Capítulo 21. Bañera

22.3K 1.5K 120
                                    

Cuando Connor y yo volvimos al cuarto, lo incómodo comenzó.

-Me pondré la pijama- dije.

-Bien pero...¿Quién me pondrá la mía?- mis ojos se abrieron como nunca y mis mejillas estaban casi naranjas.

Si me tomaba por sorpresa era tan incomodo como si cualquier otro chico me lo dijera.
Despues recordaba que estaba bien, también era una costumbre verlo correr en bóxer por el cuarto en las mañanas a través de la ventana entonces no tengo excusa para ponerme así.
¿Porqué me pongo tan nerviosa?

-¿Hola?...¿Estas ahí o ya me dejaste sólo?.

-Eh...aquí estoy.

-Okay, ¿Me vas a ayudar?- me acerqué.

-Si.


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

-¡Que poca delicadeza!- se quejó Connor cuando yo tiré de la cintura de su pantalón del pijama para subirlo de un jalón.

-Es mucha más de la que estoy acostumbrada a darte- me defendí.

-Ya no tendremos hijos, nena, dejaste a Misterio sólo por el resto de su vida- aun tenía las manos en su zona baja y se dejo caer sentado a la cama, la cual él sabía que estaba detrás de él.

-Aun que yo no te hubiera golpeado jamás tendríamos hijos tu y yo.

-¡Claro que si! Nos vamos a enamorar, nos vamos a casar, te comprare tu casa en Argentina y tendremos muchos hijos, un perro chihuahueño llamado "Taco" y un cerdo que se llame "Chicharrón".

-Si quieres te dejo comprarme un taco de Chicarrón.

-Y cuando se cumpla lo que dije, voy a tener a Chicharrón siempre conmigo por miedo a que te lo comas.

-Lo comeré mientras duermes...

-¿Así que si dormiremos juntos para entonces?- preguntó levantando las cejas.

La verdad no tenía como responder a eso, no pensé lo que dije y ahora mi boca tenía un tapón que impedía que dijera algo por miedo a no ganarle al argumento de Connor.

-Mejor me voy a cambiar- digo finalmente.

-¿Te ayudo?...

-¡Ahora seré yo quien te quiera lanzar por la ventana, Connor!.

-¡De acuerdo! Ya te dejaré tranquila.

-Gracias- abrí mi cajón en su armario y saque mi short de pijama para después ponérmelo y quedarme con la sudadera de Connor puesta.

-Bien...- me metí en la cama con el -...buenas noches, tonto.

-Eres más ancha desde la ultima vez que dormimos juntos, ¿Sabes?.

-Idiota.

-Yo solo digo que si no quieres caerte será mejor que te acerques un poco más - sonrió.

Lo miré por un segundo y me mordí el labio pensando en las ganas que tenía de hacerlo.
Desde hace un tiempo habíamos estado más distanciado de lo normal y esta noche parecía que todo regresaba a su lugar.

Que Seas Mis OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora