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El silencio inundó el sótano por completo. Jackson seguía masticando el desazón que le inundaba el pecho al saber que Isaac había perdido dos cachorros, pero le horrorizaba preguntarse el por qué. Podría haber sido de una paliza de un alfa, de las malas condiciones en el parto o porque no se alimentaba bien. Cada cual le horrorizaba más y más.

Se estaba agobiando al pensar excesivamente en el sufrimiento previo de Isaac, la vida que llevó antes de conocerlo era en lo único que podía pensar. La angustia le agotaba, porque ojalá no hubiera pasado por todo aquello, aunque si no lo hubiera vivido, en ese momento no estarían allí, ni habrían tenido el encuentro íntimo que habían compartido.

Scott seguía dándole vueltas a las palabras de Jackson, ya que era una idea que nunca se le había ocurrido pero que sin embargo, una vez se la habían dado, le estaba bombardeando la mente una y otra vez. El hecho de poder inventar algo para que los omegas que quisieran pudieran evitar ser fértiles en su celo era revolucionario.

En su cabeza se formaba algo como que sería un medicamento que se lo tomarían los omegas por voluntad propia, a las espaldas del alfa, y que evitaría que en su celo quedaran embarazados si por un casual, el alfa también lo estaba.

Sería todo un hito, porque sería a espaldas de aquellos alfas que abusaban de los omegas, y al menos le darían la oportunidad a aquellos que podrían ser abandonados -o asesinados- por tener un bebé.

Aparte de que con aquello, al dar a luz a bebés no deseados podría traer al mundo más omegas que podrían acabar encerrados en una granja, tal y como había crecido Stiles.

Se reduciría la natalidad, pero al menos podrían evitar la muerte de muchos inocentes, pararían el derrame absurdo de sangre omega.

Por el contrario, Derek le daba también vueltas al tema, pero más bien centrado en lo que ahora le incumbía mayoritariamente. Sería un hito para el mundo el hacer que los omegas pudieran escoger sobre su cuerpo, tener sus propias decisiones, pero en su cabeza se repetía la imagen que hacía mucho tiempo se le pasó por la mente: Stiles llevando su descendencia.

Una imagen inusualmente atractiva que no se había imaginado antes de que llegara el omega, y que después de que ambos tuvieran el celo era como si en el fondo de su memoria se hubiera colocado aquella situación.

Nunca le había hecho ilusión tener cachorros, aparte que ni se lo había planteado, pero como todo en su vida, Stiles lo había puesto todo patas arriba. Y aún más cuando Allison les había explicado qué significaba la marca del cuello del omega.

Stiles lo había elegido como padre de sus hijos. A pesar de lo que les ocurriera, aquel hecho estaba allí, y la ilusión no se había esfumado, sino que se había hecho aún más fuerte, aunque ni siquiera sabía la opinión de Stiles en ese tema, al menos en aquel momento.

También rondaba por su mente el estudio tan arduo que debían hacer para descubrir el tan ansiado medicamento que evitara la fertilidad en los omegas, y pensó en lo difícil que sería realizarlo sin un laboratorio propiamente dicho.

La suerte era que tenían el dossier del engrudo 2.0 y 3.0, y quizás sus fórmulas podrían usarse para otros fines, o al menos partir de la misma base. Luego a través de diversas muestras que podrían coger de los omegas que vivían en la casa -tan sólo unas gotas de sangre- para estudiar su base molecular.

Todo ello para ver cómo actuaban las hormonas del celo sobre su fertilidad, pero aquello... supondría un gasto tremendo para montarlo, y no disponían de presupuesto para eso. Vivían casi con el dinero de Jackson, que tenía bastantes ahorros pero tampoco quería que su mejor amigo cargara con todos los gastos.

Saviour [m-preg]Where stories live. Discover now