Miraculous 1: La Desaparición de Ladybug

La Muerte de un Padre

Me cubrió una luz espesa que por un segundo senti llevarse algo de mí, la sensacion de sosiego tras la paliza que me acababa de dar Hawkmoth parecía ficticía y cuando me di cuenta, mi traje había cambiado... Unos detalles rojos habían aparecido en mis mangas que terminaban en el pecho, me sentía mucho más ligero y mis sentidos se habían agudisado.

Se sentía diferente pero algo dentro de mí...una voz familiar me llamaba a los lejos.

-Adrien ¿me escuchas? -aquel chirrido ...- Adrien... -entonces lo oí más cercano, esa voz... era... d-definitivamente era Plagg.

-Plagg -grité y busqué alrededor pero mi respuesta fue más clara de lo que esperé

-Atrás -giré y con más suerte que velocidad esquivé el ataque de Hawkmoth -chico basta con que pienses, ahora puedes escucharme mientras estas transformado.

Sin embargo Hawkmoth tambien notó lo que sucedia... 

-Ha pasado un tiempo desde que un humano y un Kwami no adquieren estos lazos -su tono se tornó serio... el tono de mi padre... él aún estab...- Lo curioso es que la última fue exactamente tu madre y coincidentemente compartirás su mismo final sirviendo de catalizador.

Lo había escuchado definitivamente, no podía darme por vencido mi padre aún estaba ahí.

Lo encaré y saqué mi vara. Al instante salí despedido como un rayo, mientras el lugar se llenaba de un eco que producía el impacto sobre su bastón. Mi conocimiento de esgrima me ayudó a llevarle el ritmo pero empezó a superarme lentamente. En ese instante Plagg me dijo que sacase las garras, al inicio no sabía de que hablaba y en la confusión Hawkmoth me desarmó. Fue entonces que a pesar de tener que esquivar la sucesión de ataques que lanzó a quemarropa, me concentré y efectivamente salieron garras enormes de mis manos... P-Pero ¿Cómo? si hasta ese momento nunca había...

-Adrien concentraté- me gritó Plagg mientras Hawkmoth venía con una estocada

La esquivé con dificultad y Plagg mencionó algo sobre que está era la verdadera forma de Chat Noir, sin embargo en ese instante fui derribado, fue entonces que noté lo poderoso que era ese estado y como si mi coordinación fuera muy superior a la de un humano moví con ligereza la cabeza, mientras que a unos centímetros se clavó su bastón en lo que pudo ser mi cráneo. No paraba de mirarme con intensidad, pero su cuerpo se seguía moviendo. Podía sentir a mi padre pero dubité, sin embargo la voz de mi madre volvió a aparecer y su brilló nos envolvió a ambos:

-Cree... -me susurró finamente.

Entonces lo miré a los ojos durante un segundo que fue eterno, ya no importaba si la probabilidad era mínima... Y tras un suspiro grité con toda mi alma:

-Padre yo sé que hiciste todo esto por mamá, así que si estas ahí en alguna parte escúchame, voy a salvarte -sin embargo no reaccionó y tuve una idea que Plagg no tardó en cuestionar, pero ya era tarde estaba decidido...

Entonces a pesar de que pudiese ser suicidio me destransforme, necesitaba que mi padre notase que era yo y aún si moria en el intento, iba a hacer todo por salvarlo...

-¿Adrien?- mi corazón se aceleró a penas terminó esa simple oración, e-era ... mi padre definitivamente era mi padre- Escúchame no hay tiempo tienes que asesinarme...

-¿P-Papá de que hablas? Acabo de reecuperarte.

Cuando murió mamá no noté la soledad que lo acongojaba y no noté sus esfuerzos por traerla de vuelta pero ahora no lo iba a abandonar.

-Adrien esto no es como vencer a un akuma, no hay lugar de donde expulsarlo. Él es un Kwami la única forma de acabar con él ahora que tiene tanto poder es matar al portador. Debes elegir con la cabeza puesta en los demás...

-Papá...¿Qué dices? Yo no podría.... -pero me corto.

Sabía que está era nuestra oportunidad más clara, lo sabía bien y sin embargo no podía hacer nada... No podía dejar que fuese así, todas las personas que habían perdido la vida, todos los que perderían sus familias solo porque mi padre y yo decidimos salvar la nuestra...

Di un paso y con lágrimas en los ojos me transformé...

-Es la única manera -me dijo con un tono resignado, tan cálido que hicieron resonar en mi cabeza lo que dijo el día que murió mi madre:

-Hoy no ha muerto nadie, mi esposa, la madre de mi hijo, la mejor amiga y compañera solo a trascendido. No importa el tiempo que pase, no importa si el mundo está por acabarse, yo sé y aseguró que ella siempre vivirá en mí y vivirá siempre en cada persona a la que le sacó una sonrisa. Si hubiera una forma de medir a una persona, ella se hubiera encargado de romper esa escala, si hubiera una forma de describirla, hubiera sido que es indescriptible, si hubiera podido saber que iba a destruirme el perderte, me hubiese vuelto a enamorar de ti... Hasta siempre y hasta la eternidad te buscaré...

Sequé mis lágrimas y volví a entrar en aquel nuevo estado que hace unos momentos acababa de descubrir... Entonces resignado, con una estaca en el alma finalmente liberé mis garras y activé el Cataclism...