When life hits you {Camren}

CAPÍTULO 17

*LAUREN POV*

Luego de cenar, nos sentamos en el sillón frente a la televisión con un pote de helado cada una.
Esa noche la pasaríamos juntas, como la mayoría últimamente, ya que Sinu trabajaba y Camila quedaba sola entonces yo la acompañaba.
Las cosas entre nosotras iban bien, habían pasado dos semanas desde que Camila me preguntó si quería salir con ella, desde ese momento las cosas cambiaron y para bien, ambas hablábamos de todo en especial ella que cada vez que se sentía mal me contaba y era importante, porque me dejaba estar con ella a su lado y era todo lo que quería. Estar a su lado sin importar para qué.
Siempre trataba de que ella este bien, de que no se sienta incómoda o sola, siempre estaba a su lado acompañándola.

Normalmente nos poníamos frente a la televisión a ver alguna película mientras nos abrazábamos y esa noche no iba a ser excepción. Yo ya había acabado mi helado y ella aún tenía porque comía despacio.
Así estuvimos las dos horas que duró la película, luego simplemente nos quedamos abrazadas hablando de cosas sin importancia. Hasta que me contó lo que había hablado con Ally, Dinah y Normani. Sinceramente me daba igual lo que hicieran, y si acepté fue por ver feliz a Camila, porque sabía que le importaba mucho esa “mala onda” que había entre sus amigas y yo, la verdad que sin motivos, porque yo no las conocía en absoluto y ellas a mi tampoco. Pero si se supone que íbamos a intentar ser “amigas” debía dejar de lado todo aquello que provocara alguna discusión. Yo había cambiado, cambié por Camila, ella me cambió.
Todo valía la pena si era por verla sonreír, como en ese momento estaba sonriendo porque le había dicho que estaba de acuerdo en juntarnos las cinco alguna tarde.

-Gracias por decir que si, va a ser divertido, lo prometo. –pasó una mano por su cabello poniéndolo de un lado y me acerqué para darle un beso en su mejilla.

Cuando me alejé, o eso intenté, me tomó el rostro entre sus manos y me besó. Sus labios se movían al unísono con los míos. Suspiré cuando atrapó mi labio inferior succionándolo levemente. Ella había pasado de no saber besar a sorprenderme realmente por la manera de besarme que tenía. Cada vez me sorprendía más, incluso en momentos como esos en los que rozaba mi labio inferior con su lengua pidiendo permiso de entrar en mi boca o simplemente la introducía sin permiso.

Abrí mi boca dejando que su lengua se encontrara con la mía dando puntadas y enlazándose con esta.
La tomé de la cintura e hice que se sentara en mi regazo con ambas piernas a mis lados. Me abracé a su cintura apretándola contra mi y dejé su boca para ir por su cuello.
Dejé besos húmedos por toda su piel expuesta para luego morder y chupar, probablemente dejaría marcas y agradecía el frío que estaba haciendo porque iba a poder taparlas luego.
Me alejó un poco de ella para volver a besarme más profundamente. Estaba literalmente sobre mi. De un solo movimiento la dejé con cuidado, boca arriba en el sillón y me sitúe entre sus piernas sobre ella. Seguí besando su cuello mientras sentía como colaba sus manos debajo de mi remera. Ella sólo llevaba una remera larga que le llegaba hasta sus muslos así que para ese momento estaba levantada dejando ver por completo sus piernas. Dejé que mis manos vagaran por sus costados y sus muslos suavemente.

Gimió cuando encontré su punto y se aferró a mi estómago arañándolo un poco. Eso había sido tan caliente.
Volví a su boca y sin permiso introduje mi lengua en su boca. Ya no estaba pensando en lo que hacia y otro gemido de su parte me hizo darme cuenta de dónde y qué estábamos haciendo. Me incorporé un poco y la vi a los ojos. Sus mejillas estaban rosadas y sus labios hinchados. Sonreí levemente y dejé un beso en sus labios.

-Camz, debemos parar. –dije saliéndome de encima de su cuerpo.

-Laur… -me llamó cuando me senté para acomodar algunas almohadas que habíamos desordenado. Me giré y estaba mordiéndose el labio. Me acerqué a sus labios otra vez y ahora era yo quién mordía su labio haciéndola sonreír cuando lo solté.