Miraculous 1: La Desaparición de Ladybug

Desición Mortal

En ese instante vinieron a mi mente  todas las vidas que cargaba sobre mis hombros... Estaba asustado y solo veía a mi padre agachado esperando a que terminase con esto, sabía que era lo que tenía que hacer pero... ¿Era lo correcto? 

Entonces mi padre levantó la cabeza:

-Lo siento por todo, cuando perdí a tu madre no sabía como protegerte, si pudiera volver a elegir viviría a tu lado los dias que pasé intentando traerla de vuelta, realmente la amaba... y realmente te amo, hijo. 

-Lo sé, lo sé bien. Lo siento por no notarlo, lo siento por todo. Debí saber...

-A pesar de todo siempre fui una persona afortunada, a pesar de mi claro poco tacto los tuve a ustedes... Pero este es mi error y no tienes porque cargar con él. Tus amigos ya han sido capturados y solo es cuestión de tiempo para que llegué aquella bomba mortal. Vive por los tres, sé feliz por tu madre y por mí. Y cuando llegué el momento has las cosas con tu hijo mejor de las que yo hice contigo...

Por primera vez en mucho tiempo vi en su rostro una sonrisa genuina. Él a pesar de todo estaba intentando tranquilizarme. 

Yo simplemente no podía... pero la mirada de todas las personas que habían muerto hasta ese entonces por mis desiciones egoístas estaban ahí, clavadas en mi mente. Entonces recordé al padre de Marinette... ¿Qué derecho tenía yo de elegir?  Era mi responsabilidad terminar con todo aquello.

-Papá, te amo. Lo siento por no poder ser más fuerte para poder salvarte, lo siento....

-Adrien... -me dijo con la mirada de un recién nacido y suspiró antes de seguir- Siempre estaré orgulloso de ti.

Ya había perdido a mi madre por culpa de esta locura de los Miraculous y ahora yo debía ser el verdugo de mi padre. Mis ideas terminaron por ahogarme y  derrepente entré en un trance, todo se tornó borroso y me tambaleba. Ya no podía notar nada, Plagg desesperadamente intentaba hablarme pero no podía escucharlo. Entonces tomé impulso y golpeé firmemente con el Cataclism, había sido un golpe sólido, después nada....

Para cuando me di cuenta la sensación de mi cuerpo cayendo al vacio me invadió... 

-L-Lo siento-murmuré... ya no podía oír a Plagg y mi vestuario había vuelto a su forma normal. No era sorpresa que hubiese perdido aquel poder después de lo que acababa de hacer. Había condenado miles de vidas sin pensar...

-No te sientas mal Chat Noir, hiciste lo que todo héroe hubiese hecho -escuchaba con ironía

Sentí mi cuerpo muy liviano en ese instante, quizás la caída ya me estaba afectando, pero el daño que tenía era más que físico; emocional. Alya tuvo todo el tiempo razón: no sabía como enfrentarlo...