CAPÍTULO 4

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*CAMILA POV*

No vi a Lauren por varios días, ni siquiera en el colegio, y sólo en algunas clases nos tocaba juntas, pero ella no asistía a ninguna. Así que sólo me la pasaba con Dinah y sus amigas Ally y Normani, estaba tomando cierto cariño a ellas, eran amables y simpáticas.

Esperé ver a Lauren en el almuerzo, pero nada. Ni siquiera en los recesos había rastro de ella.

Cuando la campana de fin del día sonó, suspiré, había sido un día largo y no había ayudado el hecho de qué escuché a mis padres gritar esta mañana, ellos nunca gritaban, nunca los vi siquiera discutir. Me había asustado, pero según mi padre solo fue una tontería.

Hoy tenía que caminar ya que mis padres estaban trabajando, dando pasos lentos por el parque, no quería ir a casa y estar sola, odiaba estar sola, vi a Lauren entrar a un lugar, por lo que vi era un gimnasio. Sabía que no debía seguirla, pero... la extrañaba un poco. Extrañaba reírme de ella por ser tan "mala", extrañaba sus ojos verdes, no se que me pasaba, pero la extrañaba cerca.

Entré al lugar y la vi en una esquina pegándole a una de las bolsas de arena, ella era buena en eso, alguna vez vi con mi padre boxeo así que sabía que era eso. Su ropa transpirada se pegaba a su cuerpo, el cual tenía demasiado marcado. Los golpes secos en las bolsas sonaban en el lugar. Pensé dos cosas, tenía mucha fuerza o estaba enojada. Luego de observarla algunos momentos detenidamente deduje que eran las dos cosas, su ceño fruncido me daba miedo.

-¿Necesitas algo, bonita? -un hombre con sus brazos llenos de músculos y muchos tatuajes me habló detrás haciéndome saltar en mi lugar.

-Yo... Uhm... no... -miré a Lauren que seguía golpeando con fuerza.

-¿Ves a Lauren? -asentí. -Ella es buena. -asentí otra vez. -La llamaré.

-No. No. -Lo detuve. -Yo me voy.

-De igual manera esta hace un rato largo aquí, salió a correr y volvió, debe parar. ¡Lauren!

Mierda. Pensé. Lauren ignoró al hombre durante algunos minutos más hasta que por si sola dejó de golear la bolsa y se giró viéndome. Su ceño fruncido se suavizó un poco cuando le sonreí. Se acercó a mi sacándose sus guantes negros.

-Es suficiente por hoy, Lauren. -le dijo el hombre.

-Bien. Gracias por dejarme volver, K. -El hombre asintió y se fue. -¿Y tu? -entre cerró sus ojos.

-Te vi y... -Dudé si seguir así que fruncí el ceño -¿por qué no vas al colegio? -levantó una ceja.

-Si voy.

-No te he visto y... y...

-Lo se. No quería que dejes de estar con la jirafa esa, te veías a feliz.

-No le digas así. Se llama Dinah. - me crucé de brazos.

-Lo que sea. -se encogió de hombros.

-¿Dónde irás ahora? -pregunté mientras la seguía hasta un casillero donde sacó su mochila, para luego salir del gimnasio, no sin antes saludar a la gente de allí.

-A mi casa. -habló sin esperarme.

-¿Puedo ir contigo? -se detuvo y se giró a mi.

-No. No puedes, ve a casa, Camila.

-Pero no quiero estar sola... -Suspiré y miré hacia la calle. -Te extrañaba. -Suspiró fuertemente y se pasó las manos por la cara murmurando algo que no supe que fue.

-Bien. Vamos. -comenzó a caminar otra vez y esta vez corrí a su lado abrazándome a su brazo izquierdo con ambas manos.

Sabía que Lauren no quería hablar, así que sólo caminé a su lado cantando en voz baja. La miraba de reojo y no mostraba más que su rostro serio.

When life hits you {Camren}Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon