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Cuando despertó por la mañana, estaba como en una nube. Flotando y sumido aún en un cómodo sopor. Cuando fue capaz de reunir fuerzas para abrir un ojo observó el pelo despeinado que tenía delante, y miró con media sonrisa las hebras castañas desordenadas que iban hacia cualquier lugar.

Y entonces recordó lo que pasó la noche anterior.

Se le agarrotó el estómago de revivir los momentos que había compartido con el omega, sintiéndose completamente sobrepasado por la sonrisa estúpida que tenía en su rostro, y afianzó su agarre, acercándose el cuerpo de Stiles al suyo propio.

Disfrutó de lo bien que se sentía estar así hasta que su estómago decidió romper el momento, sonando y reclamando el desayuno. No sabía si Susi habría llegado, ya que tenía copia de llaves pero nunca fijaban hora para que llegara.

Se levantó, tapando mejor el cuerpo del castaño para que no perdiera calor, y cogió su ropa interior y su pantalón de pijama, poniéndoselo y yendo hacia el piso de abajo.

Entró en la cocina y sacó pan para preparar tostadas para el omega y para él. El resto que se hicieran el desayuno ellos mismos. Estaba calentando la leche mientras se terminaba de hacer el café cuando sintió una presencia a sus espaldas, y para su extrañeza, olía como él. Se giró y vio a Stiles con expresión somnolienta, vestido con la ropa con la que debería haber dormido.

Le dedicó una sonrisa deslumbrante, sintiéndose estúpidamente feliz al verlo allí. Y sí, olía a él, su aroma había cambiado a uno parecido al suyo, o sus olores se habían combinado. No podía saber cómo olía él mismo, pero estaba seguro que haberse acostado con Stiles la noche anterior había provocado aquello.

Stiles se acercó a él y lo abrazó por la espalda, suspirando y besándole en medio del trisquel que adornaba ésta. Frotó su cara contra él y pasó las manos por el estómago del alfa, recorriendo sus abdominales y deleitándose con la textura de éstos.

—Buenos días —murmuró Stiles cuando Derek se giró para encararlo.

—Hola —saludó inclinándose y atrapando los labios del castaño, besándolo con ganas, primero lentamente y luego con más intensamente—. Espera un momento y te doy tus tostadas.

—Algún día me podrías dejarme prepararlas a mí —comentó el omega situándose a su lado y sonriéndole levemente.

—Claro, cuando quieras. Mientras no quemes la cocina me valdrá.

—Procuraré recordarlo, ya que ahora tengo memoria —dijo señalándose la cabeza. Derek se rio ante esa alusión a la recuperación de sus recuerdos y sirvió sendos cafés.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó con curiosidad.

—¿Sobre...? —Hizo un movimiento de cejas insinuante que provocó una carcajada del moreno.

—Sí, sobre lo que hicimos ayer.

—Genial. Es decir, molesta un poco, pero estoy como flotando.

—Ya somos dos.

Oyeron unos pasos en el salón y entró a continuación Scott bostezando con fuerza. Les hizo un gesto a los que se encontraban allí y agradeció la taza que le tendía Derek.

—Las tostadas te las tendrás que hacer tú —repuso su compañero sirviendo las de Stiles y las suyas en un plato y cogiendo la mantequilla y la mermelada para llevarlo todo a la mesa.

—Yo si seré buen compañero y haré el desayuno del resto —dijo el hispano sacando más pan para los demás y poniendo otra cafetera.

Stiles se sentó y comenzó a untar mantequilla y mermelada en las tostadas de Derek, tendiéndoselas y luego empezando a hacer lo mismo con las suyas. El moreno le sonrió de medio lado y vocalizó un gracias, comenzando a desayunar en silencio.

Saviour [m-preg]Where stories live. Discover now