CAPITULO 29

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Florencia era impresionante recorrimos las calles hasta llegar al centro de la ciudad, donde Alex se encontró con un señor con el que se supone que había quedado, yo permanecí a su lado pero no preste mucha atención estaba más pendiente de todo lo que me rodeaba, me fije en ellos cuando vi como el señor le daba unas llaves y se marchaba.

-¿Que es eso?

-Unas llaves.

-Se lo que son unas llaves pero digo que para que las necesitas, parecen ser de un hotel  y nosotros nos quedamos en Roma.

-En realidad no- lo mire mientras me tomaba de la mano y nos guiaba hacia una tienda de recuerdos-cuando te metiste en el coche estabas tan cansada que te quedaste dormida al poco tiempo y con la ayuda del conserje metí nuestras cosas en el coche, la noche que nos queda la vamos a pasar aquí y ahora elige algo de recuerdo para Ana y para Aron mientras que yo cojo algo para Tom.

-Esta bien-cogí una camiseta y una taza para Aron y una taza y una sudadera para Ana, me acerque a Alex que ya estaba puesto en la cola y le tendí lo que había elegido-¿Cogemos algo para nuestros padres para tener un regalo de navidad?

-Elige tú, yo te espero fuera-vi como pagaba mientras yo empece a buscar que regalarles, al final decidí comprar una corbata y un bloc de notas a mi padre, una blusa y un bolso a Miriam y unos botines y un fular a mi madre, cuando salí y pagué Alex estaba esperándome apoyado en  la pared al lado de la tienda-¿Lista?

-Sí,¿Donde vamos?

-Vamos a dejar las maletas al hotel y luego salimos a comer, ¿Te parece bien?

-Claro- retomamos el camino en silencio para llegar al coche, le había comprado un regalo a Alex además de tener guardado lo que me había dado mi abuela ya que no estaba totalmente segura de poder hacerlo me ponía nerviosa y me daba vergüenza estar "vestida" con eso delante de Alex, el pitido de un coche me saco de mis pensamientos y me abrazo-¿Que ha pasado?

-No me he dado cuenta de que ibas a un par de pasos detrás de mi y he cruzado sin darme cuenta-¿Estas bien?

-Sí, ha sido culpa mía que estaba perdida en mis pensamientos.

-¿Que tanto pensabas?

-Nada de gran importancia, solo que hecho de menos a mi madre y es raro que después de habernos encontrando con Margaret no me halla llamado.

-A lo mejor no ha hablado con Margaret o esta muy liada con el trabajo.

-Puede ser, venga vamos a bajar las maletas- entre los dos y con la ayuda de un botones colocamos las maletas en un carro y sin tener que pasar por recepción subimos directamente hasta el décimo piso donde por lo visto se encontraba nuestra habitación, cuando entre en esta me di cuenta de que era muy sencilla pero bonita tenía una puerta que supongo que era la del baño, una cama matrimonial nada más entras y una gran terraza con vistas a la ciudad, puse las maletas sobre la cama para sacar algo de ropa y que está no estuviera muy arrugada cuando me la pusiera pero me llamo la atención la bolsa que contenía el regalo de mi abuela, estaba metida en mi maleta cuando yo en el apartamento la había sacado de esta y la había escondido en el fondo del armario-¿Alex, quien preparo mi maleta?

-Yo, ¿se me ha olvidado algo?

-Más bien yo diría al contrario- levante la cabeza para ver como se reía mientras a mí me empezaban a subir los colores-¿Lo has visto?

-Sí  y he leído la nota que ha escrito tu abuela, tengo que decirte que al principio me impresiono pero luego de imaginármelo me encartaría verte con ello puesto, pero no te voy a presionar.

Asentí sin decir nada mientras me metía en el baño para cambiarme pero al mirarme en el espejo vi que estaba más roja que un tomate, me cambie rápido de ropa pero al salir Alex no estaba en la habitación pero encima de la cama había una nota, la cogí me puse a leerla mientras salia a la terraza.

    Bianca he bajado a preguntar en recepción por un  restaurante que este cerca y se coma bien.

Te quiero, Alex

Justo en ese momento sonó mi móvil por un momento pensé que era que era mi madre pero luego vi que era mi abuela, descolgué mientras me sentaba en una hamaca a admirar las  vistas de Florencia.

-¿Diga?

-¡Hola mi niña!

-Hola abuela, ¿Que tal todo?

-Bien , como siempre estoy con el manos libres porque Mario está aquí conmigo- en ese momento se escucho la fuerte voz de Mario diciendo mi nombre-¿Está todo bien por allí?

-Genial, Italia es fantástica y Alex también la pena es que mañana cogemos el vuelo para volver a casa pero que se le va a hacer.

-Bueno mi niña a volverán en otro momento, ¿Has abierto mi regalo?

-Sí y Alex también.

-¿YA lo has usado? pero si era para esta noche.

-No he usado nada y no creo que lo use pero cuando ha hecho las maletas lo ha visto y me lo ha dicho.

-Me encanta ese chico y espero que lo uses porque yo se que ambos quieren.

-Cambiemos de tema por favor.

-Vale,¿has hablado con tu madre?

-No y eso es raro ya que cuando nos montamos en el avión nos encontramos con Margaret y le presente a Alex como mi novio.

-Seguro que no tarda en llamar, no te preocupes por ello.

-Lose- seguimos hablando unos minutos más hasta que vi a Alex entrar y hacerme señas para que me acercara a él-abuela tengo que dejarte Alex acaba de llegar y me ha prometido llevarme a comer.

-Vale, ya te llamare en otro momento disfruta de vuestro  ultimo día de vacaciones y espero  que uses lo que te he regalado.

-Ya veremos, te quiero-colgué y me acerque a Alex que estaba sentado en la orilla de la cama-¿Has encontrado algún lugar?

-Sí y está a la vuelta de la esquina por lo que venga levanta el culo que me muero de hambre.

Pasamos la tarde recorriendo la ciudad, viendo monumentos, sacándonos fotos y riendo como si fuéramos niños, creo que nunca me había divertido tanto como en este momento cuando estábamos juntos no necesitábamos a nadie más, al anochecer cenamos en la habitación cuando acabe me metí en el baño a darme una ducha pero al ir a coger el pijama me fije en el regalo de mi abuela y después del día que habíamos pasado estaba totalmente segura de que estaba enamorada de Alex y de que quería que con el fuera mi primera vez, cuando salí del baño con ello puesto Alex estaba de espaldas a mi todavía estaba nerviosa pero estaba totalmente decidida, me aclare la garganta haciendo que Alex se girar a verme, veía como según me iba recorriendo con la mirada se le iban abriendo los ojos cada vez más.

-¿Estas segura?, podemos esperar a mi no me importa.

-Estoy completamente segura, te quiero y quiero hacerlo ahora.

-En ese caso ven aquí nena- me acerque a el y me senté a horcajadas nos empezamos y poco a poco con cada beso los nervios se me iban  pasando, no me iba a arrepentir de esto, quería a Alex  y eso era lo único que importaba.

Mi profesor es mi hermanastro!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora