Saviour [m-preg]

18

Pasaron dos semanas desde el día que los dos alfas renunciaron a su puesto en el laboratorio. El que más se aburría -y se notaba- era Scott, que se había dedicado a redecorar el sótano, instalando nuevas estanterías, una lámpara un poco menos lúgubre que una bombilla colgando del techo, etc.

Normalmente era Isaac el que lo ayudaba, ya que era el que llegaba a los sitios más altos gracias a su altura, y otras veces Derek y Stiles, pero ellos solían estar en otras cosas. El alfa se dedicaba a repasar los antiguos archivos que había guardado del laboratorio. Se había tomado como algo personal descubrir algo que pudiera hacer para contrarrestar uno de los efectos que más le horrorizaban del engrudo 3.0, el de que en caso de una retirada del engrudo de su dieta, la ausencia en su organismo podría conducir a la muerte del omega.

No se había logrado ese efecto, al menos en el tiempo que ellos participaron en el estudio, pero era cuestión de tiempo para que lo consiguieran los otros científicos, y quería estar listo para ello. Stiles y Allison seguían las instrucciones de Susi, y Jackson trabajaba el doble de tiempo para sacar más dinero y poder seguir adelante todos.

Scott había terminado de instalar una de las últimas cosas que había recogido de casa de su madre, y nadie le había podido ayudar, por lo que estaba agotado tras la ardua pelea con la estantería -a ratos había estado ganando el mueble inanimado, pero al final lo logró montar-, fue al baño principal a darse una ducha.

Cuando se estaba secando, se dio cuenta que no había cogido la ropa limpia para cambiarse, por lo que se anudó la toalla y se lamentó por el despiste, ya que su habitación estaba abajo del todo e iba a tener que pasar frío hasta allí al encontrarse arriba del todo.

Salió caminando en silencio y se encontró con Isaac y Stiles haciendo las camas, o al menos intentándolo, ya que el castaño se dedicaba a tirarle cojines al de rizos. Sonrió divertido y se alegró que no lo vieran en tal situación.

Bajó las escaleras y se encontró con Derek a los pies de ellas, ganándose una mirada sorprendida del alfa, para luego una risita.

—¿Intentando seducir a algún omega? —preguntó el moreno moviendo las cejas.

—¿Demasiado tiempo libre? Vete a la mierda Derek —repuso el hispano enrojeciendo y sorteándolo rápidamente, pasando por la entrada y entrando al salón.

Se dispuso a cruzarlo, viendo que por fin llegaría a la zona segura, por lo que respiró aliviado y caminó pasando junto a la cocina. De repente un sonido ahogado salió de allí, y se giró asustado, viendo a Allison con un cesto con la ropa recién sacada de la secadora. Se había puesto roja como un tomate, pero el alfa no estaba muy alejado de ese estado, ya que su cara y torso se habían teñido del mismo color.

—Oh dios... Allison lo siento —espetó caminando hacia atrás, casi cayendo y haciendo la situación aún más incómoda. La castaña cerró los ojos con fuerza, apretando los labios y girándose cómicamente. Se chocó con el marco de la puerta y se quejó del golpe, pero volvió a entrar en la cocina a ciegas.

—Lo... lo siento Scott, ¿quieres ropa? Hay ropa tuya en el cesto —dijo la chica con nerviosismo. El alfa siguió caminando hacia las escaleras del sótano.

—No, no, si es que se me ha olvidado coger ropa limpia, no te preocupes, me voy ya al sótano.

Salió casi corriendo hasta su habitación y cerró de un portazo. Respiró hondo y se tapó la cara con las manos, muerto de vergüenza. Se vistió rápidamente, ignorando las anillas y cadenas que habían instalado allí para Jackson, ya que la siguiente luna llena sería en dos días.

Cuando terminó de vestirse seguía acalorado de la vergüenza que había pasado por culpa de aquel accidentado encuentro. Abrió la puerta para disculparse por enésima vez, y se encontró con la omega con ropa suya en las manos, doblada cuidadosamente.