirle al amor de mi vida que se ve hermosa?

—Me encanta cuando te pones romántica.

—Entonces siempre.

—Nop. Siempre sería para… Siempre eres una gruñona.—Se giró para estar frente a Lauren. La vio sería, ella sonrió.—¡Pero me encantas igual! ¡Me encantas!—Dijo divertida.—Me enamoré de esa Lauren, por supuesto que me gustas romántica, como eres ahora, pero me enamoré de una gruñona y entonces siempre voy a estar enamorada de esa.

—Estas divagando.—Camila se encogió de hombros.—¿Cómo puedes estar enamorada de esa Lauren?

—Oh, bueno. Tengo muchos motivos… Mmh… Esa Lauren me enamoró sin querer, esa Lauren me enseñó muchas cosas, me ayudó cuando era una niña idiota.—Se rió un poco.—Esa Lauren… Me dejó convertirla en ésta Lauren. Aunque… si aún fueras una adolecente loca como antes seguiría enamorada de ti porque no lo sé, solo es que siempre me voy a enamorar de ti, no importa qué hagas, como seas, estoy enamorada de Lauren.

—Que suerte tuve contigo. Pensaba en que... en todo lo que tuvimos que pasar para estar juntas, en todo lo que sufrimos, pero míranos, siempre regresamos a la otra y estamos bien, juntas, felices.—Camila sonrió acariciando la mejilla de Lauren.

—Eres todo lo que necesito y nunca te dejaría ir. Nunca. Nunca.—Murmuró entre besos, con una sonrisa en sus labios contra los de Lauren.

—Tu también eres todo lo que necesito. Y estoy muy feliz de que seas tú.—Le dio un beso en la nariz, a lo que Camila respondió cerrando los ojos, Lauren le mostró una sonrisa, pensaba en que Camila era la persona más adorable del mundo sin siquiera intentarlo.—Gracias por hacer de mi ésta Lauren. Gracias por seguir siempre a mi lado y nunca dejarme sola aún así con toda mi mierda. Gracias por darme una familia y hacerme tan feliz.

—¿Cómo es posible que cada día te ame más y más?—Negó observando el rostro de Lauren.—Te amo y mucho, no tienes idea de cuánto.

Las dos se rieron luego de algunos segundos donde no hicieron más que verse a los ojos en silencio. Camila se abrazó a Lauren mientras ésta última le tomaba el rostro entre sus manos para poder darle un dulce beso. El cual duró demasiado tiempo y no les importaba. Ambas suspiraban, lo hacían sintiendo todo el cariño con el que la otra las besaba, suspiraron porque su cuerpo se relajaba entre los brazos de la otra. La paz, la tranquilidad, la seguridad que las invadía cuando estaban juntas era increíble. Era como si se necesitaran para sentir aquello. En realidad, si pasaba.

Camila la necesitaba en su vida, no era nada sin ella, sin su chica mala, su chica seria, la única persona a quien había amado toda su vida, la persona que la hizo llorar, reír, aprender y la hizo descubrir que no importa cuán difícil sean las cosas, cuántas veces la vida te golpee, siempre podías salir de lo que sea si te esfuerzas y luchas por ello. La mujer que le había demostrado que el amor existe realmente.

Por otro lado, Lauren, su vida estaba repleta de felicidad y buenos momentos (desde que llegó Camila) y malos, pero esos momentos malos, como bien dijo su madre en aquella escritura, la hicieron fuerte, la hicieron valiente. La hicieron crecer, madurar y valorar más las cosas, valorar más a Camila, a sus amigos, a su hermano. Ella valoraba la vida ahora, ella agradecía haber sido  salvada por Camila, agradecía despertar cada mañana al lado de la persona que ama, de ver sonreír a su bebé, de verlo crecer. Lauren estaba agradecida con Camila. Ella sentía que le debía mucho y nunca nada iba a ser suficiente para devolverle todo lo que le dio. Camila era la responsable de haber acabado con la tormenta.

Sus nubes grises alguna vez fue su pasado, su mente, su miedo, su rencor, su culpa… Su cielo azul era Camila.

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Díganme que lloraron con el último párrafo, insensibles, porque yo si.
Entre terminar esto, el tracklist de 7/27 y lo triste que estoy :( hoy sale suicidio  ahr. Muchas gracias por leer. Muchas gracias por estar ahí siempre. Los quiero aunque no los conozca. Esperen el epílogo, lo subo pronto.
Los estoy leyendo a los que quieran dejar un último comentario o en el epílogo, como quieran, me gustaría saber qué piensan. Mándenme mensajes sino.
Buenas noches/mañana/tarde  o cuando lo lean bue.

When life hits you {Camren}Where stories live. Discover now