Miraculous 1: La Desaparición de Ladybug

Guerra-Parte 1: Gato encerrado

-Papá...

En ese instante un flashback, de una milésima de segundo, sirvió para ponerme en alerta de que aquellas visiones que tuve mientras dormía, se habían cumplido al pie de la letra.

Mi padre observando el cuadro de mamá, Marinette cautiva, todo era real... Pero lo que faltaba era aquella explosión gigante que se avecinaba... eso en definitiva era la explosión del misil nuclear que tanto buscaba Hawkmoth.

Entonces sentí un miedo punzante y por un momento pensé en huir, pero cuando salía de los escombros de lo que alguna vez pude llamar hogar e intenté buscar a Nathaniel, noté que este había desaparecido. Divagando por los corredores que cuando era niño albergaron los mejores años de mi vida, encontré el retrato de mi madre, y siguiendo el mismo procedimiento de la vez pasada lo abrí... Para descubrir que efectivamente mi madre había sido la usuaria del Miraculous del pavo real. El sacrifio que hizo y que la separó de mí... era cierto.

Finalmente en mis intentos por hallar a Nathaniel, bajé a aquel famoso subterráneo que tanto habían mencionado, lo encontré en un abandono total, pero a medida que iba descendiendo escuchaba voces que parecían fuera de este mundo. Los gritos de horror aumentaban en aquel túnel, del que apenas podía ver lo suficiente para no caer. Así seguí hasta que las voces se volvieron sollozos fortísimos fuera de este mundo...

El escenario se tornaba tétrico,¿hasta qué punto había llegado Hawkmoth que tenía en lo recóndito de su mausoleo subterráneo voces infernales? La idea me aterraba pero no había vuelta atrás. Derrepente el silencio reinó... Apenas se podía oír mi respiración pero cuando di un pasó, aquellas voces volvieron a sonar con más fuerza alrededor de mí. Aquello me rompió los nervios y solo corrí ... Sin embargo en oscuridad no noté lo que parecía una reja y me di un golpe contra ella... caí bruscamente en el piso y tras eso las voces cada vez parecían más cercanas... Cuando algo me tocó el hombro... Me incorporé rápidamente y me transformé. Una vez como Chat Noir, gracias a su visión felina, pude distinguir que había personas.

Entonces derribé aquella reja y los vi...eran cientos de personas. Las expresiones de sus rostros y la frialdad de sus miradas, eran acompañadas por su descuidado estado.

-Miren a venido a salvarnos nuestro héroe, hijo del loco que orquestó todo esto.

Las personas que había abandonado en aquella ocasión estaban ahí, sin embargo a pesar del alivio que fue para mí el verlas bien no fue correspondido y solo se podía sentir su recelo hacia mi.

-Déjenlo de una vez- una voz femenina me defendió- el muchacho a tenido que enfrentar a su padre y cargar con nosotros un largo tiempo. Le debemos...

-Las horas de tortura que aquel loco nos impuso...

Pero en ese instante la dueña de aquella voz me llevó a un lado, mientras las personas empezaban a salir de su cautiverio.

-Me alegra que estes bien, Adrien.

Luego de mucho tiempo sonreí, era la madre de Marinette, estaba bien.

-¿Qué pasó? Pensé que todas las personas eran akumatizadas-

-Sí que lo intentó, pero muchos de nosotros nos resistimos, él no es todopoderoso como quiere hacer ver, en parte es porque tu padre lucha en su contra desde su interior. Supongo que un Miraculous no puede doblegar completamente el alma humana...

-¿C-Conoce de los Miraculous?- dije al instante.Eso no tenía sentido. ¿Cómo podía ser?

-Claro soy hija de un portador. También sabía que Marinette era Ladybug y que tu eras Chat Noir.

-P-pero, ¿por qué no dijo nada?

-Porque está es su travesía, no la mía. Sabes, eres muy parecido a tu madre. Cuando se trataba de manejar tu Miraculuos también ella se comportaba diferente, se tornaba más fría y reservada... Sacaste mucho de ella, aún recuerdo nuestros años en la universidad, cuando ver a una persona vestida con un traje temático de algún animal me resultaba extraño. Claro que mi esposo también...- fue entonces que noté cierta melancolía en ella- conoció a tu padre de joven, sino me equivoco durante la secundaria, apesar de su seriedad era algo torpe y según me dice era popular entre las chicas, sí que heredaste eso.

Apesar de que le había fallado a su familia, dejando que su esposo muriera y su hija fuera controlada por aquel abominable ser, ella... era amable con alguien como yo.

-Lo siento....-dije mientras agachaba la cabeza y mis ojos se envidriaban.

-Chat Noir, no te sientas culpable de la muerte de mi esposo, el murió luchando por lo que creía, sin someterse a nadie, libre y sosegado tras haber tenido años de incontable felicidad al lado de nuestra familia. Si tu sintieras arrepentimiento de su desición, te estarías burlando de su muerte. Así que ve y salva a Marinette. Creo en ti...