Revivir

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El efecto de la transformación cesó, al mismo tiempo que Plagg cayó y lo tuve que  atrapar al vuelo. Él, al igual que yo, estaba demasiado lastimado, pero las cosas solo acababan de iniciar, entonces volteé y ví a todas las personas agrupadas mirándome, me acerqué mientras me dejaban espacio para pasar y agaché mi cabeza con una diminuta e ínfima esperanza de que el padre de Marinette estuviera bien, quería creer... que lo estaba, como si de un milagro o un escritor caprichoso se tratase.

Mi corazón dió un vuelco cuando oyó un hilo de voz proveniente de su padre, mientras éste con un ademán me hizo acercarme y me dijo:

-Adrien ... Chat Noir... porfavor encuentra a Marinette, porfavor salva a mi hija, cuida a mi esposa. No dejes que le pase nada a .... - y como si fuera un suspiro inaudible que se quedó grabado en mí, con más fuerza  que como si me lo hubiese dicho gritando, finalizó mientras cerraba a sus ojos...- Que no le pase nada a... mi familia.

Toda la claridad que había obtenido desapareció de nuevo, hace un rato iba a  asesinar a un hombre y ahora murió otro en mis brazos. Ya no sabía quién era, ni a donde iba a parar, pero debía sacar a todas las personas de ahí.

Nadie me dijo nada sobre mi identidad como Chat Noir pero sentía la desconfianza en ellos y no podía culparlos, a pesar de que me confiaron su seguridad nisiquiera pude contarles quién era.

Pasamos por varias galerias esperando encontrar una salida. Sabía que los tres acompañantes del Mimo habían llegado a Hawkmoth y ahora deberíamos tener a una cantidad considerable de bichos raros tras nosotros, así que usé mi última pieza  de queso Camembert para reanimar a Plagg, que afortunadamente solo estaba herido levemente.

Caminamos a tientas un largo tiempo, era demasiado peligroso mantenerlos ahí, pero salir a la superficie era suicidio. Y yo igual no podía concentrarme... Mi mente divagaba en las palabras de aquel hombre que se aferraba a la vida con la intención de encontrar a su hija en todo este caos. Nisiquiera pude decirle que efectivamente Marinette estaba viva o por lo menos eso creí ver en aquella pesadilla. Sabía la posible ubicación de Ladybug y no hice nada. Esta vez no importaba si era imposible yo salvaría Marinette. Sin embargo un derrumbé me expulsó violentamente de mis pensamientos...

Illustrator apareció tras la cortina de polvo y nuestra ubicación fue revelada. Antes de que pudiese hacer nada dibujó, con su odiosa habilidad, una red que nos atrapó a todos. En un segundo pensé en transformarme y escapar con el Cataclism pero no podia dejar a todos a merced de Hawkmoth. El tiempo era corto y  mi identidad como Adrien Agreste ya estaba expuesta, no me quedaba mucho tiempo hasta que me reconociera.

Sin embargo mis pupilas se levantaron ante un leve gemido, observé alrededor y  todos tenian un inmenso temor, la esperanza se desdibujaba de sus miradas y el terror iluminaba sus semblantes, en ese instante supe que no importaba si perdía: Debía luchar, yo... lucharía por ellos. 

Me transformé y fui tras el Illustrator... Intenté noquearlo pero su habilidad había mejorado, tanta era la diferencia que con suerte podía distraerlo lo suficiente para que no pudiese dibujar nada.

Tras un rato el cansancio me superaba pero él seguía como si nada e  instantes depués llegaron cuatro akumatizados que empezaron a capturar a quienes juré salvar solo unos segundos antes.

En un momento los cuatro ya tenían a lo último que podía llamar familia... Entonces Illustrator salió de aquel túnel por el mismo agujero por donde habían ingresado... Él sabia donde estaba Marinette, pero no podía dejar a las personas que estaban siendo secuestradas.

Ya habia fallado dos veces  por mi inmadurez y no podia hacerlo más. Por primera vez decidí pensar en mis acciones, probablemente si me enfrentaba a los cuatro akumas habrían más muertes, además de las pocas probabilidades de victoria...

Sabiendo que Hawkmoth los mantendría con vida salí tras el Ilustrator, mientras solo grité de impotencia, el grito más fuerte que di en mi corta vida, necesitaba sacar todo ese odio de mí. Sin embargo cuando fugazmente volví la mirada, ví ,como si fueran agujas clavadas en mí, los ojos de las personas a las que abandonaba...

Miraculous 1: La Desaparición de LadybugWhere stories live. Discover now