Capítulo 6. Gravity Falls.

25.2K 1.5K 106
                                    

Connor:

—Nina...— me levanté para ir tras ella pero alguien me detuvo.

—Sabes que la única cosa que odia más que a ti, es que la sigas. Déjala tranquila, Connor— me dijo Ely.

—Ya la vi llorando está mañana, no me quedaré aquí pensando que lo está haciendo ahora por mi culpa— le susurré, no quería que los demás me escucharan.

—Vete a tu casa, para cuidarla de tu mejor amigo no has hecho un buen trabajo así que no te des tanto crédito pensando que llorará por ti.

Él tenía razón, yo no era lo suficientemente importante para ella como para que llorara por algo que yo había dicho. En tantos años supongo que debió acostumbrase a mi manera de hablarle y de ser tan idiota como lo soy siempre.
Aún así, yo tenía que protestar.

—No me vengas con verso estúpido. Tu sabes que jamás...— esta vez si me escucharon mis padres.

—¡Connor Bosh! A la casa ahora— declaró mi madre.

—Pero aún no me dan el pastel— se quejó Amy.

—Y yo aún no hablo con Nina— dije.

—Toma, nena, para que lo comas en casa— le entregó una caja con un patel pequeño dentro la mamá de Nina a mi hermanita. —Creo que será mejor que nos veamos mañana para ir al campamento. Nosotros...— la señora Stobbe lo pensó mejor —...Ely, se encargará de hablar con Nina.

Nina:

—¡I remenberd you walked out the door. So i stayed awake for days. No pill or drink could get me off the floor. Nothing seemed to ease the pain!— cantaba "Mr. Hughes" a todo pulmón mientras golpeaba mi almohada.

Me callé al escuchar unas voces que rebotaban en mis paredes. Supe de quien eran cuando escuche lo que decían claramente.

—¡No lo puedo creer!— se quejó Connor —Debí quedarme para hablar con ella y...

—¡Estas a 10 centímetros de ella, genio! ¡¡¡Dile lo que querías decirle!!!— al escuchar a Amy decirle eso a su hermano, me levanté de la cama.

—Es verdad— dijo y yo corrí a mi ventana. —¡Nina!— la cerré con fuerza.

Escuché como maldecía y cerraba sus cortinas.

Él se lo merece, no, más bien no se merece que le hable.

Regrese a mi cama y subí el volumen de mi estéreo para seguir cantando.

No hay nada que pueda decirme ahora para hacer que me olvidé de lo molesta que estoy ni algo que yo pueda decirle a él para dejar de estarlo, así que mejor me quedé aislada de toda su estupidez.

A la mañana siguiente me desperté con mucha pereza, estuve hasta las dos de la mañana cantando canciones de Demi Lovato.

Mi pecho me dolía, no sabía si era por el coraje que tengo contra Connor o por cantar tanto. De la forma que sea, me tenía que levantar.

—Hoy no hay desayuno familiar, ¿verdad?— le pregunté a mi papá quien era el único sentado desayunando.

—No, sólo tú y yo. Los demás ya se fueron a acampar— lo mire con los ojos bien abiertos.

Que Seas Mis OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora