Miraculous 1: La Desaparición de Ladybug

Fin del sueño- Parte 1: Los pecados del amor

Desperté abruptamente en mi cuarto, pero me costaba demasiado, era como si hubiese estado durmiendo por meses... el sentimiento de que me faltaba algo en mis manos me resultaba extraño, intentaba recordar pero nada... En ese instante entró una mariquita por mi ventana y se posó sobre mi hombro, de un momento a otro un sentimiento de tristeza me invadió al tiempo que aquel pequeño animal caminaba entre mi pijama y mi cuerpo desnudo. Sin embargo en ese momento mi madre me llamó para desayunar, tras escucharla una calma me invadió y bajé corriendo. 

-Buenos dias,  jovencito -me reprochó mi padre mientras leía el periódico.

-Lo siento padre, buenos dias -aquella mañana sí que había despertado desorientado pero nada podría arruinarme este día.

-Cariño, apresúrate. Llegarás tarde a la escuela...

Por alguna razón me sentía feliz de tenerla a mi lado. La nostalgia que me preducía verla , la felicidad y regocijo que  me brindaba...

-Mamá... gracias -dije melancólico, el sentimiento de que si la dejaba desaparecería estaba latente, no podía explicarlo pero lo sentía.

Y mientras creía eso mi cabeza me volvió  a torturar, había olvidado algo, lo sentía p-pero ¿Qué?

Entonces salí excusándome con que iría a la escuela, mi cabeza aún me martillaba y me sentía muy confundido. Sin embargo una chica de ojos color azul hizo su puesta en escena...

-Hola amor- dijo Marinette mientras colocaba sus brazos sobre mis hombros, su mirada en un instante desapareció cualquier rastro de duda en mí y después de saludarme me beso tiernamente.

Yo solo sonreí y cuando ya nos íbamos a dirigir a la escuela una voz familiar gritó mientras me separaba de ella.

-Vaya tortolitos si que estan acaramelados hoy- nos fastidió Alya tras saludarla con un abrazo, mientras Nino hizo lo mismo conmigo.

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Caminabamos los cuatro bromeando cuando miré de reojo a Marinette a mi lado, yo... la quería podía sentirlo, pero no recordaba como habíamos llegado a salir, sin embargo ella lo notó y me sonrió sin notar que había un psote delante de ella y en su torpeza se golpeó contra éste.

-¿T-Te encuentras bien?- dije conteniendo mi risa, aquella chica si que era...

Derrepente una serie de recuerdos  vino a mí, retrocedí asustado y caí de espaldas... Mi cabeza me mostró a Marinette llorando mientras la consolaba en lo que parecía ser la habitación de mi madre... pero esta estaba más descuidada... sin embargo no acabó ahí y prosiguió de forma fugaz... ¿Quién era el hombre que entraba vestido de morado y máscara plateada?

-Adrien... Quizás deberías volver a casa- me replicó Marinette asustada, pero yo apenas la oía, aquella escena... Sin embargo no pude recordar, todo fue inútil mi cabeza seguía apunto de partirse. Hasta que cuando un gato pasó a mi costado, su pelaje negro me hipnotizó al mismo tiempo que todos aquellos horribles momentos volvieron a mi cabeza en un segundo. Solo pude arrodillarme y gritar ante tanto dolor. No podía con todo aquello, con esos sentimientos, con todo ese miedo...

Después de eso todo desapareció, no había nada... La oscuridad que parecía infinita me aterraba mientras terminaba de asimilar todo. Lo último fue... Nightmare entrando a mi cabeza. Ese sueño debió ser algo creado por él, aquel tipo era demasiado peligroso tenía que...

-ESTAS EN LO CIERTO ADRIEN AGRESTE, PERO EN ESTE MUNDO SOY MUCHO MÁS PODEROSO QUE HAWKMOTH. EN ESTE LUGAR YO SOY DIOS...