Hawkmoth vs Chat Noir- Parte 1: Solo contra el mundo

1.6K 115 1
                                    

Nadie se movió ni un milímetro, entonces comprendí lo que ese loco intentaba hacer...

-Muéstrate -bramó con una sonrisa sarcástica, sabía lo que esperaba de mí, pero no creía que tuviera el valor de hacerlo...

Aquello me desconcertó pero nadie movía ni un músculo, él no estaría... d-dispuesto a perderlo todo en esto... Incluso si estuviera en sus planes que yo interviniese no se arriesgaría a perder todo su ejercito. Quizás si lo dejaba, podría acercarme para derrotarlo, pero acosta... ¿de cuántas vidas? ¿Realmente lo valía?, sabía que ellos eran numerosos y que está era una oportunidad única.

Sin embargo no pude y salí presto a desviar aquel misil de los akumatizados. Solo me limité a suspirar y salté hacia él... Al segundo me di cuenta que mis temores eran reales. Una especie de planta me capturó, todo aquello había sido una trampa y lo sabía, pero Hawkmoth era capaz de dejarlos morir si no me presentaba.

Fui reducido con facilidad y aquella cosa me inmovilizó a tal punto que casi no podía respirar. Y para cuando alzé la mirada Hawkmoth se acercaba lentamente con una tranqulidad tan antinatural que ignoraba que un misil venía hacia nosotros.

-Solo eres ilusiones, este misil no puede ser verdad, no tienes las agallas ni el pode... -sin embargo en ese momento me cogió del cuello y callé.

-¿Eso crees? -me dijo desafiante mientras hacia un ademán a uno de sus esbirros.

Después de eso un rayo escarlata salió contra el misil y lo hizo explotar. Pensé que la honda de choque nos acabaría cuando vi como los últimos escombros del lugar eran borrados, pero otro creó un campo de fuerza. Aquello era demasiado. ¿Enserio estaba planeando desatar un ataque nuclear sin sentido?

-Estas demente -le grité al mismo tiempo que desvelé que no había rastros de mi padre en él, ni un matiz en sus ojos, ni un leve brillo, era como si ya no existiese...

Pero derrepente de la nada apareció a mi lado un chico vestido de verde con un cabello pelirrojo fuera de lugar en aquella vestimenta y para mi  incredulidad en una milésima de segundo aparecimos en el subterráneo con Alya, Nino y Cloe.

-Tranquilo Agrestre, soy yo Nathaniel, antes de que la onda nos golpease los transporté aquí.

Pero nisiquiera tuve la oportunidad de responder cuando el techo se derrumbó... Sin embargo Nathaniel nos volvió a teletransportar a unos metros de donde se encontraba Hawkmoth. Entonces una idea fugaz eclipsó mi mente...

-Cubran a Nathaniel hasta que llegue a Hawkmoth -dije mientras giraba hacia él- Una vez ahí transportanos a un lugar lejano.

-Adrien no puedo transportar a nadie sin tocarlo, además aún no se los límites del Miraculous. Podría transportarnos a miles de metros de altura...

-Confío en ti, todo estará bien, iré contigo- intenté reconfortarlo mientras le hechaba un último vistaso a mis amigos- Alya, Nino, Cloe...- pero como si leyesen mi mente asintieron sin necesidad que terminé.

Los akumatizados ya nos habían rodeado y cuando nos separamos ya se abalanzaban sobre nosotros. Sin embargo Alya ya se había acostumbrado bastante bien a su poder como Volpina y fue fácil salir del círculo de montruos donde estábamos. En ese instante volví a caer preso de aquella fastidiosa planta, pero Cloe me liberó disparando lo que parecían ser rayos en forma de aguijón.

Finalmente llegué a Nathaniel y nos transportamos ante Hawkmoth, pero un hombre de arena nos lanzó apenas aterrizamos, intentamos golpearlo pero era inútil. Nino al notar esto desató un ventarrón con el abanico, que alguna vez debió pertenecer a mi madre, y desapareció al "Arenero" sin que pudiese hacer nada. Sin embargo otro de ellos, lo cogió desprevenido por detrás y tras transformarse en un león lo atacó...

-Hey, cuidate tonto. No puedes ser tan descuidado, es tal como esa vez...- le recriminó Alya a mi amigo mientras desviaba el ataque como si se tratase de un simple gatito.

-Adrien te cubriremos ve antes que la señorita se ponga a quejarse porque pagó una vez una botella de agua -dijo mi amigo al mismo tiempo que se despedía de mí guiñándome un ojo.

Asentí pero Nathaniel aún se encontraba lejos. Fue entonces cuando ambos tras cruzar miradas se abrieron pasó entre tantos enemigos de forma magistral al combinar una ilusión de una tormenta, que atrajo a nuestros adversarios a un lado, con una tempestad real que creó Nino.  

Era sorprendente lo compenetrados que estaban, ciertamente el ser una pareja había hecho maravillas con su coordinación. Quizás si se esforzaban podrían llegar a ser tan buenos como yo y Ladybug... 

¿Ladybug? En ese instante noté algo que había ignorado inbreíblemente... Ladybug. No estaba por ninguna parte, nisiquiera una señal de ella. No tenía sentido, si necesitaba su poder para enfrentar a los soldados ¿Por qué la escondería? 

Ese tipo ocultaba algo más, había algo que no encajaba en sus acciones...


Miraculous 1: La Desaparición de LadybugWhere stories live. Discover now