Miraculous 1: La Desaparición de Ladybug

El retorno de una heroína

Hace un Mes (Marinette):

Recobré la conciencia en lo que parecía ser un cuarto de mármol blanco, las paredes impecables y los detalles tan bien pulidos en los adornos y salientes de las paredes solo podrían ser opacados por la inmensa ventana que formaba una mariposa.

Entonces recién después de eso noté que no sabía donde estaba. Tan típico en mí fue distraerme por detalles como estos cuando nisiquiera podía recordar nada. Sin embargo asumí asustada que debido a todos estos rasgos probablemente éste era .... ¿El cielo...?  Quizás no lo tenía claro pero cuando reconocí al padre de Adrien entrando supe que efectivamente mi tiempo de partida, al lugar que fuese al que debería ir en mi último suspiro, debía ser postergado.

La habitación había sido tan cuidadosamente construida que apenas habló, comprobé el gran eco que produjo, digno solamente del de una sala de ópera, y mientras me tomaba como una especie de eufenismo mi afirmación, fui abstraída de mis pensamientos con violencia.

-Marinette, ¿Sabes quién soy? -dijo con un tono altivo, como si tratase de explicarle sumas a un chico de preescolar.

.S.....i,Sí -respondí ,comprobando que  mi garganta estaba seca, sin duda algo iba, pero pude comprobar al instante que mi cuerpo estaba herido. Ese leve dolor, me trajó de un tirón todos los recuerdos de lo que fue mi batalla contra aquel tipo que se autodenominaba Hawkmoth y que Chat Noir.... ¿Chat Noir? ¿Dondé estaba? Tenia que volver con él de inmediato.

Sin embargo eso pasó a segundo plano cuando comprobé que mi Miraculous ya no se encontraba conmigo.

-Marinette estas en una posición un tanto delicada-me dijo con la misma frialdad, pero mi nerviosismo actual me impedía contestar nada- SEÑORITA...-me  gritó, con lo que destruyó mis nervios y dio lugar a mi enojo. No estaba dispuesta a perder un segundo más.

-Usted ¿Qué hizo con mis pendientes?-le increpé con un tono que me sorprendió a mí misma.

 Y cuando esperaba una respuesta agresiva, me entregó una carta que no tuve tiempo de leer porque un Kwami entró en la habitación. Era verde con tintes morados y pequeño, sin embargo el espectáculo se lo robo el señor Agreste que en su primera muestra de humanidad, se derrumbó en el suelo y se retorció de dolor, parecía que luchaba con algo, pero a medida que el Kwami avanzaba su resistencia se volvía nula. Finalmente lo que parecía un acto de transformación sucedió...los gritos de quién era Gabriel Agreste contrastaban perfectamente con la peculiar escena, que solo sirvió para desaparecer el poco valor que acababa de obtener. Y ante mi incredulidad el producto de todo ello fue él...

-.¿Hawkmoth?-apenas balbuceé- ¿Q-Qué le has hecho a Chat Noir?-dije, mientras finalmente quedaba atrapada entre él y una pared.

-¿El gato? Ni idea, quizás cayó sobre sus cuatro patas tras la explosión- me contestó con un tono sarcástico e incluso rayando lo satírico. Algo no cuadraba, Gabriel Agreste, el tipo que mantuvo a su hijo lejos de la escuela para "protegerlo", podía parecer muchas cosas pero esa respuesta fue de ...otra person....

Sin embargo antes de completar la frase me mostró a Tikki atrapada en un frascó junto a mis pendientes y ante mi incredulidad lansó el pequeño contenedor de vidrio que estalló en pedazos al contacto con el suelo, mientras yo sin dudarlo un segundo me los puse.

De nuevo mis pensamientos fueron cortados por una actitud tan burlona y ligera que me levantaba sospechas sobre si de verdad, él que tenía frente a mí, no era otra copia barata de Hawkmoth.

-¿Qué harás Caperucita, obligarás a tu Miraculous pelear en ese estado o dejarás morir a tu amigo felino?

Me maldije, pero tenía claro lo que debía hacer y me transformé...Sin embargo lejos de ganar algo de vitalidad, casi me desmayo. Era como si todo el dolor de Tikki ahora lo sintiese yo.

Me tambaleé y terminé derribada en la cama lo que provocó que la carta ,que acababa de recibir de el señor Agreste, cayera debajo de ella. En ese momento ante mi estado tan vulnerable solo atiné a mi última esperaza..invoqué el Lucky Charm..y en vez de que suceda nada, sentí como si mi cuerpo fuera comprimido en el mar, sumergiendose más y más, siendo aplastado cada vez más por las toneladas de presión...

-Que ingenua-comentó mientras yo me destransformaba-¿Qué clase de idiota dejaría obtener a su adversario tan fácilmente una ventaja?. Yo buscaba que usarás el poder del Miraculous para crear en Tikki algo de rencor, después de todo no podría poseerla si solo sintiera cosas burdas y tan humanas como la esperanza...

-No me rendiré...- repliqué pero el hilo de voz que solté ya era casi inaudible  y  cada vez  se hacía más débil.

-Torpe- bramó con sarcasmo- Lastima que mañana no podrás observar como mi ejercito de akumas domina este basurero llamado París, seguro que sería una delicia a la vista. Pagaría por ver la expresión de tu amado Adrien cuando todo empiece...