CAPÍTULO 25

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Se sentía bien con el paso de los días y las semanas, se sentía bien con verla a veces, poder abrazarla, darle y robarle algún que otro beso, se sentía bien cuando ella la visitaba en su oficina, cuando salían a caminar en la noche y así hablar, cuando algunas veces se aparecía en su departamento con nuevas películas o algún juego para la consola con la que se pasaban la tarde y se quedaban en la madrugada jugando como si fueran otra vez unas adolecentes, le gustaba estar jugando con Lauren y perder para luego escuchar a Lauren burlarse de ella, amaba esos momentos, porque su oji verde no paraba de reírse y su risa era como estar en el cielo. Amaba que se quedaran mirando sin nada que decir, porque al final terminaban riéndose juntas sin saber de qué.


Las cosas iban pasando de a poco, ninguna se apuraba, ninguna tenía la necesidad de hacer o apresurar las cosas. Sin embargo había algo que no podía controlar; el amor, las ganas de cuidar a la otra, esas ganas de estar todo el tiempo a su lado.


Luego de la cena en la que hablaron sobre su día, sobre algunos negocios, en donde rieron, disfrutaron la comida y cuando acabaron ambas levantaron la mesa, lavaron los platos y se sentaron en el sillón frente a la televisión a ver películas. Camila de abrazaba a Lauren como si su vida dependiera de ello, Lauren abrazaba a Camila como si fuera la última vez, no querían, no podían dejar o alejarse un momento de la otra, el clima era tan cálido que no querían que acabará nunca.


Cuando la película terminó, Lauren fue por un poco de vino para las dos, mientras tanto Camila estaba apoyada en la baranda de su balcón, disfrutando de la vista que le daba esa parte de su departamento, la noche estaba un poco fresca, como de costumbre en Boston, la brisa hacia bailar un poco sus cabellos y disfrutaba de como el frío golpeaba su rostro haciéndola suspirar. Sintió unos brazos rodear su cintura, no es que era costumbre en ellas desde que volvieron a verse, como dije antes no eran más que algún que otro beso y abrazos cariñosos, sin embargo, Lauren no se detuvo y Camila no quería que lo hiciera. La oji verde dejó una copa en las manos de la morena y mientras sus manos se cerraban en un abrazó sobre su estómago apoyaba la cabeza en el hombro inhalando el perfume de su cabello.



-Chris va a ser papá otra vez.



-Que bueno, felicítalo por mi.



-Me reí de el y dijo que... que ya quería verme en su lugar.



-¿En su lugar? ¿Tu embarazada? - Lauren se rió, Camila no había entendido, no es que fuera difícil de entender, pero con el amor de su vida abrazándola así y hablándole en susurros en el oído nada era fácil.



-No, tu embarazada y yo obedeciendo a todo lo que me digas, yendo y viniendo por tus antojos... - Camila se giró. Dejó la copa en una mesita que había allí y miró a Lauren sonriendo.



-¿Tu quieres tener hijos conmigo? -no podía negar que se sentía... se sentía completa, se sentía la mujer más feliz del mundo.



-Solo si tu quieres.



-Quiero todo contigo. -Lauren sonrió.



-¿Qué es todo? -preguntó divertida. Camila se abrazó a su cuello y Lauren tomó su cintura dejando sus manos en la parte baja de su espalda.



-Por empezar... Quiero que seas mía otra vez, quiero hacerte saber que te amo, que eres lo más importante en mi vida y que a pesar de todas las cosas malas que nos pasaron siento que soy para ti y que eres para mi, porque no me imagino algún futuro con otra persona que no seas tu, te necesito. También quiero volver a presentarte como mi novia, quiero que de a poco formamos nuestra familia y que tengamos hijos, que salgan con el color de sus ojos, que sean inteligentes como tu. Quiero despertar cada mañana a tu lado y llenarte de besos la cara cuando estas de mal humor, quiero que seas lo primero que vea al despertar quiero que seas mi primer sonrisa del día. Cuando digo todo, es todo.

When life hits you {Camren}Where stories live. Discover now